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viernes, octubre 4, 2024
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Las quejas se escuchan

En tiempos de crisis, los distintos gobiernos demuestran su insensibilidad.

Por supuesto que nos referimos a México y su 4T. A nivel nacional el mal ejemplo lo pone la CFE, al mando del más puro y leal servidor del Presidente AMLO, el inefable Manuel Bartlett, que a pesar de su turbio pasado y presente, sigue siendo de los colaboradores consentidos de los que integran un grupo que oficialmente es un “partido” que reúne a políticos de chile, dulce y manteca (PAN, PRI, PRD y otros más).

A la CFE le dio por cortar la luz de los hogares de miles (casi todos ya habíamos liquidado el recibo), incluyendo la casa en Mérida de la senadora Dulce María Sauri, quien demostró haber liquidado diez días antes del vencimiento. La sensibilidad y el respeto no se les da a estos nuevos dueños de nuestra nación. Vea usted: del 1º de abril al 12 de mayo, cortó la luz a 543,128 mexicanos que no pudieron pagar, y entre las patas (de los trabajadores de la empresa de calidad mundial como presumen) se llevó a miles que ya habían pagado.

Y como dice la “dama” (que no es “primera” ni tampoco “doctora”, pero sí se autonombra “humanista señora”), nada más por esos cortes de luz a los hogares de más de medio millón de mexicanos, la CFE se embolsó 47 millones 38 mil pesos por reconectar, según informe aparecido en El Universal. No es que se pida que regalen el fluido, pero sí se esperaría que el gobierno que llega “sin pecado original”, ejemplo de pulcritud, de honradez y capacidad para gobernar esta gran nación, tratara con sensibilidad en momento de emergencia.

Y en Baja California, no cantan mal las rancheras, especialmente en la Cespt. Las quejas se escuchan en todo el estado de los recibos con salvajes aumentos. No crea que son 500 o 900 pesos. Eso es mugre y el gobierno estatal necesita muchos ingresos para saldar deudas dejadas por el “Kiko”. Y por los gastos extras que están surgiendo con la terrible pandemia.

Nos mandan cinco recibos distintas personas que les aumentan dos y hasta tres mil pesos. Y haciendo un gran esfuerzo y poniéndose en peligro, acuden a la oficina central en Tijuana, ubicada en Bulevar Benítez; tienen que hacer fila (sin la sana distancia) hasta de dos o tres horas. Para que al final les digan que por la mentada pandemia no estaban saliendo a ver medidores. No se los dicen, pero estos amables “corresponsales” creen que a ojo de mal cubero están haciendo las cuentas. A los que acuden, piden plazo para investigar; a los que no, les cortan el agua. Para eso sí pueden ir.

Nota 1.- En la zona fronteriza, sabemos que los mal portados en nuestro país, son respetuosos en cuanto pasan “al otro lado”. Igualito que AMLO: berrinchudo, en México no se pone cubre boca y menos aceptaba la prueba COVID. Pero tenía una “visita de estado”, que solo quedó en visita a Trump. Y cumplió con todo lo exigido.

Nota 2.- Los constantes cambios de funcionarios, solo demuestran que ni siquiera para eso han servido los ganadores. Para escoger bien.

Nota 3.- Inegi informa que en el último año en México subió el 15% la corrupción.

 

Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana. 

Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.gob

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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