La mañana de este jueves 23 de julio la ciudadana María de la Cruz Medina acudió a las instalaciones de la Sindicatura Procuradora para identificar a las personas responsables de una presunta privación de la libertad que sufrió el pasado mes de abril, acción que aplicaron con la intención de obligarla a firmar su renuncia.
Medina refiere que fue la síndica María del Carmen Espinoza quien le ofreció trabajo como personal de intendencia en el área a su cargo, oferta que aceptó renunciando a un empleo que en el que tenía más de diez años de antigüedad.
Comentó ante medios de comunicación que durante los meses que estuvo laborando en esta dependencia municipal, no tuvo ningún problema y recibió un buen trato por parte de todos los funcionarios. Hasta el pasado mes de abril que fue despedida, pero presuntamente obligada a firmar una renuncia voluntaria.
La mujer refirió que al iniciar la contingencia sanitaria por el COVID-19, personal de Sindicatura le informó que la tendrían que despedir por ser considerarla población vulnerable, por lo que le solicitaron que dejará de asistir a laborar.
“Yo le rogué a la directora para que me regresaran mi trabajo, porque yo lo necesitaba mucho, mi esposo está enfermo y tengo a mi hija en la escuela, pero ella dijo que no”, contó ante los medios Medina.
La citaron el 24 de junio, para que acudiera a las oficinas de Sindicatura y le expusieron otro motivo del despido, que fue un recorte de plantilla derivado por la contingencia sanitaria. Le solicitaron firmar su renuncia, a lo que se negó, fue cuando cerraron la puerta de la oficina donde estaba y le advirtieron que no podría salir hasta que accediera, “yo me empecé a sentir un poco mal, se me empezó como a bajar el azúcar y preferí mi salud y tuve que firmar para que me dejaran salir”, dijo.
La mujer padece diabetes e hipertensión, al inicio de la contingencia sanitaria lo manifestó con la intención de corroborar si la iban a mandar a resguardo, a lo que le respondieron que para eso debía llevar una receta médica que avalara que padecía alguna enfermedad. Presentó un certificado médico y fue cuando le dijeron que podía “irse a descansar”, sin embargo, semanas después le notificaron que sería despedida y la citaron para que firmara su renuncia.
El regidor Luis Antonio Quezada acompañó a Medina a Sindicatura para que identificara a las personas que la encerraron y la obligaron a firmar su renuncia, con la intención de tener suficiente información para interponer denuncias en la CEDH y en la FGE por la presunta privación de la libertad que sufrió. A pesar de que en la sesión extraordinaria de Cabildo celebrada ayer miércoles, Espinoza Ochoa sostuvo que estaría en su oficina y que las “puertas estarían abiertas” para recibir a la mujer, la funcionaria no salió y un policía municipal bloqueó el ingreso a Medina, pero por intervención de Quezada logró entrar.