La sentencia emitida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación contra la modificación al Artículo Octavo transitorio constitucional, realizada por diputados de la XXII Legislatura -en su mayoría panistas- y que cambió el periodo de la gubernatura de dos a cinco años, fue un acto casi sádico, pues los once ministros se pronunciaron para destrozar al Congreso bajacaliforniano -autor material de lo que calificaron como un “fraude constitucional”- y, por ende, al propio gobernador Jaime Bonilla Valdez, con la aparente intención de dejar claro que lo que hicieron aquellos legisladores está prohibido y no debe repetirse en ningún lugar del país.
El revés de la Suprema Corte hacia el bonillismo es la primera victoria real que pueden adjudicarse los partidos opositores a Movimiento Regeneración Nacional, quienes pareciera encontraron oxígeno para los próximos comicios y ya están tejiendo las alianzas.
Por lo pronto, el PAN ya extendió la mano a nivel nacional con Movimiento Ciudadano, cuya intención sería buscar una candidatura de unidad por la gubernatura teniendo como perfil a Gustavo de Hoyos Walther, a quien -hasta donde se sabe- no han convencido, pero de no aceptarlo, habría simpatía por otros como Gustavo Sánchez, Juan Manuel Hernández Niebla y Ernesto Elorduy Blackaller. Aunque parece que las últimas dos propuestas podrían quedarse.
Lo único que podemos asegurar es que para 2021, el PAN va en alianza con Movimiento Ciudadano a nivel nacional, y muy probablemente con el cascajo que es hoy el PRD, siempre y cuando se busque un perfil más ciudadano.
Veremos qué pasa con el regidor de Mexicali, Arnoldo Douglas Álvarez y el diputado Elí Topete Robles, quienes han servido como un claro brazo golpeador y comparsa de Morena, durante estos meses de Cuarta Transformación.
Riesgo de trabajo
Un gran problema han enfrentado policías de todas las corporaciones de Mexicali durante el periodo de pandemia, donde al resultar sospechosos o casos confirmados de coronavirus, son enviados a sus casas por medio de una incapacidad. Sin embargo, ha sido imposible para todos comprobar que su padecimiento tiene un origen en su actividad profesional, por lo que no lo consideran riesgo de trabajo.
Pareciera irrelevante el término, pero en realidad impacta en el sueldo de los agentes en un 50%, debido a que atribuyen que su contagio se dio fuera de su horario de trabajo.
La mañosa táctica realizada por las áreas administrativas de las agrupaciones policíacas, tiene como intención ahorrarse unos cuantos pesos, sin importarles la condición económica de los uniformados, sobre todo durante este periodo en que no podrán salir a la calle y seguramente contagiarán a toda su familia para cuando comiencen a presentar los primeros síntomas.
Estiman que por lo menos treinta agentes municipales podrían resultar positivos a coronavirus, lo que ha generado el cierre temporal de algunas estaciones de Policía.
Pero bueno, ya se ha vuelto costumbre el doble discurso de los mandos y las administraciones municipales con la tropa: elogiar a los agentes cuando hacen un acto heroico, pero ignorarlos cuando necesitan ayuda.