Productores locales de marihuana y amapola siembran la droga para el Cártel de Sinaloa y en fechas recientes han empezado a pagar piso al CJNG en Tecate. La mafia sinaloense está transformando Baja California en un estado de cultivo. En 2020 se han asegurado pocos sembradíos. Las personas reclutadas para estos cultivos reciben de 2 mil a 3 mil pesos semanales. El kilo de marihuana producido en BC se cotiza entre 750 y 800 dólares
Amapola, marihuana verde, morada y cáñamo índica, son las drogas que se siembran en la zona serrana de Baja California. Cañones, cañadas y veredas alejadas, a las que solo se puede acceder a pie en viajes de dos a tres horas, aislados de la carretera.
Entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2020, autoridades federales realizaron cinco operativos de búsqueda y destrucción que resultaron en más de 168 mil plantas de marihuana y 13 mil metros cuadrados de amapola incinerados.
“Los plantíos son de los cárteles, incluso aquellos que se manejan como productores de droga ‘independientes’, lo hacen para venderle a un cártel o pagan piso a las mafias que tiene el control criminal de la zona, en este caso el Cártel Jalisco Nueva Generación a partir de su incursión en el Estado (2015) y el Cártel de Sinaloa que llevan más tiempo instalado en el territorio (2008-2010)”, dijo a ZETA un investigador de la Mesa de Coordinación Territorial para la Construcción de la Paz y la Seguridad.
“Son como los huachicoleros, como la familia ‘Niño Serrano’, el ejemplo más conocido porque atacaron a elementos militares -abril de 2018-, son hombres y mujeres que se han dedicado al tráfico de personas y la ordeña de los ductos de Pemex en Tecate durante años; ellos han cambiado de cártel cuantas veces ha sido necesario, porque lo que hacen es aliarse y pagar piso al grupo en el poder, llámese CAF, Sinaloa o Jalisco”, expuso otro elementos de las fuerzas de seguridad.
Los representantes de esas mafias en Baja California son:
– René Arzate García y Alfonso Arzate García (Sinaloa).
– José Luis Mendoza Uriarte y Francisco Javier (Sinaloa).
– José Antonio Soto Gastélum (Sinaloa).
– Jesús Alfonso Trapero Ibarra (Jalisco).
Por encima de ellos:
Los Guzmán López y Guzmán Salazar. Uno de los plantíos más grandes encontrados en la historia reciente de México, las 120 hectáreas con 120 toneladas de marihuana de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, destruidas en el poblado El Mármol de Ensenada en julio de 2011.
Juan José Esparragoza Moreno “El Azul” y sus hijos Iván Esparragoza Gastélum y Juan José Esparragoza Monzón. Señalados de lavar dinero a través de empresas de bienes raíces, poseen en territorio bajacaliforniano, además del rancho “Tres Marías” -identificado por las autoridades como propiedad de la familia y ubicado entre Tecate y Mexicali- varios terrenos y propiedades localizadas en Tijuana, Rosarito y Tecate. Algunas a través de prestanombres, muchas compradas desde la década de los ochenta. De hecho, el conocido abogado y empresario Francisco Rubio Cárdenas fue “apoderado sustituto”.
Ismael “Mayo” Zambada, su esposa Rosario, su hijo Vicente y otras cuatro mujeres de apellidos Zambada Niebla. Poseen terrenos, ranchos y parcelas en Mexicali y Tijuana desde los años ochenta, algunas incluso a sus nombres en el Registro Público de la Propiedad.
Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”. La familia primaria del traficante ha adquirido propiedades en Tijuana desde 1998, algunas de estas aseguradas por la Fiscalía General de la República desde hace tres años.
ASEGURAN E INCINERAN
Veinticuatro, dos días para ir y venir, una semana o hasta dos meses, pueden durar las campañas pie-tierra realizadas usualmente por personal militar en la búsqueda de plantíos. En BC, entre 2017 y 2019, la Policía Estatal Preventiva, hoy Guardia Estatal de Seguridad e Investigación (GESI), aseguró decenas de plantíos de droga y acortaron tiempos porque, con información de inteligencia previa a la búsqueda terrestre, peinaron las zonas serranas con drones.
