Estos días que he vivido, por culpa del famoso coronavirus y guardar y evitar la aglomeración de personas, recordé mi niñez.
Se me vinieron a la mente juegos infantiles como “la roña”, “la trais” y “los encantados”. También, vinieron a mi memoria aquellos tiempos de primaria, al entrar al aula de clases, y el educador decía y gritaba “¡tomar distancia!”; separados, como lo de la sana distancia, de más de 1 metro lineal. “Tomar distancia, ¡ya!”. También recordé el juego del “bebeleche” en el piso, pues en grandes mercados hay marcas de cómo seguir y tomar la distancia (que puede y marca la diferencia).
Bien por quien se queda en casa, y bien por quien no se fue de vacaciones; a los desobedientes, les puede ir mal. A veces somos un pueblo desobediente y testarudo; después no se lamenten.
¡Ay de mi memoria que se fue a la era retro y por el túnel del tiempo, varias décadas atrás, y recordé a “la trais”, a “la roña” y al grito sonoro de mi maestra de 1ro. de primaria…! Profra. Carmen Topete, que me enseño a hacer esto, a escribir. Q.E.P.D., la quise mucho.
A todo mundo, tomar distancia, ¡ya!
Atentamente,
Leopoldo Durán Ramírez.
Tijuana, B.C.