Según el fideicomiso Fodepar, debido a malos manejos de directivos al interior de la Comisión Nacional del Deporte y algunos directivos de federaciones, el incentivo económico a deportistas está en riesgo de desaparecer
Hace unas semanas, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto que ordenaba la terminación de los fideicomisos públicos, mandatos públicos y análogos, que juntos representan más de 700 mil millones de pesos que pasarían a las arcas de la Tesorería de la Federación.
El grupo parlamentario del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en la Cámara de Diputados, presentó una iniciativa de reforma que busca la modificación de 14 leyes (incluida la de Comisión Nacional del Deporte, Conade) que confirmarían la extinción de 44 fideicomisos públicos. La iniciativa permitiría al Gobierno de México la disposición de aproximadamente 91 mil millones de pesos adicionales.
“Queremos eliminar la opacidad de los fideicomisos por estar vinculados a la discrecionalidad y la falta de transparencia”, justificó Dolores Padierna, vocera de la bancada morenista en el Congreso.
De acuerdo a su objetivo, el Fondo para del Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar) es un fideicomiso público no paraestatal de inversión y administración que tiene como fideicomitente a la Secretaría de Hacienda, como fiduciario a Nacional Financiera y como unidad responsable coordinadora a la Conade. El fondo promueve y fomenta el deporte de alto rendimiento con el objetivo de “brindar apoyo integral a los mejores deportistas del país por medio del otorgamiento de becas, campamentos, equipo multidisciplinario, competencias, equipo deportivo, complementos e insumos médicos y calzado deportivo”.
Según sus datos, el Fodepar apoyó a 299 atletas del deporte convencional, 21 del deporte adaptado, 700 del deporte nacional, 100 medallistas olímpicos y 81 paralímpicos. El dinero fue utilizado para asistencia a competencias, concentraciones, preparación, campamentos, campeonatos mundiales, Juegos Centroamericanos de Barranquilla 2018 y rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. De igual manera, para compra de material, vestuario, calzado y equipo deportivo; pago a entrenadores y equipo multidisciplinario. Y entre otros puntos, paga honorarios fiduciarios, comisiones bancarias y gastos de administración.
El fideicomiso, antecesor del Compromiso Integral de México con sus Atletas (CIMA), tiene en sus arcas casi 300 millones de pesos. Fue auditado en 2019 (solo el primer semestre del año) y la Secretaría de la Función Pública reportó daño patrimonial por 50.8 millones de pesos, desvío de recursos y comprobación del dinero con documentos alterados, apócrifos y fraudulentos.
PREOCUPACIÓN ENTRE LOS ATLETAS
La inquietud entre la comunidad deportiva por la posible desaparición del Fodepar no cesa. La taekwondoína María Espinoza compartió su preocupación sobre la probable extinción del Fondo y reiteró la importancia de este para la preparación de los atletas:
“Los atletas que estamos en el fideicomiso, somos los que hemos tenido resultados o que nos proponen porque vamos bien en el ciclo olímpico, ha sido de gran ayuda para mí en cada una de las competencias que he tenido este fideicomiso. Mis resultados no fueran mis resultados si no estuviera este fideicomiso”.
Para la deportista de 32 años de edad, dicha ayuda ha sido de mucha utilidad en las competencias para la delegación nacional, “México tiene pocos resultados a nivel olímpico, si quitan el fideicomiso, ¿qué será de los resultados? No hay que quitar Fodepar, hay que fortalecerlo”, sugirió.
Durante su participación en la reunión virtual con la comunidad deportiva para analizar la continuidad del Fodepar, convocada por la Cámara de Diputados, la multimedallista señaló que cada uno de los participantes dio su punto de vista, “hubo varios planteamientos, propuse mejor planificación y mejor gestión”, y se refirió a su preparación para Tokio 2020: “Sigue mucha incertidumbre en torno a los Juegos Olímpicos, me sigo preparando día a día para cualquier decisión. No sabemos qué medidas tomarán para Tokio, habrá un mundo antes y después del COVID-19, no sabemos cómo será”.
Por su parte, Paola Longoria criticó la posible desaparición del Fodepar, al cual consideró de vital importancia para su preparación deportiva y lamentó que su desaparición esté relacionada con malos manejos al interior de la Conade.
