La Asociación de Hoteles de Los Cabos confirmó el cierre total del sector desde el domingo 5 de abril. Desde este lunes quedaron vacías las más de 27 mil habitaciones en el estado. “Yo no sé si los demás giros económicos puedan levantarse tan rápido, puedan volver a sus niveles normales tan rápido”: Julio Castillo, presidente del CCE en BCS
El derrumbe económico de Los Cabos, uno de los destinos turísticos más importantes del país ha iniciado, inició en abril con el tres por ciento de ocupación hotelera, debido a la crisis económica y sanitaria originada por el coronavirus (COVID-19). Dicho porcentaje de ocupación equivale aproximadamente a 800 turistas que todavía permanecen en el destino, los cuales se espera que paulatinamente regresen a sus lugares de origen.
Actualmente, según la Asociación de Hoteles de Los Cabos, todo el sector cerró desde el domingo 5 de abril, y a partir de este lunes quedaron vacías las más de 27 mil habitaciones en el destino de lujo de México.
“Solamente van a quedar algunos pequeños (hoteles), que deberán de no rebasar el 15 por ciento de ocupación, siempre y cuando atiendan solamente a huéspedes relacionados con las actividades consideradas como esenciales; nada de turismo, ni reserva nuevas relacionadas con la Semana Santa, solo actividades esenciales sin rebasar el 15 por ciento”, puntualizó Luis Humberto Araiza López, Secretario de Turismo, Economía y Sustentabilidad y actual titular de la Asociación de Secretarios de Turismo de México (Asetur).
La afectación será directa, tajante y sin oportunidad de recuperación, a menos que haya flujo económico a través de apoyos del gobierno; ya sea con servicios, prórrogas de impuestos o estímulos a las pequeñas y medianas empresas (PyME), que son las más afectadas y las que mayormente generan empleo en México.
Las estimaciones del sector empresarial ya arrojaron los primeros números. “En Los Cabos se percibe de golpe una gran afectación que no tiene precedente en el sector turístico, y, por ende, toda la economía de la cual depende el 95 por ciento de los cabeños, y donde solo empleos directos son 45 mil trabajadores, sin contar los empleos indirectos”, dio a conocer.
La crisis que se avecina ni siquiera se vivió en 2009 con el brote de influenza AH1N1 que sacudió a Baja California Sur. Ahora, en 2020 apenas arrancaron los efectos de la pandemia en la entidad, y ya se tiene un panorama desolador e incierto.
El titular de la Asociación de Secretarios de Turismo de México mencionó que esperaban que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, volteara a ver al sector turístico, por lo menos en los estados donde dependen netamente del turismo, y que brindará ayuda; pero el discurso fue contrario. La ayuda esperada no llegó.
“Sin duda, el panorama turístico para Baja California Sur y México es desolador. Había una gran esperanza de que el Gobierno Federal pudiera dar un buen anuncio para el apoyo a las pequeñas y medianas empresas; el 80 por ciento de las empresas turísticas en México son PYMES, y sin duda, van a requerir apoyos para que puedan volver a encauzarse. Ante el fenómeno económico que se está dejando sentir en Baja California Sur, más de dos terceras partes del Producto Interno Bruto (PIB), están relacionados de manera directa e indirecta con el sector turístico; de ahí la importancia que reviste para nosotros que, una vez pasada la pandemia, podamos tomar medidas urgentes para que se puede reactivar el turismo. Porque estamos seguros de que el turismo será una herramienta indispensable para que la economía pueda volver a resurgir y retomar el rumbo económico”, afirmó Luis Humberto Araiza López.
Solo para tener en mente el impacto al sector hotelero, “en Baja California Sur tenemos un inventario de más de 27 mil cuartos de hotel, con alrededor de 450 hoteles inventariados, y la derrama en el sector turístico anual, es de cerca de 20 mil millones de pesos. Esa cifra es más o menos solamente en noches de hotel”, dijo Araiza López.
La situación no es exclusiva es el sector hotelero; solo allí se concentran 45 mil trabajadores, pero adicional a ello están los prestadores de servicios turísticos, restauranteros, taxistas y diversos empleos que dependen directamente del turismo. Al cerrarse el 95 por ciento de oportunidad económica, Los Cabos -y todo Baja California Sur- queda al descubierto.
FAMILIAS VIVEN AL DÍA
Los más afectados, sin duda, son aquellas personas que viven de las propinas, los que viven al día: trabajadores comisionistas, aquellos que ganan el mínimo y se reponen con las propinas.
Ese grupo de prestadores de servicios básicos no encuentra el rumbo. “Está muy duro, hay personas que viven prácticamente al día. Hay compañeros, la mayoría, que sí les ha de estar yendo pesado; principalmente a los que sí viven de comisiones, los que viven de propinas, capitanes, guías turísticos, vendedores o los coyotes”, informó a ZETA Martín Manríquez Vargas, prestador de servicios en Los Cabos.
