Perteneciente a una generación que fundó las bases del hip-hop en México, el rapero y compositor regiomontano Patricio Chapa Elizalde (Pato Machete), destaca por su trabajo artesanal al fusionar la música urbana y alternativa de los 90 con la cumbia y el norteño, apostando por la identidad en una escena latinoamericana a la que inyectó su propuesta con Control Machete y ahora en solitario con los álbumes “Contrabanda”, “33”, y “Rifa”, que anteceden a su nueva creación.
“Terminé un proceso de 40 canciones, de las que se eligieron 20 para editar un álbum doble que iremos publicando en cuatro bloques de cinco canciones, una especie de EP digitales: ‘Amor’, ‘Amistad’, ‘Solidaridad’ y ‘Familia’. Conceptos que retomo del discurso y pensamiento de Pepe Mujica (ex Presidente de Uruguay) que coinciden con lo que necesitamos en tiempos de preocupación por el coronavirus y el aislamiento social que vivimos; además, resume la ideología de lo que he hecho, de mi orgullo por el folclor, música, pueblos y regiones”, indicó vía telefónica a ZETA el músico de 44 años de edad.
Aunado a este proyecto, Machete completa un disco de colaboraciones, con Fermín de The Guadaloops y Toy Selectah, “lo estoy haciendo con el apoyo de gente que admiro, siempre ha sido así, Pato Machete y sus amigos componiendo y produciendo en grupo, tengo como 50-60 featurings”, dijo.
“Mi carrera se enfoca a compartir la música, probar otros géneros, pertenezco a una generación en la que no existía el hip-hop y lo hicimos, no había quien nos difundiera, hicimos los canales, nos abocamos en los videos, personajes, sampleos y el mensaje, y usar jersey de equipos nacionales”, destacó.
Luego de 25 años de años de trayectoria, Chapa Elizalde se describe como un necio, inquieto y curioso, pero afortunado.
“Sigo haciendo lo que me gusta, me acomodo a las posibilidades y rompimos estereotipos, clave para que se identificaran con mi trabajo. Hoy somos un referente que la industria reconoce por nuestro compromiso, fundamos la base de lo que viene para el rap en Latinoamérica, vemos las ramificaciones y la onda del trap, la influencia de la música electrónica.
“La música es cíclica, me parece más relevante ver el fenómeno de los contenidos y mensajes, más allá de ver cómo los públicos se mueven de un género a otro. La música urbana es un concepto de hace dos décadas, y hoy los jóvenes ni siquiera saben de dónde provino el trap”, describió Pato, quien considera, es mejor un disco del rapero Lil Wayne que de Lil Uzi Vert, pero sabe que la industria actualmente antepone los números en Facebook, YouTube e Instagram, a la calidad del artista.