En 2011 fue ejecutado en Guadalajara su hermano, priista, Javier García Morales
El atentado contra el secretario de Seguridad de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, no es el primero que se intenta en contra de miembros de su familia, pues anteriormente uno de sus hermanos, Javier García Morales , fue ejecutado en Guadalajara hace casi nueve años.
Autoridades no confirman ni descartan la línea de investigación que vincule ambos crímenes, pues es sabido que García Harfuch nació en Cuernavaca y ha hecho su vida prácticamente en el Centro y la región Meridional del país, con muy poca interacción con sus raíces jaliscienses.
El asesinato de Javier García Morales ocurrió el 6 de septiembre de 2011 en el fraccionamiento Providencia, cuando el entonces secretario general adjunto del Partido Revolucionario Institucional (PRI) arribó a un restaurante y al descender de su camioneta fue acribillado por dos sujetos armados.
El cuerpo del político jalisciense, de 58 años, quedó tendido sobre la banqueta de la avenida Providencia en su cruce con calle Bogotá, a donde inmediato arribaron personajes de la política local para identificarle.
Tanto el fallecido Javier García Morales como Omar García Harfuch eran hijos del político Javier García Paniagua, quien fue titular de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) en la década de la llamada Guerra Sucia en contra de los grupos subversivos o guerrilleros.
También fueron nietos del general Marcelino García Barragán, ex gobernador de Jalisco y ex secretario de la Defensa Nacional en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, cuando ocurrió la matanza de estudiantes en Tlatelolco, en la capital del país.
Del homicidio de García Morales jamás se conoció pesquisa alguna, ni fueron detenidos los autores del crimen, que huyeron a bordo de una motocicleta de bajo cilindraje. Solo se conoció que el finado recibió balazos en el cráneo, tórax y ambas piernas.
Además de la política, Javier García Morales tenía actividades empresariales y tierras tanto en Autlán de Navarro, de donde era originario, como en Tepames, Colima, donde gustaba de pasar temporadas de descanso y de altruismo con los pobladores.
Cabe mencionar que en un tiempo, a inicios del nuevo milenio, la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada (UEDO) de la Procuraduría General de la República investigó a García Morales por presuntas actividades ilícitas dentro de diversas averiguaciones previas, pero éstas se archivaron al no obtenerse pruebas de delito alguno.