Conzultoría Matrimonial y Familiar
“La soledad, cuando es aceptada, se convierte en un regalo que nos lleva a encontrar nuestro propósito en la vida”.
-Paulo Coelho.
Ante la actual pandemia por el coronavirus, que a todos nos agobia, más a aquellas personas que viven solas, de cualquier edad o género (lo que me imagino debe de ser difícil y duro), sé de personas que así viven y están aceptándolo, ya que en alguna forma han programado su forma de vida. Lamentable aquellas personas que se quedaron sin trabajo, y que han de estar sufriendo por esa situación, sin soslayar aquellas que, aun viviendo acompañadas, se sienten solitarias y/o aisladas; muchas con deseos de suicidarse o morir al momento, desgraciadamente.
El aislamiento social en la salud de los adultos mayores, sin una interacción social adecuada, tiene el doble de probabilidades de morir prematuramente. Las personas mayores son especialmente vulnerables a la soledad y el aislamiento social; como resultado, esto puede afectar gravemente su salud. Tras la separación o la muerte de la pareja o los hermanos, muchas veces hay que enfrentarse a la realidad de no tener a nadie con quien hablar. Sin embargo, en vez de permitir que la soledad consiga apoderarse de nosotros, algo se debe hacer al respecto.
Si se vive solo por su cuenta, aunque diga que sí, definitivamente no está solo. Se estima que más de una cuarta parte de la población mundial vive sola. Tanto si viven solos por elección como si los obligan las circunstancias, no hay duda de que tiene sus ventajas; pero la mayor desventaja es el sentimiento de soledad. Ante esto, hay muchas cosas que se pueden hacer para combatir la soledad, y como ejemplo lo que ha hecho el gobierno de Inglaterra, que copio textualmente de una nota:
“Cuando el Gobierno del Reino Unido decidió crear un Ministerio para la Soledad, a finales de 2018, uno de cada cinco británicos aseguraba que se sentía solo la mayor parte del tiempo. 200,00 personas mayores, averiguaron los sondeos, habían pasado más de un mes sin comunicarse con amigos o familiares. Múltiples estudios médicos han señalado la deriva física y mental a la que puede conducir un aislamiento involuntario: deterioro del sistema inmunológico, enfermedades cardiacas, Alzheimer o depresión. La trágica paradoja de la crisis actual es que puede conducir a muchas personas a encerrarse más en sí mismas por miedo a contagiarse”.
“Las buenas noticias, si es que algunas pueden surgir de esta debacle, son que las nuevas tecnologías de comunicación, la creciente sensación de comunidad que está surgiendo y la obligada ralentización de la vida, han permitido levantar la alfombra y descubrir lo que había debajo; han puesto el foco sobre un problema hasta ahora ignorado. La soledad es un estado mental subjetivo. Mucha gente puede sentirse sola en medio de la multitud, ir a una fiesta y ser incapaces de conectar con nadie. Y otros pueden estar solos en casa, o con alguna otra persona, y sentirse muy a gusto consigo mismos, empieza por aclarar la doctora Sarita Robinson, profesora titular de la Escuela de Psicología en la Universidad de Central Lancashire”.
Se sabe que la soledad puede ser definida de diversas formas; pero en principio, la soledad es una condición de malestar emocional, que surge cuando una persona se siente incomprendida o rechazada por otros o carece de compañía para las actividades deseadas, tanto físicas como intelectuales, o para lograr intimidad emocional. La experiencia de soledad, en el fondo, es la sensación de no tener el afecto necesario deseado, lo cual produce sufrimiento, desolación, insatisfacción, angustia, etc.; si bien, se puede distinguir entre aislamiento y desolación, es decir, entre la situación de encontrarse sin compañía y la conciencia de deseo de la misma, de añorar personas o situación.
Sin duda, la actual situación ha dado lugar para exacerbar la soledad en que viven muchos. Ojalá que los que podamos y conozcamos a gente así, les apoyemos, aunque solo sea comunicándonos con ellos, y seamos empáticos. A fin de cuentas, todos necesitamos de todos.
Gracias como siempre a mis dos que tres lectores por sus comentarios y consultas al correo: bautista46@hotmail.com
El Licenciado Roberto Bautista reside en Tijuana, B.C.