Luego de la reconversión de los principales hospitales de Tijuana, Hospital General y clínica #1 del Imss, para atender de manera exclusiva a los casos confirmados con COVID-19, el resto de los nosocomios se establecieron de apoyo para recibir pacientes con otros padecimientos y de urgencias médicas.
En el caso de esta ciudad, los hospitales Issstecali Mirador, Issste Palmas, las clínicas #7 y #20 del Imss, así como el Materno Infantil para las urgencias ginecoobstétrica, son los que reciben a los pacientes no COVID.
A través de una denuncia anónima, se hizo de conocimiento a este Semanario el caso de una mujer embarazada, que llegó en ambulancia al hospital Issstecali Mirador el pasado 18 de junio, con complicaciones de salud, y estuvo más de 30 minutos esperando por atención médica.
El personal no la quiso recibir, bajo el argumento de que no se contaba con el médico especialista en el turno. De acuerdo con el testimonio, la mujer dio a luz a bordo de la unidad y fue trasladada al Materno Infantil para su valoración; su hijo fue sietemesino y tampoco había espacio para atender al menor en el Issstecali.
Por otra parte, ZETA consultó a distintas organizaciones que atienden urgencias médicas en la ciudad, las cuales afirmaron que desde la conversión de los hospitales han tenido dificultades para ingresar pacientes a esta unidad hospitalaria. Los más difíciles de “acomodar” son los embarazos con complicaciones y los lesionados por arma de fuego o con fractura craneoencefálica.
En algunos casos, los usuarios son admitidos luego de estar más de una hora esperando en el estacionamiento; de lo contrario, son trasladados a los hospitales generales de Tecate y Rosarito, lo que implica que tarden más tiempo en recibir la atención hospitalaria.
El doctor Dagoberto Valdés Juárez, subdirector general médico estatal de Issstecali, comentó con este Semanario que la espera máxima para atender a los pacientes de urgencias va entre los 20 y 30 minutos, y que las mujeres embarazadas son de atención prioritaria, sin importa su condición médica.
“No dudo que en algún momento, con todo el flujo de pacientes que a veces acuden, pudiera quedar alguno rezagado”, expresó Valdés Juárez. Sugirió a los usuarios que tengan algún a dificultad para recibir atención, que se acerquen con cualquier autoridad, como el director, el subdirector o el mismo personal de trabajo social del hospital.
“No hay ninguna limitante para dar esas atenciones. Hasta el momento, el hospital no ha sido rebasado, no hemos registrado más del 65 por ciento de su ocupación”, dijo y añadió que en algún momento padecieron la falta de algunos especialistas, quienes se enfermaron de coronavirus o se retiraron por ser población vulnerable, pero actualmente cuentan con todos los especialistas e insumos para brindar atención.
