Residentes del fraccionamiento Paseos del Vergel bloquearon el carril Sur del Bulevar 2000, con dirección a Playas de Rosarito, con el fin de exigir la atención de las autoridades municipales y estatales y les resuelvan el problema de derrumbes, que hay en la zona.
María Elena Palafox, presidenta del Comité de Vecinos de Paseos del Vergel, comentó a ZETA que el problema de deslaves lo tienen desde hace 2 años, por una fuga de agua, incluso, ocho viviendas ya han sido desalojadas y están a punto de derrumbarse.
Trabajadores de la Comisión Estatal de Servicios Públicos atendieron el reporte, y aunque lo solucionaron, les indicaron que el verdadero problema estaba en el tanque, situado al interior del fraccionamiento.
“El problema es que la empresa desarrolladora, Viveica, se declaró en bancarrota desde hace 2 años, sin entregarnos al Ayuntamiento”, dijo Palafox, por lo que ninguna autoridad gubernamental ha podido hacer algo.
“Ya fuimos con Arturo (González Cruz), y nos dice que “ya lo están viendo”, ya fuimos a la Cespt, también fuimos con la delegada de La Presa Este, Cristina Muñoz, y ninguno nos hace caso, no queremos quedar como los de Cumbres del Rubí, cuando este problema se puede solucionar, o si no, que nos digan con quién tenemos que ir, si es que ellos no pueden”, expresó.
El derrumbe ya cubrió uno de los dos carriles de entrada que hay al fraccionamiento y está en riesgo otro, además que si llega a haber un deslizamiento de las casas ya colapsadas, éste podría llegar hasta el Bulevar 2000 y afectar a más personas.
Los manifestantes se aplomaron con pancartas, cinta de “Precaución” y una cadena sobre el Bulevar 2000, en la entrada del desarrollo, y no dejaron pasar a nadie durante una hora, ni siquiera a los vecinos que también viven ahí, e iban llegando.
De inmediato, automovilistas, transportistas, choferes de transporte público, así como los pasajeros, comenzaron a protestar y decirles que también estaban violentando su derecho al libre tránsito, la fila de vehículos llegó hasta la Plaza Oasis, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.
Los ánimos subieron y casi llegan a los golpes, entre los manifestantes y los automovilistas afectados, se dijeron improperios, y hasta hubo jaloneos, la mayoría eran mujeres. Al final llegaron a un acuerdo, y liberaron un carril para desahogar el tráfico.
Al lugar también llegaron agentes municipales que después de escuchar los motivos de los manifestantes, se aseguraron de liberar el tráfico sin afectar la protesta, pero les advirtieron que aunque se manifestaran, era poco probable que consiguieran el apoyo que pedían.
María Elena Palafox, así como el resto de los vecinos, comentaron a ZETA que lo único que piden es evitar otra catástrofe, como se han registrado en Tijuana, con los deslizamientos, y de ser posible, que el Municipio les construya otra entrada y salida, para ya no estar en riesgo, con la existente.