Si hubiera una competencia o licitud para ser contratados para excavar y abrir zanjas, e instalar minas explosivas en Medio Oriente, dígase Irán, Irak, Kuwait, Pakistán, Beirut, etc… la Comisión Estatal de Servicios Público de Tijuana ganaría la convocatoria. Una paraestatal tijuanense, que va de más a menos en su responsabilidad de hacer su trabajo.
Desde hace décadas, tal comisión ha sido señalada como la #1 en ser la responsable y culpable directa de que haya tanto bache, socavones, zanjas, hundimientos, calles cerradas, sorpresivos cortes de pavimentos y lagunas por fugas de agua limpia y aguas residuales. Por todo el perímetro y centro tijuanense.
Quién no recuerda al sr. Oviedo Patterson, ex director de dicha comisión, que se supo -a toda voz- que desfalcó y tranzó a la Cespt (y quizás aún sea prófugo de la justicia).
Actualmente, malos manejos y constantes fugas de agua, así como personal administrativo de más, genera mermas económicas que dan -por final- nada de recurso para hacer tantas quejas, reportes y señalamientos de fallas en el sistema de red de agua y desfogue de aguas negras. Y agregamos tubos viejos y obsoletos de los años 70’s u 80’s desde su fundación.
Cierto, que somos casi dos millones de habitantes en Tijuana; a la fecha, cuánto generamos al pagar el agua; cuánto dañó el “borrón y cuenta nueva” del ex gobernador millonario, Francisco Arturo Vega de la Madrid. ZETA señaló que tiene millonario adeudo (o no paga agua en sus casas. También ZETA publicó en sus páginas que no hay presupuesto para terminar las obras rezagadas. No hay nada de probable que en el gobierno bonillista haya una solución a baches, terminar obras inconclusas y solucionar el derrame de aguas negras a canales, río abierto y mar.
Son muchas comisiones que debe tomar en cuenta el actual director de la Cespt. Nuestra ciudad ha soportado tantas calamidades desde hace décadas, y afectado el libre tránsito vehicular (ocasionando fallas mecánicas, lentitud de tránsito y mal humor. Es hora de hacer las cosas bien.
En muchas ocasiones, los ingenieros no salen a ver las obras, mientras que, en otras, mucho personal acude a “sanar” una fuga de agua; vemos hasta a 11 obreros “trabajando”, aunque el sellado de fuga solo es temporal. La honestidad y la seriedad deben ser el común denominador, junto con la responsabilidad de servir.
La Cespt, en Irán casi es una realidad: como las fugas de aguas negras y claras… También las construcciones hacia arriba están saturando la red de drenaje y pluvial (instalada por inicios de 1970, cuando la S.P.N. canalizó la Zona Río).
Es algo serio el colapso de las tuberías en Tijuana. Por doquier sale el agua -de nombre negras- y se ve mal; huele desagradable. Además, la ciudad no tiene capacidad para abusos de demanda limpia y tratamiento de aguas residuales. El día menos querido, USA cierra el flujo de agua vía Río Colorado… y será crítico.
A ver qué hace la Cespt al respecto de este gran reto, peligrosamente serio para Tijuana.
Atentamente,
Leopoldo Durán Ramírez.
Tijuana, B.C.