El grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional en la Cámara de Diputados consideró como “preocupante” que el gobierno federal haya emitido un Plan de Re-apertura Económica cuando el factor de contagio de COVID-19 no ha disminuido “tal como lo indica la Organización Mundial de la Salud”.
El GPPRI aclaró que no se opone a la reactivación de la economía, dados los estragos que el confinamiento como medida precautoria ha ocasionado al sector productivo. Sin embargo, estimó que la reanudación de actividades debe hacerse “con prudencia y responsabilidad”, en aras de evitar un “rebrote de contagios masivos”.
Planteó que la reactivación no es posible si no se aumenta el número de pruebas rápidas de detección de coronavirus.
“Insistimos en la urgencia de realizar el mayor número de pruebas posibles de detección de COVID-19 para contar un mejor diagnóstico que identifique fuentes de contagio y evitar falsas expectativas en los hogares, empresas o instituciones”, agregaron los priistas en un pronunciamiento emitido este domingo 17 de mayo.
Agregaron que “una decisión sin fundamento técnico podría ser criminal”.
De acuerdo con los legisladores federales, el documento referente al reinicio de operaciones en instituciones, comercios y negocios, “está muy lejos de ser un plan integral y detallado”, por lo que podría generarse “una percepción equivocada sobre los riesgos”, de manera que no se debe transmitir la idea de que el problema de salud ya quedó resuelto.
También aludieron a la pertinencia de que exista claridad en la metodología para monitorear los casos de rebrotes de la epidemia y establecer si se regresará al denominado Método Centinela o se operará bajo otro formato.
Dijeron ser necesario protocolos de sanitización tanto en empresas como en fábricas, lo mismo que medidas de prevención en el transporte para personal, al igual que en restaurantes, parques, jardines y demás espacios públicos.
En cuando al semáforo para reanudar operaciones, dado a conocer por el gobierno federal y el cual entrará en funcionamiento a partir del 1 de junio, criticaron el hecho de que haya un desfase entre las actividades laborales y las escolares, pues mientras éstas iniciarían cuando el dispositivo esté en verde aquéllas cuando esté en amarillo.
“Eso pone en riesgo la seguridad de nuestras niñas, niños y adolescentes”, de manera que “es urgente una estrategia que permita a los padres y madres regresar a su trabajo sin que eso deje en el abandono a los menores”.
Además sugirieron un paquete de incentivos “que eviten la quiebra y ayuden a los micro empresarios a enfrentar sus pasivos acumulados”. En ese sentido alertaron que “ningún programa social podrá atender a la gran cantidad de desempleados que se está generando”.
Como medidas complementarias de contención económica finalmente demandaron créditos (pese a que el gobierno federal puso en marcha 3 millones de apoyos crediticios), también exigieron que haya ingreso vital único así como seguro de desempleo.