El viernes 3 de abril el Ayuntamiento de Tijuana, a través de un comunicado de prensa, anunció la destitución del capitán José Luis Jiménez González como director del cuerpo de bomberos de la ciudad, así como la separación del cargo de subdirector operativo al capitán Óscar Guillén y a Francisco Javier Beltrán como jefe de Talleres de la corporación, por supuestas irregularidades detectadas en su gestión.
Como respuesta quienes integran el cuadro de mando -jefes de turno, jefes y subjefes de batallón, capitanes de las estaciones, supervisores- presentaron una renuncia masiva a sus responsabilidades, aunque continuaran laboraron como bomberos bajo protesta por la inconformidad de la designación de Néstor Nicolás Alarcón Morales, como encargado de despacho.
El Ayuntamiento argumentó que Alarcón Morales cuenta con 20 años de experiencia dentro de la corporación, sin embargo, los mandos señalaron que su trayectoria no es suficiente, ni su preparación académica. “No tienen ni la capacidad, ni la experiencia todavía para poder llevar a cabo eso”, argumentó uno de ellos. Añadió que hay elementos con más de 20 años y que incluso tienen un grado académico de maestría que podrían llevar las riendas de la corporación de una mejor manera.
Consideran que la designación de Alarcón es una imposición, debido a que apoyó la campaña política del ahora alcalde Arturo González Cruz y podría ser una recompensan por su militancia. El mismo viernes 3 de abril acudieron a las instalaciones del Ayuntamiento, para pedir una audiencia con González Cruz, la cual les fue negada y se les indicó que debían solicitarla a través de un escrito.
“Lo hemos visto trabajar (a Alarcón) en otras áreas, en cosas de menor rango, y dejo mucho que desear, tuvimos muchos conflictos con él, sabemos lo que viene. Nosotros necesitamos a alguien que tengan la visión de trabajar por todos”, añadió otro de los jefes.
Al respecto sobre la polémica del supuesto lucro con el combustible que se expuso en portales de noticias, aclararon que es un practica de intercambio que realizan con empresas o compañías que los apoyan. Un ejemplo es el caso de una ambulancia a la que le estaban dando combustible, por estar colaborando en la presente contingencia que se vive en la ciudad por el COVID-19. También suelen “pagar” con combustible los servicios que les brindan las compañías de arrastre de vehículos, debido a que la corporación no cuenta con sus propias grúas y tampoco con recurso presupuestado para solventar estas urgencias.
Esta sería solo una de las cuestiones que con el paso del tiempo los bomberos han tenido que solventar por su propia cuenta, pues el recurso que la administración municipal da para el mantenimiento de unidades y de estaciones no es suficiente para la demanda que existe en la ciudad, en ocasiones los propios bomberos (como sucede que otros sectores) ponen de su propia bolsa para comprar autopartes para sus unidades o su equipo de trabajo.
Sobre la acusación de que el subdirector operativo, el capitán Guillén, arregló que el taller mecánico de un familiar fuera beneficiado con varias facturas, comentaron que esa responsabilidad realmente le corresponde al administrador de nombre Jorge Alberto Ruiz Chan, quien desde el momento de ser asignado a este puesto solo ha ocasionado problemas para la corporación.