Baja California permanece en ebullición por la reforma al Artículo 7 Constitucional y sus derivados en el Código Civil, que abrirían la puerta a reconocer los matrimonios igualitarios en el Estado, los cuales ya se pueden llevar a cabo a través de una demanda de amparo, o bien, por medio de una recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHBC).
Esta herramienta ha sido utilizada por más de 250 parejas en Baja California, principalmente en el municipio de Tijuana, donde se aceptó la recomendación sin requerir una demanda de amparo.
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Como es costumbre, el arraigo y conservadurismo de la Capital del Estado ha impedido recurrir al amparo en beneficio de las parejas del mismo sexo, pese a que el gobierno de la alcaldesa Marina del Pilar Ávila, se ha declarado respetuoso de los Derechos Humanos.
En este caso, el personaje que impide directamente que se utilice esta herramienta es nada menos que el síndico procurador Héctor Israel Ceseña Mendoza, a cuyo cargo llegó como cuota política del extinto partido Transformemos, de orientación conservadora.
Resulta que cuando Marina asumió la alcaldía, el nuevo personal de la Oficialía del Registro Civil permitió unir a las parejas homoparentales por la vía legal, logrando realizar algunos escasos procedimientos respaldados por la recomendación de la CEDHBC.
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Según fuentes dentro del Ayuntamiento de Mexicali, cuando el síndico se dio cuenta de esta práctica, emitió una amenaza hacia los funcionarios de Registro Civil: abrirles un procedimiento administrativo que llegaría hasta la remoción en caso de continuar con esta práctica, argumentando que esta figura no se encuentra dentro de la Ley, y, por ende, es un acto ilegal.
Aunque jurídicamente es viable la unión de personas del mismo sexo en BC, a través de amparo, la instrucción de Sindicatura es impedirlo en la medida de lo posible, obligando a que se interpongan recursos legales contra el Ayuntamiento para consumar las uniones.
EL PRI SE QUIERE UNIR
Como se ha comentado anteriormente en CachanillaZ, los trabajos para la alianza entre PAN, PRD, Movimiento Ciudadano y Partido de Baja California están muy avanzados, y al parecer lo único que se ha complicado es la selección del candidato a la gubernatura, pues el resto de las posiciones están fluyendo de manera natural.
Sin embargo, algunos personajes del PBC y de Movimiento Ciudadano han puesto sobre la mesa la posibilidad de integrar al PRI a la alianza con la finalidad de hacer frente común contra Morena, que, pese al desastroso gobierno de Jaime Bonilla Valdez, todavía le alcanzaría para ganar la gubernatura, la mayoría de las alcaldías y los espacios en el Congreso local y federal.
Sin embargo, esto no ha sido tan bien visto principalmente por el PAN, puesto que representaría un costo político importante unir al partido del ex Presidente de México, Enrique Peña Nieto, actualmente involucrado en un escándalo de corrupción derivado de la detención de Emilio Lozoya Austin, ex director de Petróleos Mexicanos que ha señalado a priistas y panistas de participar en sobornos en favor de la Reforma Energética.
Es difícil precisar cuántos votos podría agregar el agónico PRI a la alianza, pero dentro del tricolor saben que ir solos en 2021 es prácticamente un suicidio en estas circunstancias.
