Trabajadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) denunciaron que sufrieron hostigamiento laboral y despidos injustificados violentando sus derechos laborales. La intención de la actual administración -presidida por María del Rosario Piedra Ibarra- sería desmantelar el organismo público, acusaron.
Manuel López Castañeda, quien se desempeñaba desde hace casi diez años como operador de servicios en el programa Especial de Sexualidad, Salud y VIH dijo a ZETA que sin justificación alguna el director general del programa, Raúl Albores, cesó a 4 de los 7 integrantes del área.
Recordó que el 29 de mayo acudió a una reunión en la que Albores le comunicó que había sido cesado junto con los dos subdirectores (Rocío Ivonne Verdugo Murua y José Antonio Matus Regules) y Lázaro Mauricio Ayala Torres.
“El subdirector le preguntó cuáles eran los motivos, porque es muy irregular que te cesen sin que uno tenga antecedentes negativos, y sin alguna acta administrativa levantada”, a lo que Abores habría contestado “ya arriba ya saben quienes son ustedes y por eso quedan cesados y no nos dio ninguna razón”.
“En el fondo, la intención es desmantelar la CNDH porque ya dijo Piedra que su intención es hacerla una procuraduría de los pobres”, advirtió y abundó que, si bien en anteriores administraciones fue común el cambio de funcionarios de alto nivel a su llegada, “nunca se había visto” que tocaran plazas de menor rango y menos que violentaran los derechos de los trabajadores no liquidándolos.
López Castañeda explicó que al ser cesado dejó de recibir su salario, y está a la espera de lo que sucederá con el servicio médico al tener la condición de VIH. “Justo antes de que empezara la cuarentena por coronavirus fui a ver al médico, me dio medicamentos y tengo para sobrellevar esta situación, y el ISSSTE da dos meses de gracia para ir a otra cita y luego veré qué hago”.
Expuso su molestia porque el cese injustificado se hizo en un momento en que no se puede buscar trabajo, ni le dieron ninguna liquidación, pese a que es una persona de la tercera edad que estaba próximo a jubilarse.
López Castañeda hizo un llamado a la Suprema Corte, al Poder Judicial y al pueblo de México sobre lo que está pasando en la Comisión Nacional de Derechos Humanos, “porque se están pasando por alto los derechos humanos de los trabajadores y porque la Comisión había sido hasta ahora una institución en la que confiaban muchos mexicanos […] y es un organismo fundamental para la democracia del país”.
Refirió el caso del subdirector de Comunicación, Lázaro Serranía Álvarez, quien el pasado 15 de junio denunció que le habían suspendido el salario por instrucciones del secretario Ejecutivo, Francisco Estrada Correa.
En una misiva, Serranía Álvarez (quien presenta síntomas de COVID-19) denunció que estaba siendo “víctima de flagrante violación” de sus derechos humanos laborales, ya que “sin más explicación” la CNDH le había dejado de pagar.
“No sé si es un castigo, no veo la causa, o una medida disciplinaria fuera de norma, no sé por qué; no he sabido nada del tema, pero necesito mi salario, ahora sí por emergencia, ya que desde hace tres semanas tengo dificultad para respirar; no se me ha diagnosticado Coronavirus 19, pero tampoco se me ha descartado. Para mi atención médica y hacerme los exámenes y estudios que se requieran necesito de esos recursos ya que carezco de ahorros”.
Consideró una injusticia lo que está sucediendo, ya que durante los casi 20 años que llevaba laborando en la CNDH siempre tuvo un comportamiento ético, profesional e institucional, bajo las órdenes de cuatro Ombudsperson nacionales y once directores Generales de Comunicación, “a quienes he servido fiel y disciplinadamente desde el año 2001, y nunca tuve problema alguno”.
“Si se tratara de un recorte de personal más, lo entendería, pero hasta para eso hay formas y la principal es enterar al trabajador de una decisión de despido, son las mínimas atenciones de respeto a los preceptos de la Ley Federal del Trabajo y a sus derechos humanos, en la Casa de los Derechos Humanos”, indicó.
“Hasta ahora nada sé, ya me quitaron el salario, me cancelaron mi correo electrónico institucional, hasta prohibieron a mis compañeros dirigirme el habla”, aseguró en un mensaje enviado en un grupo de whatsapp de periodistas de la fuente, antes de que éste fuera eliminado.
Por este caso, según El Universal, también fue cesada la directora de Comunicación Social, Alejandra Azeta, quien habría sido despedida por el secretario Ejecutivo, Francisco Estrada “bajo el argumento de que no cuidó al secretario Ejecutivo”.
