Si voluntad no tienes tú para buscarme,
qué caso tiene que te siga yo esperando,
qué caso tiene que me siga desvelando
por un amor que se niega a consolarme.
Si voluntad no tienes tú, estoy pensando
que no has tenido interés por encontrarme,
que no has tenido voluntad de entregarme
tu corazón, el que sigo yo esperando.
Y es la espera que me está martirizando
la misma espera que ha de sepultarme.
Alberto Torres Barragán.
Tijuana, B.C.