Es un buen inicio para Hernán Aguilar, un director que tal vez deba enfocarse más en el género policial y menos en la comedia negra para que tenga más éxito a futuro. Por lo pronto tenemos esta cinta con sobrados aspectos interesantes, particularmente gracias al buen desempeño de Loren Acuña interpretando a Matilde, una de tantas amas de casa que batalla con la estrechez económica, pero nunca imagina ella, ni nosotros como público, el súbito giro que da su vida cuando su esposo muere durante un asalto.
Víctima de la violencia, esta mujer se convierte en victimario, cuando a raíz de la criminalidad rampante que acaba con su hogar se convierte en asesina a sueldo, sin despertar sospechas en los detectives que solo ven a una sencilla cocinera de barrio que en un principio ni siquiera se atreve a denunciar el crimen de su marido, pues a los asesinos nunca los atrapan, y de hacerlo, luego los sueltan.
Además, la viuda ya está enterada de los amoríos de su extinto cónyuge, así que el trago amargo no dura tanto, pero en la accidentada vida que lleva en las calles más humildes de la ciudad, la protagonista no tarda en enredarse con mafiosos y, con pistola en mano, descubre el poder de la adrenalina que la lleva primero a vengar el homicidio de su pareja por mero accidente o tal vez por instinto, y de ahí a apretar el gatillo se le da con suma facilidad, más aún tras recibir un sueldo que nunca imaginó tener.
La premisa, entonces, es tan interesante como parece, sin embargo, el ir y venir por el rumbo de la comedia negra arruina bastante el desarrollo de esta historia que tenía todo para ser mejor, mucho mejor.
Matilde es un personaje interesante, trágico por la cotidianidad misma donde las oportunidades no existen más que en el hampa, pero sin glamour. Acuña es una actriz prometedora que encarga con verosimilitud a un personaje escalofriantemente común en estos tiempos, universal por su miseria humana, tan vulnerable como en cualquier rincón del planeta.
Hasta ahí los aciertos de un realizador y una artista que no hay que perder de vista. Al menos eso se concluye con esta ópera prima que puede verse cuando no hay nada mejor qué hacer y se está buscando una sorpresa más del cine argentino contemporáneo, ahora disponible en YouTube. ** y media.
Punto final. – Si aún no han visto “Tropa de élite”, no se la pierdan. Esta película brasileña ganó el Oso de Berlín en 2008. Se puede ver en ClaroVideo, entre otras plataformas. Vale mucho la pena.