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martes, octubre 1, 2024
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¿Qué sigue?

Por decreto presidencial, finalizó la jornada nacional de “Sana Distancia” y se instauró la denominada “Nueva Normalidad”. No hay ningún cambio en la estrategia federal, salvo que ciertas actividades económicas y productivas ahora se consideran esenciales.

En estos momentos, lo que impera en el ambiente es la confusión: por un lado, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reinició sus giras presidenciales sin alguna necesidad apremiante; pero por otro, vemos al vocero del gobierno en el tema de la pandemia Hugo López-Gatell insistiendo en que nos mantengamos en casa.

El mandatario nacional actúa con una gran irresponsabilidad al reanudar sus visitas a los estados, ya que manda un mensaje a la población que el problema está resuelto o en vías de resolverse, lo cual es absolutamente falso. En esta semana se llegó a la cifra de 10 mil muertos en el país y no hay posibilidad alguna que en el corto plazo disminuyan. Sus seguidores -y la gente con menor posibilidad de informarse- perciben las salidas de López Obrador como una señal para continuar con su vida cotidiana; muchísimas personas creen en lo que dice, por lo cual siguen su ejemplo. El resultado es que desde el lunes 1 de junio en infinidad de lugares se observan personas por las calles y en comercios, inclusive algunos sin protección alguna.

Sería de gran utilidad que el Presidente visitara hospitales o mínimamente se reuniera con personas del sector salud; desde el inicio de la pandemia no recuerdo ni una visita a algún centro de salud o encuentros con doctores(as) y enfermeros(as) para alentarlos, o mínimamente agradecerles su valiosa labor.

Desde los primeros días de la presencia del COVID-19 en nuestro país, afirmé que el mandatario nacional se enojó con el virus… y no por la tragedia que está causando, porque perdió la agenda nacional y sus “mañaneras” ahora son intrascendentes. Dejó de ser el foco de atención, de ahí que ahora apostó por reactivar las giras presidenciales.

Da la impresión que López Obrador quiere meter acelerador a los procesos electorales del próximo año y siente que se le pasa el tiempo. Por su lado, la oposición busca alternativas para manifestarse y no encuentra el mecanismo de acción; el pasado fin de semana intentaron expresar su inconformidad con una caravana de autos en varios puntos del país, con un éxito muy precario. Solicitar la renuncia del “Peje” no es una demanda correcta, lo indicado es exigirle que cumpla con la promesa de un país mejor en el tema de seguridad, economía, infraestructura, transparencia, etcétera, asignaturas que se está quedando muy corto.

La pregunta que todos nos hacemos es, ¿qué sigue? Ciertamente, el tema de salud es la principal preocupación, ya que según lo dicho por los expertos, mientras no exista una vacuna, difícilmente regresaremos a la normalidad real (no la que quiere imponernos el gobierno). Además, a los habitantes de la Ciudad de México, Tijuana o Mexicali, una de las inquietudes más fuertes es la incertidumbre por ingresar a un familiar en caso de requerir hospitalización, ya que las instituciones están saturadas o rebasadas. Los enfermos son demasiados, aunque no se quiera reconocer.

La inmensa mayoría de ciudadanos tendremos que salir tarde que temprano de los hogares, sin la cura en camino; la situación económica apremia y el destino a todos nos está alcanzando.

Mientras tanto, el gobierno de México parece dejarnos a nuestra propia suerte. Sus cálculos nos indican que habrá mucho más muertos; el asunto es, ¿qué medidas van a tomar para evitarlas, o será que de plano ya les da lo mismo?

 

Alejandro Caso Niebla es consultor en políticas públicas y comunicación, y socio fundador de CAUDAE. @CasoAlejandro.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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