De acuerdo a los reportes oficiales, solo en 2017, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) incautó 212 plantíos de marihuana en 25 hectáreas, un promedio de 18 plantíos y dos hectáreas por mes. Y 151 sembradíos en 18 hectáreas de amapola, un promedio de 12 plantíos y 1.5 hectáreas por mes.
ZETA solicitó cifras actualizadas de los aseguramientos de los soldados en los años 2018, 2019 y 2020, pero al cierre de esta edición, no habían sido facilitados.
De acuerdo con cifras dadas a conocer en la escueta información reportada a través de la Mesa de Coordinación Territorial para la Construcción de la Paz y la Seguridad y algunos boletines, este año el Ejército ha destruido en casi cuatro meses, siete sembradíos y alrededor de 10 mil metros cuadrados, poco más de una hectárea.
Lo anterior evidencia una baja en los números de operativos efectivos, y ante la participación de las Fuerzas Armadas en el Plan DN-III ante la contingencia del virus COVID-19, es indiscutible que las campañas serranas de la milicia se verán reducidas, lo cual favorecerá a los narcoagricultores porque marzo, julio y septiembre son los diferentes meses en los que ha identificado que levantan los cultivos, dependiendo de la droga.
El jueves 26 de marzo, elementos de la Policía Federal Ministerial (no así la Sedena) detectaron 35 mil plantas de marihuana distribuidas en cuatro sembradíos en la comunidad Cucapah, en el municipio de Mexicali.
No son usuales los aseguramientos de cultivos de enervantes en territorios de la Capital del Estado, pero cuando sucede, usualmente son localizados en la zona serrana que comparte con Tecate o en las inmediaciones de San Felipe.
El 5 de marzo, en Ensenada, elementos de la Sedena encontraron un predio de 12 mil 925 metros cuadrados con plantas de amapola de 40 centímetros de alto sin flor, fue en las inmediaciones del Rancho San Carlos. En el mercado, las plantas de las cuales se extrae la goma de opio para hacer la heroína, hubieran tenido un valor de un millón de pesos, fue la primera siembra del opioide localizada en Baja California este 2020, pero San Carlos ha sido la comunidad favorita de los narcoagricultores para hacer crecer esta flor.
De 2013 a la fecha, decenas de mini campos fueron destruidos en el mismo poblado y, el 1 de marzo, elementos de la Secretaría de Marina y Armada de México aseguraron seis plantíos de 10 mil 420 metros cuadrados con 56 mil plantas de cannabis en Santa Mónica en Tecate.
Durante febrero, el día 24 elementos del Ejército destruyeron 65 mil planas de marihuana en Valle de las Palmas, en Tecate. Y el 14, la Guardia Nacional arrancó e incineró mil 900 plantas, 86.4 kilos de la misma droga en el Ejido Rancho Viejo del mismo municipio. Antes, el 9 de enero los soldados carbonizaron mil 800 metros cuadrados de la yerba en Tecate.
Toda la droga fue incinerada, en ninguno de los operativos reportaron presuntos responsables detenidos, así que la Fiscalía General de la República (FGR) inició carpetas de investigación por delitos contra la salud “contra de quien o quienes resulten responsables”.
NADA EN TIJUANA
Conforme a los reportes oficiales hechos públicos, en Tijuana no han ejecutado aseguramientos desde mayo de 2019, cuando la ahora GESI encontró y destruyó 2 millones de plantas de amapola en las inmediaciones del fraccionamiento Natura.
Un mes antes, la misma corporación destruyó 6 mil plantas en un predio en Mesa Redonda, área identificada popularmente como Cuero de Venados, La misma zona donde policías federales encontraron, en octubre de 2017, el primero sembradío de con tecnología para hacer crecer la yerba a mayor velocidad, pero era de cannabis sativa, una mutación de la marihuana que crece como arbusto y permite obtener más droga.
ENSENADA Y TECATE, LOS FAVORITOS
Ensenada es el municipio más extenso del territorio bajacaliforniano, con sus cañadas con acceso a grandes nacimientos de agua que se usan para instalar sistemas de riego, donde se han asegurado la mayor cantidad de sembradíos. Fue en ese municipio y en Tecate donde las autoridades del Estado detectaron y reportaron a finales de los noventa, que algunos operadores del Cártel Arellano Félix se dedicaban también a la siembra de droga.
