El pasado 9 de junio, los vecinos del edificio 4703-A, ubicado dentro del complejo habitacional Torres del Lago, se vieron afectados por un incendio forestal que no solo dañó sus viviendas, sino también parte del cerco perimetral que protege los condominios que colindan con un barranco.
De acuerdo con el testimonio de los vecinos consultados por este Semanario, “cada año el cerro se prende igual, pero esta vez el viento hizo que subiera más rápido”. Justo en la parte trasera del edificio en cuestión, debería existir un área verde de uso comunitario; sin embargo, desde hace más de 15 años un vecino se apropió de ésta y construyó unos cuartos para rentar o almacenar material diverso.
“Nosotros siempre hemos querido bajar a limpiar el cerro, porque ya sabemos que cuando hay condición Santa Ana se va a prender. Pero no podíamos porque este señor tenía todo cercado y con candado; no había pasado nada, hasta ahora”, comentó una de las vecinas.
Los afectados consideraron que parte del material que se guardaba en uno de los cuartos fue el principal factor para avivar las llamas, mismas que los bomberos tardaron más de tres horas en extinguir.
Luego del incendio, recibieron la visita de autoridades municipales, entre estas el alcalde Arturo González Cruz, a quien le solicitaron ayudarlos a determinar a quien le pertenecía realmente esa parte del terreno, así como la reconstrucción del cerco perimetral que también se vio afectado.
Cuando ZETA acudió a visitar a los vecinos, estos aseguraron contar ya con un acuerdo verbal con los familiares del señor que se apropió del área; el acuerdo consiste en respetar que sea de uso comunitario y que no se construya nada ahí de nuevo. Sin embargo, exigen el apoyo de las autoridades para que dicho acuerdo quede asentado en algún documento.
“Hemos recibido mucha ayuda, del gobierno y de vecinos de otros edificios. No nos ha faltado comida, nos han traído algo de material como pintura y también cumplieron con arreglar las ventanas de los departamentos afectados. Solo nos falta el respaldo de ese acuerdo y el cerco”, comentó la vecina afectada.
Añadió que la cuestión del cerco es otra de las urgencias que tienen en estos momentos, tanto para prevenir cualquier incidente que dañe a alguno de los menores que residen en este lugar, como para brindarle seguridad a sus hogares; pues al no existir esa barrera, corren el riesgo de que delincuentes ingresen para cometer algún delito.
Por su parte, el Ayuntamiento de Tijuana, a través de su dirección de Comunicación Social, afirmó que las peticiones de los vecinos se están considerando, por lo que en próximos días podría tener una respuesta. Al respecto de la situación jurídica del área en disputa, aclaró que el área del catastro ya lo está analizando.