Desde la reconversión de los principales hospitales
de la ciudad para tratar exclusivamente a los
pacientes con coronavirus, la atención de otros temas
de la salud, como las emergencias médicas de mujeres
embarazadas, se ha complicado en los últimos meses.
A las mujeres que requieren de atención urgente, las
canalizan a otros municipios
La noche del 6 de julio, Luisa, de 25 años de edad y con un embarazo de 26 semanas de gestación de dos productos (gemelos), sintió un malestar en el vientre y pidió a sus familiares que la llevarán al doctor; ellos optaron por marcar al número de emergencias 911 para solicitar la asistencia médica a su domicilio.
Al domicilio de Luisa llegaron paramédicos de la Cruz Roja, que tras evaluarla determinaron que necesitaba ser trasladada a un hospital, por lo que dieron aviso al Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM). 40 minutos después, se les indicó que el único nosocomio disponible para atenderla era el Hospital General de Ensenada; al saber esto los familiares de Luisa la bajaron de la unidad y la llevaron a una clínica particular, donde permaneció internada por un par de días.
Los mismos familiares manifestaron a ZETA que su temor era que tanto la salud de la joven como de sus bebés se complicaran en camino al otro municipio, por el tiempo y la distancia; por esto tomaron la decisión de llevarla por sus propios medios a una unidad hospitalaria.
De acuerdo con un registro que lleva este Semanario, Luisa sería la tercera mujer con complicaciones en su embarazo o parto que batalla para obtener atención por un hospital de la ciudad, debido a que ninguno de los que se denominan “hospitales de apoyo” cuentan con el personal o las condiciones para la atención de emergencias ginecobstetras.
El pasado 3 de junio se divulgó en redes sociales un caso similar: una mujer de 37 años y en labor de parto, era rechazada por el Hospital Materno Infantil de Tijuana; tampoco había espacio para su atención en la clínica #7 del Imss, y la opción que indicaban las autoridades del CRUM era trasladarla a Mexicali.
Los familiares de la paciente, ante la desesperación de que la mujer no recibiera una pronta atención médica, filtraron los detalles de su caso a los medios de comunicación, y en menos de media hora la misma clínica #7 se retractó de su primera respuesta y la admitió para su atención.
El 18 de junio se repitió el “viacrucis”: una mujer en labor de parto arribó en una ambulancia al hospital Issstecali Mirador, por presentar complicaciones; los médicos encargados del turno vespertino no la pudieron atender y dio a luz en la misma unidad. El recién nacido fue sietemesino y requería atención en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, pero al no encontrar espacio en el mismo Issstecali Mirador, tanto él como su madre fueron trasladados al Hospital General de Tecate.
Sin camas suficientes
Este Semanario solicitó a la Secretaría de Salud su postura respecto a este tema, y a través de un escrito, admitió que se han trasladado urgencias obstétricas a otros municipios, cuando las camas en los hospitales de Tijuana no son suficientes. También se anexó un listado con los nosocomios que están disponibles para estas emergencias; sin embargo, la mayoría no atiende a pacientes de alto riesgo, por no contar con las áreas adecuadas o el personal especializado.
Para la atención de las urgencias obstétricas de Tijuana, la Secretaría de Salud contempla a los hospitales generales de Tecate y Playas de Rosarito como los principales receptores, además de los enlaces con otras instituciones como Imss, Issste e Issstecali, aunque de este último indican que sólo recibe a pacientes de “bajo riesgo”.
Los hospitales generales de Tecate y Playas de Rosarito cuentan con su respectiva área para dar terapia intermedia neonatal, pero con mediana capacidad resolutiva obstétrica. El General de Tecate cuenta con 31 camas censables y 55 no censables, mientras que el de Rosarito cuenta con nueve camas.
Sobre el Hospital Materno Infantil de Tijuana, después de que las autoridades se demoraran casi ocho años en construirlo y lo inauguraran con la promesa de que solventaría gran parte de la demanda obstétrica del Hospital General, a la fecha sólo cuenta con 10 camas censables, una unidad de cuidados intensivos neonatales y una mediana capacidad resolutiva.
CEDH cuenta con una queja
Por su parte, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) abrió el expediente de queja #2782 por el caso de la mujer que no fue atendida en el hospital Issstecali Mirador y que dio a luz a bordo de una ambulancia; el ombudsperson Miguel Ángel Mora Marrufo, informó que el expediente se comenzó por una denuncia anónima que recibieron, sin embargo, no han podido contactar a la posible víctima de omisión por falta de datos.
Indicó que la CEDH tiene la posibilidad de emitir una alerta temprana o una solicitud de medidas cautelares a la Secretaría de Salud; para esto requiere que más posibles víctimas se acerquen a interponer una queja y así determinar que las omisiones son sistemáticas y no meramente casos aislados.
Explicó que la alerta temprana da aviso a las autoridades de un posible problema o violación a los derechos humanos en el que este incurriendo, y se le exige que presente posibles soluciones para corregir esa incidencia. Las medidas cautelares son la solicitud de un conjunto de acciones urgentes; la CEDH establece un lapso de 72 horas para que la autoridad responda y actúe al respecto.
Mora Marrufo añadió que bajo el contexto de la contingencia sanitaria se han abierto ocho expedientes de queja contra la Secretaría de Salud; la mayoría se resolvieron a través de conciliaciones entre los afectados y la autoridad, sin embargo, se van a considerar para armar un documento con “reflexiones y conclusiones” sobre las fallas dentro del sector público que se acentuaron por la pandemia, para prevenir que se repitan en una futura emergencia de esta magnitud.
