A Dios del Cielo ruego
por un milagro que nos salve,
que nos ayude a ser mejores
y nos dé felicidad.
Que seamos agradecidos
a pesar de la adversidad,
cuando trinan los pajaritos
a través de la ventana.
La luz del sol nos abriga
y la lluvia que cae del cielo,
lava los árboles y flores
ante los ojos de Dios.
Solo vemos lo negativo
y eso nos daña el alma,
sin ver que se abre la rosa
como un milagro divino.
Ruego que podamos percibir
el milagro que ocurre a diario,
cuando la flor del naranjo
nos brinda su hermoso aroma.
El viento que trae el tañido
de las campanas de la Iglesia,
y el sonido de las olas del mar
dentro de aquellas caracolas.
La luna cuelga del cielo
como un broche de plata,
que va junto al corazón
durante una noche de fiesta.
La mirada de un recién nacido
y la sonrisa cuando ve a sus padres,
ese es un milagro muy grande
cual bendición de parte de Dios.
Lourdes C.
Abril, 2020