Los empleados que tienen un buen salario esperan una crisis; ahora, quienes viven de la propina esperan graves problemas. “Nosotros tuvimos la quincena adelantada, ya nada más viene la segunda quincena; no se nos habló de la quincena completa, pero sí de alguna percepción. Pero hay personas que viven de propinas, como son los meseros; estamos hablando vendedores de actividades, o también conocidos como los coyotes, gente que vive directamente solo de la propina”, refiere el prestador de servicios turísticos.
Y del cierre del puerto dependen también los restaurantes, los cuales están vacíos; restringidos solo con servicio para llevar, la mayor prefirió cerrar. Y es que mantener abierto significa pagar cocinero, mesero, limpieza y muchos servicios más, así que prefirieron limitarse al pago del sueldo base, al mínimo.
“Debido a la contingencia se cerró capitanía de puerto. A raíz de eso tenemos cerrado todo; se ha cerrado el puerto en cuestión de la prestación de servicios turísticos, cualquier actividad turística, desde pesca, paseos, avistamiento ballena y todo eso… se ha llegado hasta el punto de sacar los barcos”, comentó Martín Manríquez Vargas.
Capitanía de Puerto de Los Cabos puso de su parte, pues, a pesar de que no hay salidas turísticas, les ha autorizado la salida para ir a pescar y obtener algo de comida para sus familias, eso habla de la solidaridad que se ha tenido con las familias de prestadores de servicios afectados.
“Hay comunicación directa con Capitanía de Puerto y solamente hay autorizaciones para salir, por ejemplo, para acciones de primera necesidad. Hay salidas, por ejemplo, para ir a pescar y puedan ir al puerto, digamos con la tripulación, con libreta de mar, capitán y marineros, pueden salir a pescar y sacar para mantener la familia”, finalizó Martín Manríquez.
EMPRESARIOS ESPERANZADOS
En una reciente entrevista que tuviera Julio Castillo, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Los Cabos (CCC), dijo la imperiosa necesidad de que el Gobierno Federal voltee a ver a los pequeños, micro y medianos empresarios que, así como el empleo formal, generan la riqueza en el país.
Lo menos que esperan es que la federación haga algo por su país y por Baja California Sur, donde su mayor ingreso lo adquieren a través del turismo.
“La reacción del Gobierno del Estado y el Municipio en materia de incentivos para las empresas pequeñas, micro y medianos empresarios, y los propios ciudadanos, creo que fue muy rápido y genera una bocanada de oxígeno. Pero, como todos sabemos, las medidas que toma el Gobierno Federal son las que realmente sacarán a flote -lo que es en materia económica- a las micro pequeñas y medianas empresas”, percibió Julio Castillo, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Los Cabos (CCC).
La cuestión que toman ha consideración es que sí hay una crisis en este momento, pero los esfuerzos deben estar dirigidos para apoyar en el mes de abril, mayo, junio y quizá meses subsecuentes, pues el turismo tardará en recuperarse del duro golpe del coronavirus.
El problema apenas inicia. Tan solo expertos en salud estiman que hasta junio y julio pueda terminar la primera oleada de virus; eso es a lo que no quieren llegar.
“Estamos hablando de un mes muy difícil, en el caso del turismo, y los meses subsecuentes igualmente difíciles; yo no sé si los demás giros económicos puedan levantarse tan rápido, puedan volver a sus niveles normales tan rápido; pero todos sabemos (los que vimos del turismo y los que estamos aquí), sabemos que el turismo no funciona de igual manera”, afirmó Julio Castillo.
Los empresarios fueron claros: los gobiernos deben brindar facilidades de pago de servicios, ampliar el periodo de presentación de impuestos por lo menos seis meses, créditos y ayudas a las pequeñas y medianas empresas.
Buscan que las autoridades entiendan que, en Los Cabos, más del 90 por ciento de los ciudadanos dependen del turismo; al detenerse la industria hotelera, al paralizarse el sector, todo queda inservible, hasta que se levante la emergencia.
“El sector ahorita está absorbiendo la decisión de sumarse, entendiendo la importancia que tiene para la salud de todos y para la propia economía, tomar decisiones tajantes y paralizar prácticamente (hablo específicamente de Los Cabos) … paralizar el destino, al decidir cerrar todo abril para hacer una zanja a la enfermedad y colaborar y evitar que se sature el sector de salud”, explicó el presidente del CCC.
El sector empresarial es consciente; sabe que lo tienen que hacer para cuidar a sus pobladores, a sus colaboradores, y que el turista regrese lo más pronto posible.