Otra trabajadora, quien habló con este semanario de forma anónima, relató que ella trabajaba desde hace más de dos años en la 5ta Visitaduría en CNDH, y que desde el 11 febrero Javier Quetzalcóatl Tapia, quien no tenía nombramiento en ese momento como encargado del programa, le había solicitado su renuncia, a lo que no accedió.
Me dijeron que “necesitaban la plaza, primero me cargaron de trabajo y después me quitaron todo el trabajo y me acentuaban el hecho de que no sabían por qué se había formado la plaza, pero honestamente se formó por el trabajo y la demanda que había de ese servicio”.
Otra anomalía fue cuando le pidieron un expediente que ella no tenía. Luego de corroborar que no se lo habían asignado, se lo dieron para que lo trabajara en dos semanas. “Mi trabajo no se hace en dos semanas, pero soy una persona que hasta en la noche se queda, lo saqué y lo entregué y de ahí me dejaron de mandar trabajo, y yo sabía que había porque me habían pedido asesoría para otros”, relató.
“Entonces fui al Órgano de Control Interno, donde me batearon. De ahí fui a hablar con la presidenta, llevé un documento con su particular, Francisco Estrada”.
Posteriormente, “el 20 de marzo me contesta, ya resuelto, no se preocupe, y yo doy por un hecho que me están dando la oportunidad de conocer mi trabajo, como lo solicité, independientemente de estar en esa visitaduría”.
Sin embargo, el 16 de junio el abogado Marco Antonio Rivera López le dijo que la oportunidad se la habían dado estos meses, y volvió a pedirle su renuncia.
“Yo insistía en que no quería entregar mi plaza, entonces me decía que me iban a enviar a un área o una notificación que se denomina cese y que no le gustaría llegar a ese extremo, porque es muy feo y muy drástico”.
Al preguntarles el motivo de que me pidieran la plaza, él me contestó que lo único que querían era la plaza. “Le pedí una hora para pensarlo, pero él insistió en que tenía que ser en ese momento, y ante la presión accedí a firmar, pero se me sigue haciendo muy injusto”.
En su oportunidad, Gonzalo Cortés Javier, quien se desempeñó como visitador adjunto por diez años en el programa de Agravios a periodistas y defensores civiles, adscritos a la Quinta Visitaduría afirmó que luego de que se le traspapeló un archivo le levantaron un acta administrativa y lo cesaron.
“Con la pandemia de coronavirus la gente está distraída y eso está siendo aprovechado para pegarle a la CNDH”, dijo y agregó que el pasado 16 de febrero la presidencia de la CNDH emitió los Lineamientos Generales para la Renovación de la CNDH.
En ese documento -firmado por María del Rosario Piedra Ibarra- indica que “el objetivo de la renovación en que estamos comprometidos es entablar la reingeniería institucional que permita hacer de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos una institución más eficiente y menos costosa. Sin burocratismo pero respetando siempre los derechos de sus empleados y trabajadores”.
Líneas más abajo detalla dichos lineamientos, entre los que destaca que “no habrá despidos entre operativos y profesionales, salvo aquellos casos derivados de un análisis personalizado, acordado con los empleados, en cuyo caso recibirán una justa compensación por su antigüedad”.
Indica que también “se reducirán al 50 por ciento los contratos por honorarios en una primera etapa” y se eliminarán las contrataciones para llevar a cabo investigaciones, estudios, documentos, por personas externas a la Comisión.
Se hará una retabulación de los salarios para evitar las disparidades arbitrarias entre funciones similares y niveles próximos, con el fin de erradicar el uso discrecional de las plazas.
CNDH SIN RESPUESTA SOBRE DESPIDOS INJUSTIFICADOS
Sobre el caso de Serranía Álvarez, la CNDH difundió en redes sociales un boletín en el que señaló que “se desconocen las causas por las cuales fue eliminado el grupo de Whatsapp institucional de Difusión de trabajo y las acciones de la CNDH”.
Aseguró haber iniciado una “investigación en torno a las declaraciones del Lic. Lázaro Serranía Álvarez y de su análisis se tomarán acciones de inmediato para corregir actuaciones erróneas que se hayan presentado en el área”.
“Para la CNDH es prioritaria a protección de los derechos de la base trabajadora en ésta y en todas las etapas de la presente administración”, indicó, sin embargo, no respondió a la solicitud de una entrevista o un posicionamiento oficial que hizo ZETA al área de Comunicación Social, en cuanto a las otras denuncias de cese injustificado.