Señala la sensación chilena crisis lírica, falta de conciencia y responsabilidad social de músicos en Latinoamérica. Advierte sobre el compromiso de educar con canciones y no normalizar el acoso y abuso sexual, sobreponiendo estadísticas de popularidad al arte
Acertada en la mezcla de sonidos con los que edifica su propuesta sonora, la cantautora chilena doblemente nominada al Latin Grammy, Camila Anastasia Gallardo Montalva, de 23 años de edad, continúa promocionando con éxito su más reciente material discográfico “Monstruo”, del que se desprende el dueto “Funeral” junto al rapero argentino Wos. Avalada por Universal Music y bajo la producción de Sebastián Krys, la popularmente conocida como Cami enlistó en su nuevo álbum canciones como “La entrevista”, “Aquí estoy”, “La despedida”, “Esta canción”, “Vuelvo”, “Pena negra”, “Espero que seas feliz”, “Tú siempre”, “Mala leche” y “Monstruo”, con las que recorrió su país natal previo al confinamiento sanitario, en una gira que en su momento continuará por España, México, Estados y Latinoamérica.
“Ha sido un confinamiento interesante en el sentido de que a todos nos ha ayudado a crecer de alguna forma. He estado escribiendo harta música, produciendo, leyendo mucho e intentando estar más conectada conmigo y la música que estoy haciendo. No creo que sean procesos distintos a causa de la pandemia, lo que sí, un poco más maduros porque estoy en otro contexto de mi vida, eso le da la magia a todo. En los últimos seis meses mi vida ha tenido muchos cambios desde el nivel artístico, personal y amoroso, que provocó diversas mutaciones. Siento que crecí, los monstruos están más agresivos”, reconoció Cami en entrevista con ZETA.
Recientemente la cantautora participó como panelista en la Latin American Music Conference, al lado de Juanes, Bomba Estéreo, Mala Rodríguez y Choquibtown, donde compartió la necesidad de brindar mayor relevancia y cuidado en la construcción lírica y musical.
“Hoy en día existe una grave crisis lírica, lo cual es importante revisar, no me estoy yendo contra ningún género, creo que toda la música es importante, todos los géneros, yo también bailo reggaetón, cumbia y escucho de todo, pero eso no tiene nada que ver con las canciones, sino con lo que transmitimos con las letras de ellas. Es necesario que mis colegas tengan noción y conciencia de que nuestras canciones, las composiciones que compartimos, son el reflejo, el lenguaje genera realidad”, aseguró la sudamericana, para agregar:
“Como sociedad debemos concentrarnos en la educación de los niños, si no, será difícil que podamos romper con conductas y patrones que tenemos tan incorporados y atentan contra las mujeres y nosotros mismos. Como creadores artísticos no solo cantamos, sino que educamos a generaciones, y si uno como autor no tiene conciencia, es bastante fácil caer en la mediocridad artística al sobreponer las estadísticas de popularidad por encima del arte. Los números de éxito nunca pueden ser protagonistas de tu carrera”.
Respecto a la responsabilidad social en la música, Cami opinó: “En el gremio se ha perdido casi por completo, de pronto escucho a colegas cantando sobre temas que están fuera de lugar, a nosotras las mujeres nos critican porque nos crece medio centímetro el pelo y ellos fomentan o normalizan el acoso y el abuso sexual, y nadie dice nada. Creo que hay que despertar un poco del recreo mental en el que estamos, y entender que las letras sí son parte de nuestro día a día y nuestro subconsciente incorpora esas letras como hábito y comportamiento”.
Para concluir, la elegida por Amazon Music en la lista One of Our 2020 Artist to Watch
Se refirió a “Mounstro”, disco con el que pudo revisitar sus raíces e imprimir lo que es como mujer, lo que representa ser chilena y latinoamericana, además de compartir historias reales, y empáticas: “La gente se ha podido visualizar en las letras, eso lo hace especial, como trabajar con Wos en ‘Funeral’, quien por su propuesta va a generar verdaderos cambios en la industria; que la música vuelva a la lírica, a las letras, posturas, a permitir que el arte sea una herramienta de conocimiento, discurso y educación”.