Aun así, se cuestionan quién va a meter las manos por las empresas; no piden se les condonen las deudas, pero sí facilidades para afrontar la crisis sanitaria.
“Si esto no viene acompañado de una propuesta, una política-económica integral que no nos dé vistos, que no nos dé luz al final del túnel, que nos digan que están tomando esa decisión… pero al final de cuentas, estamos programando su serie de acciones para que pueda soportar este tiempo; y como dicen expertos, se pueden aguantar de cuatro semanas, seis semanas, algunas empresas más que otras. La pregunta es: ¿Y las micro y pequeñas empresas? que son el mayor número de empresas del país, las que más generan empleo”, lanzó Castillo.
El presidente del Consejo Coordinador de Los Cabos fue reiterativo en que se debe dar certidumbre a los empresarios, a las empresas; primero dictar medidas a conservar el empleo y mitigar el efecto social, de seguridad y economía.
Todos están aportando su solidaridad en materia de salud, pero -explican- nadie está viendo las necesidades de las empresas, algunas de ellas que tendrán que cerrar sus puertas definitivamente, si no hay ayuda.
Quieren cerca sanitario, sana distancia; resta que los empleados tengan una oportunidad de pasar con bien la crisis.
“Yo espero que la razón sea la que impere, que la lógica sea la que impere. Lo que se tiene que hacer es preservar los empleos, no ayudar a las empresas; no es que las empresas hagan más dinero, sino cómo le hacemos para conservar el empleo, qué medidas se tiene que tomar en función de eso y cada uno hacer lo que le toca. Estamos esperando que el Gobierno Federal tome medidas en ese sentido, y entonces sí, que la repercusión social y económica del país no tenga cuestiones negativas en los próximos meses”, consideró el presidente del Consejo.
La intención era que en el informe pasado del Presidente de México, se dieran a conocer estrategias de mitigación, de apoyo y solidaridad a las empresas que generan el empleo; sin embargo, no fue nada parecido.
“Mientras más se postergue esas decisiones, que finalmente se van a tener que tomar, tarde o temprano, para tener que tomar, aquí la cuestión es qué tanto tiempo se toman para que la repercusión negativa sea menor”, lamentó Julio Castillo.
Ante la nula respuesta del Gobierno Federal a las peticiones del sector empresarial de Los Cabos, Julio Castillo hizo una petición a todos los pequeños, micro y medianos empresarios, para que -por solidaridad- soliciten a sus arrendatarios el apoyo para disminuir la renta de sus locales, por lo menos en abril (y quizá mayo, de ser necesario); esto para hacer frente a la contingencia, ya sea cerrado o abierto el negocio.
EMPLEADOS A CASA
Mientras que empresarios de Los Cabos estiman 45 mil empleos paralizados directamente con el cierre de hoteles, algunos prestadores de servicios turísticos se las están viendo difíciles. No encuentran la puerta de salida, ya que el 90 por ciento del trabajo ha sido cancelado y el resto suspendido debido a la contingencia.
Prestadores de servicios turísticos de la zona de Cabo San Lucas, en el municipio de Los Cabos, son los más afectados: en su mayoría se trata de pequeños y medianos empresarios que pagan renta de un local, pagan cuotas en el Imss, Infonavit, sus impuestos ante Hacienda y, además, pagar luz y agua tanto del local como de sus casas; el Gobierno Federal no envió un mensaje que los tranquilice.
Con la soga al cuello, algunas empresas tuvieron la oportunidad de enviar a sus empleados a casa, sobre todo las grandes cadenas de hotel, pero algunas presentaron problemas.
“En la empresa no nos querían dar nuestros sueldos, la justificación era que el Gobierno Federal no iba a dar apoyos a las empresas, y que nosotros íbamos a ser los perjudicados; que iban a dar vales de despensa como apoyo, pero solo a los de intendencia y así. A nosotros que estamos trabajando la parte de atención al cliente, nos pensaban tener sin pago y sin ayuda de alimento, al menos no antes del 25 de abril”, así lo dijo Osvaldo, empleado de mantenimiento de maquinaria de uno de los hoteles del corredor turístico.
Osvaldo compartió que teme que pase como en otras empresas, que los empleados tuvieron que ser despedidos por la precariedad del trabajo; al cerrarse la temporada por la contingencia, se acabó toda inversión para el periodo de Semana Santa.
Para gran parte de las empresas dedicadas al turismo, el periodo de Spring Break es una oportunidad para recuperarse; así, este año no podrán.
“Después del 25 de abril, eso fue lo que acordaron. Nos van a dar el mínimo, pero va a ser hasta el 25; entonces ahorita ¿qué pretenden que hagamos? Que nos arreglemos como podamos”, reiteró Osvaldo.
