El pasado martes 23 de junio, la Secretaría de Manejo y Saneamiento y Protección del Agua, encabezada por Salomón Faz, ordenó cambiar el color de los 125 kilómetros de acueducto -hasta el punto de descarga- que traslada agua desde el Río Colorado para abastecer gran parte de las necesidades hídricas de los municipios de Zona Costa.
El tubo de 48 pulgadas de diámetro tiene más de 20 años siendo de color azul, y dejará de serlo para tener una gama cromática más “amigable” con el paisaje rocoso de La Rumorosa.
El boletín de prensa del Gobierno del Estado, establece que se realizaron trabajos de mantenimiento preventivo, entre ellos utilizar un color con “base de poliuretano, mismo que es resistente a la intemperie, abrasión y sustancias químicas, esto con la intensión de disminuir la contaminación visual en la zona desértica de Baja California”.
El pasado 22 de abril, el Presidente Andrés Manuel López Obrador criticó la contaminación visual que genera el color azul del acueducto al paisaje rocoso de la zona, después de un recorrido.
“Llegaba un partido al gobierno, las escuelas, las bardas, todos los edificios públicos, los palacios; llegaba uno a un municipio y no hacía falta preguntar qué partido gobernaba, bastaba ver cómo estaba pintado el palacio. Yo le sugerí al gobernador de Baja California ‘píntalo’, el acueducto del color de las piedras, y sirve para darle mantenimiento, para que se confunda un poco”, declaró López Obrador.
La Norma Oficial Mexicana (NOM-028-STPS-1994) establece claramente que el color azul es utilizado para identificar tubería que transporta agua potable, además que muchos tubos PVC tienen este color de fábrica.
Entrevistado sobre el tema, el doctor Alfonso Cortez Lara, del Colegio de la Frontera Norte (El Colef), comentó que el azul es un identificador internacional de fluido -agua en este caso-, así como para las aguas residuales tratadas se utiliza el color morado, y amarillo para el petróleo.
Cortez Lara también criticó las prioridades del gobierno bonillista, pues, en medio de una pandemia, se preocupan por gastar varios millones en pintar un tubo, cuando existen carencias en hospitales que atienden a pacientes con COVID-19.
No es la primera vez que el gobierno de Bonilla quiere “borrar” el color azul de la infraestructura gubernamental. El pasado 19 de febrero, trabajadores estatales pintaron de guinda los barandales utilizados por personas con discapacidad. Por lineamientos internacionales, tanto la rampa de acceso como los tubos deben ir de color azul; por lo tanto, tuvieron que pintarlas de nuevo.
El Fiscal General Guillermo Ruiz Hernández, en el mes de noviembre, durante la presentación de sus oficinas y del nuevo cuerpo policial a su mando, incluyó el prototipo de patrullas color guinda. El hecho generó controversia, debido a que existen reglamentos para homologar a las corporaciones policíacas en todo el país, y estos establecen los colores que debe utilizar cada corporación.