Tras 10 días de haber llegado a México y haber estado internado en un hospital privado, Emilio Ricardo Lozoya Austin, ex director general de Petróleos Mexicanos (PEMEX), comparecerá mañana 28 y el miércoles 29 de julio, para ser imputado por la Fiscalía General de la República (FGR), por diversos delitos cometidos derivados de los casos Agro Nitrogenados y Odebrecht.
Funcionarios del Poder Judicial de la Federación (PJF), citados por diversos diarios de circulación nacional, indicaron que las audiencias ante jueces de control fueron programadas a las 09:00 horas de ambos días, en el Centro de Justicia Penal Federal adscrito al Reclusorio Preventivo Varonila Norte, en la Ciudad de México.
El juez de control Artemio Zúñiga Mendoza acordó llevar a cabo la primera de las audiencias de imputación contra el ex funcionario federal, por el caso de la planta de Agro Nitrogenados, en el cual Lozoya Austin es el probable responsable del delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Asimismo, la FGR pidió al juez de control Jesús Eduardo Vázquez Reaque, la captura del ex director de Pemex por aceptar supuestos sobornos por parte de directivos de la constructora brasileña Odebrecht, a cambio de contratos con Pemex, todo lo anterior durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
En este último caso se le imputará por los probables delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita, cohecho y asociación delictuosa, delitos que no ameritan prisión preventiva oficiosa y que se pueden enfrentar en libertad.
Según el diario Reforma, “la diligencia será a puerta cerrada y, aunque algunos funcionarios federales aseguran que Lozoya será trasladado desde el nosocomio al Centro de Justicia, lo cierto es que oficialmente la FGR ha reservado precisar si la audiencia será presencial o a través del sistema de videoconferencia, que es la otra opción a la mano”.
El rotativo recordó que el Consejo de la Judicatura Federal dijo desde hace más de una semana que informará de las incidencias de la audiencia de imputación a través de un chat de la aplicación de mensajería móvil WhatsApp, habilitado para los medios de comunicación.
Lozoya Austin fue trasladado durante la madrugada del pasado viernes 17 de julio a un hospital privado, por petición de su familia, para ser atendido por anemia, problemas del esófago y debilidad general, según lo informó la propia FGR.
Según fuentes del del Gobierno Federal y del Poder Judicial de la Federación (PFJ) citadas por diversos medios, Lozoya Austin no iba en el convoy que esta misma madrugada se trasladó del hangar de la FGR en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al Reclusorio Preventivo Varonil Norte, por lo que nunca fue ingresado al centro penitenciario.
“El perito médico de la FGR, por su parte, realizó la revisión física y médica correspondiente del extraditado y encontró anemia desarrollada y problemas sensibles en el esófago, así como una debilidad general en toda su salud, por lo que propuso su internación en un hospital”, señaló la Fiscalía.
“La familia de extraditado pidió, y se le autorizó, que un médico particular hiciera también una revisión, en la que encontró los mismos síntomas. En razón de lo anterior, el Ministerio Publico Federal ordenó su traslado a un hospital, donde permanecerá en calidad de detenido bajo estricta vigilancia policiaca”, agregó la FGR.
La Fiscalía comunicó lo anterior a los jueces Artemio Zúñiga Mendoza y Jesús Eduardo Vázquez Reaque, del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte, quienes liberaron órdenes de aprehensión por los casos Agronitrogenados y Odebrecht, y la FGR dijo que quedaba a la espera de que acordaran las fechas para las audiencias de imputación de Lozoya Austin.
El ex funcionario federal arribó a la Ciudad de México a las 00:46 horas del pasado viernes 17 de julio. A su llegada, los fiscales de la FGR le leyeron sus derechos al ex director general de Pemex, a quien, además, le ejecutaron las órdenes de aprehensión por los casos Agronitrogenados y Odebrecht, señalándole que a partir de ese momento quedaba detenido.
Lozoya Austin salió ayer jueves 16 de julio, de la cárcel madrileña IV, en Navalcarnero, en España, para ser entregado a las autoridades mexicanas, con lo que inició el proceso de extradición hacia México, país al que fue trasladado por la aeronave Challenger 605, matrícula XB-NWD, de la FGR.
El pasado día 6 de julio, en un auto, los magistrados de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional española (AN) acordaron que se cumplen todos los requisitos establecidos en la legislación para proceder a la entrega, y recuerdan que el ex funcionario federal mexicano presentó un escrito el pasado 29 de junio, en el que aceptó ser extraditado a su país.
“La Audiencia Nacional ha acordado la extradición a México del exdirector general de la petrolera Pemex Emilio Lozoya para ser juzgado en dos causas por delitos que en su país constituirían asociación ilícita, cohecho y operaciones con recurso de procedencia ilícita y que en la legislación española corresponden a asociación ilícita, cohecho y blanqueo de capitales”, señaló el auto judicial firmado por el magistrado español José Antonio Mora Alarcón.
Lozoya Austin fue trasladado de la cárcel madrileña IV, en Navalcarnero, donde permanecía encarcelado desde el pasado 2 de marzo, tras ser traído desde el centro penitenciario de Alhaurín de la Torre, en Málaga, ciudad donde fue detenido el 12 de febrero, después de 9 meses de ser buscado por la Interpol.
Un avión oficial mexicano viajó el pasado martes 14 de julio hacia España, para llevar de regreso a Lozoya Austin a México, en un viaje donde fue custodiado por elementos de la Policía Federal Ministerial (PFM), adscritos a la Interpol México. La FGR informó que el ex funcionario federal mexicano viajará acompañado de su agregado en España y Europa, Luis Alejandro Cervantes Vázquez.
El pasado 6 de junio, la Justicia Española acordó extraditar a México a Lozoya Austin por un presunto fraude de 273 millones de dólares en la compra de la planta “chatarra” de fertilizantes de Agronitrogenados a Altos Hornos de México (AHMSA), en 2015, y por haber recibido unos 10.5 millones de dólares en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
Una imputación por el delito de lavado de dinero, relacionada con el presunto cobro de un soborno de 3.5 millones de dólares de Altos Hornos de México para que Pemex comprara a la acerera la planta “chatarra” de Agronitrogenados, en Veracruz, por 273 millones de dólares.
También se le indaga por la compra de una mansión en Ixtapa, Guerrero, que hizo su esposa Marielle Helen Eckes, por una suma de 1.9 millones de dólares. Asimismo, por haber transferido ilegalmente recursos para adquirir en 38 millones de pesos una casa de Lomas de Bezares, en la Ciudad de México.
Las autoridades mexicanas le atribuyen al ex director general de Pemex, un delito de cohecho y asociación ilícita, así como de “operaciones con recursos de procedencia ilícita”, que se correspondería con el delito de blanqueo del Código Penal español, por lo que se autorizó su extradición.