Por Ley, recibirán el mínimo, pero ya avanzada la contingencia, el llamado es a que la Secretaría del Trabajo revise las condiciones de todos los hoteles y que por lo menos el pago salga a tiempo.
ZETA solicitó una entrevista con el secretario del Trabajo y Desarrollo Social, Gustavo Hernández Vela Kakogui, quien informó que se encontraba en reuniones con hoteleros de Los Cabos, revisando precisamente el tema de despidos, empleos perdidos y la problemática al respecto.
“A muchos se nos envió a casa sin goce de sueldo; eso está pasando acá en Cabo: no tenemos otra ayuda, solo algunos se quedaron laborando en el hotel, solo algunos para mantenimiento y el cuidado del mismo, y los demás a casa y sin pago. Creo que somos de los pocos que nos enviaron a casa. A unos se les acabó el contrato, el trabajo, y ya no renovaron; los dejaron jodidos”, explicó Osvaldo.
Aunque ya hay trabajadores sin empleo y empresas cerradas, algunas con vistas a reportarse en quiebra, el Gobierno Federal apenas va a salir a corroborar si es real la crisis que atraviesan empresarios y empleados.
En la Delegación Federal del Trabajo, el encargado Edgar Elan Oard Geraldo dijo que “no es una contingencia, es emergencia; vamos a iniciar un protocolo, pero lo iniciamos en unos días. No te puedo dar información de algo que no hemos hecho todavía, todavía no es tiempo. La información te la podría dar la próxima semana”, explicó a ZETA.
Recepcionistas, botones, conserjes, camareras, barmans, cocineros, auxiliares en cocina, fregaplatos, mantenimiento, animadores, guías turísticos, y muchos más empleados de hoteles se han quedado sin trabajo; se estima que el 80 por ciento de ellos cuente con un salario (mínimo, pero de gran ayuda).
Son las estimaciones de empresarios de Los Cabos, pero hay un porcentaje que se quedaron sin esa ayuda.
“Hay familias que necesitan el apoyo, que se quedaron sin empleo, sin un sustento y así va a ser por más de un mes, porque esta crisis no termina el 30 de abril. Algunos creen que se vaya a extender a mayo y junio”, finalizó Osvaldo.
Algunos trabajadores tuvieron suerte, pues cuentan con el respaldo de sus empresas; sin embargo, otros explican que la necesidad es para quienes no tienen el respaldo, que es allí a donde deben voltear los gobiernos.
“La empresa nos envió a casa y con un sueldo menor, pero se está preocupando por nosotros. Al término de la emergencia estamos deseosos de regresar y levantar al destino”, manifestó Edilberto Vargas, prestador de servicios en un hotel de Cabo San Lucas.
ACTIVIDAD PORTUARIA CANCELADA
El domingo pasado fue el último día de vacaciones en Los Cabos. Los últimos turistas salieron con destino a Canadá y Estados Unidos, y otros al interior del país, quedando todo cerrado y en espera de una crisis económica.
La mayor preocupación está en que no solo el turismo se ha paralizado en estos meses de contingencia sanitaria, sino que se espera un año difícil, ya que los cruceros pararon actividades y con vías a cancelar todos los arribos del año; así lo dijo la Administración Portuaria Integral (API).
“Suspendidos hasta al 100 por ciento todos los cruceros hasta nuevo aviso: todos los cruceros que salen de Estados Unidos a los diferentes puntos al Caribe o al Pacífico, quedaron suspendidos hasta el día 15 de abril; se evaluará de manera posterior, comenzando (si la contingencia lo permite), y tomarán decisiones si se retoma o no la industria de cruceros el 15 de abril. No significa que a partir del 16 de abril habrá cruceros, sino que se revisa si siguen operando”, indicó José López Soto, director de la Administración Portuaria de Baja California Sur.
La Paz y Los Cabos son los destinos más afectados, pero en la lista también se incluye a Santa Rosalía, en Mulegé, que se estaba estrenando con la visita de cruceros.
Será en la reunión del 15 de abril cuando se determinará si la emergencia sanitaria se amplía en el turismo de cruceros, decisión que muchos ya anticipan; pues el destino más importante de donde provienen los turistas es Estados Unidos, y allá cada vez aumentan los casos de contagio y deceso por COVID-19.
Es posible que el turismo de cruceros cancele sus rutas todo el año y, ante ello, se perdería un ingreso importante.
“Estamos hablando de alrededor de 32 arribos que están en proceso de cancelación, 32 de aquí a diciembre en el municipio de La Paz. Estamos hablando, en Los Cabos, de 300 cruceros al año -más menos- que recibe Cabo San Lucas, y ahorita como estamos en contingencia, estaremos hablando, mínimo, de unas 150 cancelaciones. Todo depende de cómo avance la crisis sanitaria”, refirió el director de API en el estado.