Reos federales solicitan amparo señalando síntomas de COVID-19 y no les atienden
Luego del deceso confirmado por coronavirus del narcotraficante Moisés Escamilla May “El Gordo May”, líder de una de las células de Los Zetas que operaba en Quintana Roo, otros internos del penal de máxima seguridad de Puente Grande presentaron demandas de amparo reclamando atención médica.
La muerte del hombre acusado de decapitar a 12 personas a Yucatán en 2008 se registró la noche del viernes último, pero fue confirmada por autoridades de la Secretaría de Salud Jalisco hasta el reporte del domingo.
El Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) número 2 “Occidente”, en El Salto, Jalisco, de donde se fugó el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán el 19 de enero de 2001 se encontraba al margen de los casos de contagio de la pandemia.
La muerte de Moisés Escamilla May “El Gordo May” ocurrió después de que ingresó al área médica del penal federal con un cuadro gripal fuerte y posteriormente cayó en paro cardiaco. El interno padecía de hipertensión y obesidad, entre otros males.
El jefe Zeta originario de Campeche purgaba una sentencia de 37 años seis meses de prisión dictada en el Juzgado Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de Jalisco por los delitos de delincuencia organizada, contra la salud y portación de arma de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas.
El área de Psicología de la misma prisión había diagnosticado en “El Gordo May” con depresión y trastorno de ansiedad. Tras ese diagnóstico, el privado de libertad se hallaba en observación, pues constantemente manifestaba que “tenía miedo de morir de un infarto”.
Por su parte, en el área Educativa trascendió que Moisés se hallaba actualmente cursando la educación preparatoria.
Otros internos temerosos de sufrir el mismo destino que su compañero de encierro acudieron ante la justicia federal para solicitar garantías. Entre ellos los Josè Alberto Martínez Barrientos, Alan Alfredo Rodríguez Muñoz, Sergio Iván Núñez del Río y José Ángel Zapata Pantoja.
Reclaman: Negativa de darles atención médica a los cuatro quejosos, toda vez que tienen síntomas de COVID-19”. El Juez Primero de Distrito de Amparo en Materia Penal en Jalisco les concedió la suspensión de plano para que las autoridades penitenciarias les brinden la atención requerida de inmediato.
Se esperan más demandas de amparo en las próximas horas.