Los retenes, el cierre de vialidades y negocios a partir de las 20:00 horas, no ha impedido que los mexicalenses salgan a las calles para realizar todo tipo de actividades. La única regla que siguen al romper el aislamiento es el uso de cubrebocas, que expertos han reiterado que reduce el riesgo de propagar el contagio, más no para contraer el nuevo coronavirus.
De no ser porque desde el mes de marzo se tiene pleno conocimiento de la pandemia, y que sólo en Mexicali se contabilizan ya más de 5 mil 290 casos confirmados de COVID-19, a los que se suman las 898 defunciones, superando ya al municipio de Tijuana con mayor incidencia en contagios y decesos, pese a que la cantidad poblacional es superior.
Desde la mañana del sábado 4 de junio, la afluencia de vehículos por las principales vialidades de la ciudad, fue como la de un sábado normal antes de la contingencia sanitaria originada por la COVID-19.
El bulevar Lázaro Cárdenas, la vialidad más grande de Mexicali que atraviesa toda la mancha urbana- muestra una gran concurrencia a toda hora, desde la Delegación Palaco, en Nuevo Mexicali, hasta los conocidos “Santorales” ubicados al Poniente de la mancha urbana.
En un recorrido realizado por ZETA, también se pudo constatar que cerca de en tiendas departamentales, tiendas de autoservicio y sucursales bancarias como BBVA y Banamex, se detectaban enormes filas de personas esperando ingresar para realizar todo tipo de compras.
Concretamente en la tienda Smart&Final, ubicada sobre el bulevar Adolfo López Mateos, en los alrededores de Centro Cívico, había una fila enorme que rodeaba parte del edificio, y donde un gran número de personas sólo acudían a comprar una caja de 24 cervezas, cuya venta está reducida a una por persona.
Cabe recordar que desde hace más de un mes existe una escasez de cerveza en todo el municipio de Mexicali, lo que ha provocado una proliferación de venta clandestina, además de compras “de pánico” de bebidas embriagantes en los lugares donde pobremente es abastecido.
Otra de las soluciones que encontraban los mexicalenses para abastecerse de cerveza era la compra a personas con doble nacionalidad, los cuales pueden cruzar la frontera sin el menor problema.
Sin embargo, este flujo de bebidas embriagantes se vio impactado a raíz de la instalación de retenes en los puntos de ingreso a la Capital del Estado, donde sólo el día viernes se ordenó el regreso de más de 350 vehículos con familias que pretendían pasar el “puente” del Día de la Independencia de los Estados Unidos -4 de julio- con sus familias en esta ciudad. Además se retiró de circulación un total de 785 latas de diversas bebidas embriagantes.
La alcaldesa Marina del Pilar Ávila Olmeda, también ordenó que estos retenes permanezcan a toda hora, en las garitas de Centro, Nuevo Mexicali y Los Algodones, adempas de carretera a San Luis y el nuevo punto de auxilio vial ubicado en la entrada a San Felipe, donde no se permitió el ingreso de personas que no fueran residentes de la comunidad.
Sin embargo, pareciera que existe poca efectividad en los retenes para el combate al coronavirus, puesto que un video hecho circular en redes sociales demostró que los termómetros infrarrojos utilizados para detectar a personas con fiebre, no han sido utilizados debido a que no funcionan.
En el video hecho de forma intencional se observa cómo el conductor acude al punto de auxilio y es intervenido por el subdirector Juan Carlos Buenrostro, el cual le pregunta sí carga consigo bebidas embriagantes.
Un agente camina hacia la cajuela del automóvil y revisa la unidad sin encontrar “contrabando”. El joven le pregunta sí ya se olvidaron de la COVID-19, puesto que no le tomaron la temperatura corporal, a lo que el funcionario le explica que su termómetro no funciona y posteriormente le permite el ingreso.
La responsabilidad de estos retenes es meramente de la autoridad municipales con un ligero apoyo de agentes de la Guardia Nacional. Sin embargo, nunca se ha observado la intervención de la Secretaría de Salud, para apoyar en en la atención de personas con síntomas.
Un gran número de agentes municipales es requerido para cubrir estos cinco puntos, a lo que se suman los 445 policías que forman parte del Plan de Contingencia, es decir, que están fuera de circulación por afectaciones relacionadas con el COVID-19. Este número representa una quinta parte del total de la corporación municipal.