Cómo pedir una justicia pronta y expedita, sí dentro del mismo Tribunal Superior de Justicia del Estado no se pone orden. Desde hace más de seis años -es decir, desde que inició el gobierno de Francisco Vega de Lamadrid-, el máximo órgano colegiado de Baja California no ha podido encontrar paz, puesto que desde ese momento no se tiene un tribunal funcionando con todos sus titulares de manera regular. Prácticamente durante siete años, ha requerido la presencia de varios supernumerarios, e incluso en reiteradas ocasiones han visto afectadas sus funciones por la desintegración de salas a causa de la ausencia de uno o dos magistrados. Siempre hay un problema, sí no es porque un aspirante a magistrado se inconforma por su resultado en las evaluaciones del Consejo de la Judicatura -lo que provoca que el Congreso del Estado no pueda designar titulares de sala-, es por designaciones ilegales como la de Perla del Socorro Ibarra como procuradora y luego nuevamente como magistrada. Para empeorar la situación, durante la pandemia, los magistrados Víctor Vázquez y Marco Antonio Jiménez Carrillo dejaron sus cargos al cumplir los 70 años -edad máxima para ocupar una magistratura- en abril y julio, respectivamente, por lo que quedaron dos vacantes disponibles en Tercera y Cuarta Sala. Pero solo se contaba con un supernumerario para ocupar esa vacante, ya que los otros dos, Karla Patricia Amaya Coronado y Carlos Alberto Ferré Espinoza, actualmente están integrados a la Cuarta Sala, supliendo los espacios que dejaron Félix Herrera y Emilio Castellanos Luján. En estos momentos, la Cuarta Sala tiene a dos “suplentes” trabajando y les falta uno más para poder operar, por lo que está desintegrada. El drama continúa porque la tercera magistrada supernumeraria que cubrió la vacante de Víctor Vázquez, es María Dolores Moreno Romero, la cual se desempeñaba -hasta ese momento- como secretaria general del Tribunal Superior de Justicia del Estado. En otras palabras, el organismo funciona con 16 magistrados -cuando deberían ser 17-, de los cuales tres son suplentes y les falta un secretario que lleve los trabajos operativos del tribunal. Y esperen: en el mes de diciembre se retira de su silla la magistrada María Esther Rentería, lo que representaría otra vacante.
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