Representantes de transportistas de todo el Estado se reunieron con Jaime Bonilla, gobernador del Estado, y Amador Rodríguez Lozano, secretario general de Gobierno, para exigir que se respete lo establecido en la Ley de Movilidad, y no dar más concesiones de transporte.
La reunión se llevó a cabo en las instalaciones de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (Cespt), luego de que Bonilla Valdez no se presentara el 6 de julio en Centro de Gobierno, para hablar con ellos, como lo había prometido.
Baltasar Gómez, secretario general de la CTM, comentó a ZETA que hablaron con el Gobernador para exigirle que respetara el acuerdo, y no diera permisos y concesiones a quien se lo pidiera, esto en referencia a la entrega que se haría a quienes lo soliciten y presenten la documentación requerida.
En respuesta, Jaime Bonilla explicó que se analizará cada caso en particular de quienes soliciten el permiso, así como de las concesiones ya existentes, ya que esa fue una de sus promesas de campaña.
Detalló que una vez que se verifiquen las concesiones existentes, y se descarten a quienes no cumplan con lo requerido, éstas podrían ser otorgadas a nuevos transportistas, que demuestren que se dedican a eso y tengan la documentación, ya que “también se les debe de dar una oportunidad”.
El líder de la CTM mencionó que se aclararon algunos malos entendidos, sobre todo que se darían los permisos de taxis a quien fuera a pedirlos, siendo que ellos, como gremio, habían pedido lo contrario.
“Si nosotros pedimos el apoyo de él (Jaime Bonilla) para que el Gobierno del Estado se llevara el servicio de transporte, era precisamente para no saturar el servicio y organizarlo, para poderlo regularizarlo, y que se le dieran permiso a la gente que no se dedica al transporte”, especificó Gómez Ruiz.
Bonilla Valdez se comprometió a no saturar el servicio ni incrementar el padrón de transportistas actual.
“Eso nos genera a nosotros una tranquilidad, porque traemos muchos planes de modernidad, hacer cambios en el transporte público para bien, y una saturación, mandaba todos esos proyectos a la basura”, dijo Gómez Ruiz a ZETA, por lo que después del diálogo, admitió que ya no tenían problema alguno con el Estado.