Una de las recomendaciones más importantes para prevenir la proliferación del COVID-19, es mantener el hogar bajo un régimen estricto de higiene, por lo que el agua resulta un insumo esencial para cumplir con esto. Lamentablemente, algunas colonias de la ciudad han sufrido cortes no programados del suministro, los cuales se deben a “fallas en el sistema hidráulico”, según comentó a este Semanario Eliel Alejandro Vargas Pulido, subdirector de Mantenimiento Hidráulico de la Cespt.
Vargas Pulido detalló que en cada uno de los siete distritos en los que la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (Cespt) opera, se han presentado distintas emergencias, por lo que durante el proceso de mantenimiento han tenido que suspender parcialmente el servicio de agua potable.
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Uno de los casos más recientes fue en el fraccionamiento Real de San Francisco, en cuyas instalaciones de bombeo se registró un acto de vandalismo que dejó sin servicio a los usuarios de la zona por poco más de 12 horas, mientras se reponían los cables que fueron robados.
“También por las lluvias tuvimos problemas. Como pasó en el Cañón del Alacrán, donde el arroyo creció y se vio afectada la línea principal que alimenta a las casas de esa zona”, añadió el subdirector de Mantenimiento Hidraúlico.
Otro problema se atendió en el fraccionamiento Delicias, que es de los desarrollos urbanos que no han sido entregados al gobierno; en este caso se presentó una falla en su sistema hidroneumático que causó intermitencias en el servicio. Vargas añadió que la misma falla podría estar provocando una fuga que no ha sido localizada.
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En las colonias Sánchez Taboada y Cumbre del Rubí, al ser zonas afectadas por derrumbes, la paraestatal ha suspendido algunas líneas como medida para prevenir fugas u otras afectaciones al sistema hidráulico de la zona.
Explicó que el fraccionamiento Santa Fe es otra área que también se ha visto afectada con interrupciones en el servicio, esto se debe a las modificaciones que se han hecho en la infraestructura hidráulica para solventar los problemas de abasto; sin embargo, uno de los tanques se debe manejar de forma manual para evitar derrames, y esto provoca que se presenten los cortes.
Añadió que debido a la contingencia provocada por el COVID-19, el personal de campo se ha reducido considerablemente, así como las acciones de mantenimiento por parte de la paraestatal. Calculó que cerca de un 40 por cierto de la plantilla ha solicitado incapacidad o permisos para poder resguardar en sus hogares, luego de que los trabajadores se identificaran como personas de riesgo, por ser mayores a los 60 año o padecer alguna enfermedad crónico-degenerativa.
“Una parte del personal se fue a casa; con los que se quedaron se implementaron guardias, para poder atender las emergencias y algunos servicios básicos. Las emergencias son las fugas, los derrames de aguas negras, las fallas en las instalaciones; y un servicio básico que podría ser dispensable, pero que no se puede dejar de brindar, es la instalación de los medidores”, expuso Vargas Pulido.