Los Ayala y los Frías en el puerto y Jorge Humberto Acosta “El Güero Leches” fueron algunos. En los primeros años de la década de 2000, cuando la Secretaría de Seguridad empezó a informar que senderistas y migrantes que buscaban cruzar ilegalmente a Estados Unidos, reportaban terminado en medio de estos plantíos, o haber sido intervenidos con agresividad por los guardias de esos predios.
“Son traficantes locales buscando independizarse de los cárteles, los que siembran marihuana y amapola en el Valle de la Trinidad, Santo Tomás, San Quintín y Ojos Negros”, informaron autoridades en Ensenada.
Estos poblados porteños conectan con San Antonio Necua, rumbo a Tecate, municipio donde los sembradores de droga han aprovechado la fertilidad del área de Jacume y Valle de las Palmas.
“Reclutan trabajadores igual que para los campos agrícola, contratan familias completas para que vigilen, cuiden y en su momento realizan la cosecha de la planta y el empaque. El pago varía entre 2 mil y 3 mil pesos semanales, con posibilidad de recibir comisión”.
Y ha sido Tecate donde, de acuerdo a las autoridades de seguridad, los del Cártel Jalisco Nueva Generación han encontrado la oportunidad de obtener recursos de la siembra de droga, lo cual es un fenómeno reciente a partir del fortalecimiento de la mafia jalisciense en ese municipio, a través de cobro de piso.
FedEx abona al narcomenudeo en BC: Isaías Bertín
El gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, anunció en su videoconferencia mañanera del 4 de abril, que enviará un punto de acuerdo a los congresos tanto local como federal para “que cancelen el permiso de operación en Baja California” a la empresa de traslado y entrega de paquetería FedEx.
La medida se debe a que la compañía se ha negado a atender la medida de exigir pagos a través de tarjetas bancarias y rechazar pagos en efectivo por el servicio, “el objetivo es que las autoridades investigadoras puedan rastrear a los responsables del envío, cuando encontremos mercancía ilegal en los cargamentos”, argumentó el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana Federal en Baja California, Isaías Bertín Sandoval, quien avaló el anuncio del mandatario, pero reconoció que aún no definen las líneas para ejercer presión.
“Ellos están en el ámbito federal, pero estamos buscando si tienen permisos o servicios estatales, como el agua o municipales, que podamos usar”, advirtió.
“Del tema de las paqueterías comenzamos a darnos cuenta con base a los reportes derivados de las Mesas de Seguridad, donde diariamente había reportes de que llegaban paquetes con droga a Tijuana como marihuana, cocaína, metanfetamina y fentanilo, e inclusive armas”, indicó Bertín Sandoval.
Este tipo de hallazgos tienen el mismo peso que localizar toneladas de drogas, porque uno de los problemas que afectan a Tijuana es el narcomenudeo y los envíos son un factor para que aumente la venta de drogas en Baja California.
Compartió que hace dos meses se dieron a la tarea de reunir en cinco ocasiones a las principales empresas de mensajería además de FedEx, como Estafeta, UPS y DHL, informándoles que en entidades federativas como Michoacán, Jalisco, Sinaloa y Estado de México, es donde hay más paquetes decomisados con droga, por lo que pidieron cancelaran los pagos en efectivo solo en esos estados.
Medida que trajo consigo una disminución de hasta 90% de decomisos de droga en los servicios de envíos que llegan a BC, con excepción de FedEx.
Puso como ejemplo a DHL, que de tener hasta seis decomisos por semana, ha habido a lo mucho un caso semanal, mientras que con FedEx concretan un promedio de tres decomisos diarios de sustancias como marihuana, cocaína, fentanilo, pastillas psicotrópicas y aceite de hachís.
Los cárteles han optado por sembrar en Baja California o comprarles la droga a los operadores de células que buscan independizarse para:
– Evitar la competencia que tienen en los estados conocidos como productores: Michoacán, Guerrero, Sinaloa, Chihuahua, Durango, Jalisco, Chiapas y Oaxaca.
– Reducir los riesgos y costos del trasiego del enervante a lo largo del país.
Conforme a cifras dadas a conocer por autoridades locales, un kilo de marihuana procedente de la sierra de Sinaloa puesto en Tijuana tiene un precio de aproximadamente 850 dólares, y el mismo kilo producido localmente, se cotiza entre 750 y 800 dólares, pero es una mercancía más fresca.