El licenciado Guillermo Ruiz Hernández parece no tener llene. No solo se quedó con la estructura y personal de la Secretaría de Seguridad Pública cuando la Procuraduría General de Justicia del Estado transitó de esa institución a la Fiscalía General, después quiso y parece que el gobernador Jaime Bonilla Valdez y su bancada en el Congreso se lo concederán, atraer a la FGE al Servicio Médico Forense, que ahora está en la facultad del Poder Judicial del Estado. También quiere que la Fiscalía Anticorrupción deje de ser autónoma como la aprobaron en la actual Legislatura, y sea parte de la institución que él encabeza. Y la última: ya dijo que va por la Dirección de Medidas Cautelares, área encargada de implementar las resoluciones de los jueces en referencia a las pre liberciones y los controles sobre las mismas. Esta área está en la Subsecretaría del Sistema Penitenciario, que aún es facultad de la Secretaría General de Gobierno, pero que a propuesta del Ejecutivo estatal, pretenden crear una institución autónoma de aprobarse en el Congreso del Estado. La subsecretaría la encabeza Salvador Morales Riubí, y de aprobarse la iniciativa en el Legislativo, sería el primer titular de la institución autónoma. Pero “Titi” Ruiz tiene otros planes: quiere la Dirección de Medidas Cautelares para poder llevar un control de aquellos que habiendo sido acusados y procesados, lograron su libertad, para saber de sus movimientos e instaurar un programa que los mantenga alejados de la criminalidad. Ahora sí que el fiscal estatal no tiene llene.