“Estos escándalos en Conade a veces llegan o te llevan al punto de ver cómo se pueden erradicar los fideicomisos. Sé perfectamente que en México estamos pasando por una crisis bastante fuerte que se generó con toda esta situación del coronavirus y la reestructuración de fideicomisos está bien, no tiene nada de malo que vean y revisen si el presupuesto se está manejando como debe ser, pero creo que lo mejor es reestructurarlo para bien donde los atletas”, expresó la racquetbolista, y pidió a los atletas “no paguen los platos rotos” por los malos manejos que ha habido al interior de la Comisión, en espera que el presupuesto al deporte se reestructure a favor de la comunidad deportiva de México.
“Desafortunadamente siempre al deporte se le resta presupuesto federal, y si lo tienen que reestructurar, espero que lo hagan de la mejor manera para el bien de los atletas y no de los funcionarios, nosotros no podemos pagar los platos rotos por los malos manejos”, reiteró.
El presidente de Medallistas Olímpicos de México, Daniel Aceves Villagrán, sugirió retirar la propuesta de extinción del fideicomiso del Fodepar y no tenerla en el congelador.
Durante su participación en la reunión virtual con la comunidad deportiva para analizar la continuidad del Fodepar, convocada por la Cámara de Diputados, coincidió con el diputado Mario Delgado respecto a que “una película no se hace un año”, como tampoco un campeón olímpico. En ese contexto mencionó que es importante visualizar la inversión en el deporte a mediano y largo plazo, “en las últimas dos décadas, junto con Fodepar se construyeron 26 medallas olímpicas y cerca de 70 paralímpicas, Fodepar permite que los atletas de alto rendimiento, medallistas olímpicos y paralímpicos activos tengan transporte, becas, alimentación, insumos y pago para los equipos deportivos, apoyos multidisciplinarios, becas vitalicias y becas deportivas”, resaltó el medallista olímpico de Los Ángeles 1984.
“Es importante decir que las instituciones no fallan, las que fallan son las personas”, indicó al aludir que un cambio jurídico en torno a Fodepar, llevaría entre 180 y 360 días, por eso la propuesta concreta de medallistas olímpicos “es que permanezca esta figura” para alivio de los próximos Juegos Olímpicos de Tokio.
EL PROCESO LEGISLATIVO EN SUS PRIMERAS FASES
El diputado Ernesto Vargas, presidente de la Comisión de Deporte del Congreso de la Unión, defiende que si el resultado de la votación en el pleno, que podría tardar aún meses, avala la extinción del Fodepar, la Cámara de Diputados está obligada a establecer un nuevo mecanismo de financiación para los atletas, que dependen en gran medida de las becas de dicho fondo.
“No puede desaparecer el Fodepar hasta que no se tenga otro método que garantice las becas vitalicias para quienes nos han representado en Juegos Olímpicos y para los atletas de alto rendimiento. Lucharía por eso, hay muchos medallistas y atletas que hoy reciben su beca y prácticamente viven de eso”, aseguró Vargas.
El proyecto de los parlamentarios de Morena contempla reformas a los artículos 30, 94, 110 y 116 de la Ley de Cultura Física y Deporte, precisamente la derogación o nueva redacción de los incisos y párrafos que respectan al Fodepar, por lo que este no tendría sustento legal alguno.
Por ejemplo, el Artículo 110, en su segundo bloque, determina: “La Conade promoverá y gestionará la constitución de fideicomisos destinados al otorgamiento de un reconocimiento económico vitalicio a los deportistas que hayan obtenido una o más medallas en Juegos Olímpicos o Paralímpicos”, fragmento que, de prosperar la iniciativa, sería suprimido.
La extinción del Fondo supondría un duro golpe a los atletas inscritos en este, a un año de los Juegos Olímpicos de Tokio, pospuestos por la actual pandemia.
Consciente de que la iniciativa parlamentaria no acredita cómo continuar con los esquemas de apoyos económicos en caso de desaparición del fondo -lo que le hace dudar sobre su postura-, el funcionario sentenció:
“No quiero perjudicar a los atletas. Como diputado, quiero velar por su bienestar y que tengan todo lo necesario para sus competencias. Y tampoco quiero que el dinero que es para ellos, se lo roben las federaciones y los administradores del deporte a nivel nacional”.