La Editorial de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), informó que ya está disponible en libro electrónico “La vida en rosa… las muertas de Mexicali”, del editor de ZETA, Sergio Haro Cordero, ebook a considerar en estos días de enclaustramiento por el coronavirus COVID-19.
“Inspirado en la canción ‘La vie en rose’ de Edith Piaf, el periodista Sergio Haro tituló su obra ‘La vida en rosa… las muertas de Mexicali’ para ilustrar la cruel realidad de las 16 víctimas de feminicidio cuyas historias relata. Este libro es un recordatorio de lo doloroso de este crimen y la falta de justicia que hay en México”, señala Editorial UABC. “Puedes encontrar ‘La vida en rosa… las muertas de Mexicali’ de Sergio Haro en nuestros distintos puntos de venta online”, detalló Editorial UABC, entre ellos:
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– Google Play Books: https://play.google.com/books
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16 MUJERES, 16 HISTORIAS
En “La vida en rosa… las muertas de Mexicali” Sergio Haro (1957-2017) entrega 16 historias de mujeres asesinadas antes de 2016, a manera de corte histórico de la insoslayable problemática en Baja California:
“Los pasajes se centran en los asesinatos de 16 mujeres cometidos en un período de cinco años y nueve meses en la capital norteña; pero el reportero va más allá de los números, cuenta historias”, advierte en la presentación Rosario Mosso, editora general de ZETA, y complementa: “Los violentos decesos se abordan desde el lado de las víctimas, hilando la información o testigos, con entrevistas a sus familiares, madres, padres, hijos, hermanos, amigos y vecinos. La profundidad o superficialidad fue definida por la apertura o cerrazón de los deudos”.
Las historias narradas advierten el trato humano que Sergio daba a sus investigaciones, los títulos así lo sugieren: “Jesús Lizbeth Alapizco Castro, era muy alegre”, “Diana Mía, muerte anunciada. Historias cruzadas”, “Lucía Erika. Ni mía ni de nadie”, “Brenda Patricia, siempre serás mía”, “Nereida Fuentes, la ley”, “Ana Leticia Zatarain Acosta, amorzote”, “Erika, Badoo, la magia de internet”, “Tatiana, en marzo, mes de la mujer”, “Ira y dolor intenso”, “Adriana Yadira, morir de amor. No me dejes de querer”.
Otras narrativas de no ficción integran el volumen: “Ana Luisa y Esmeralda, el enano y la chaparra”, “La impunidad”, “Esperanza, no pasa nada. Tequila y cerveza”, “Gloria, te busco, te odio”, “María de los Ángeles, la prendió la heroína. Vida agitada”, “La vida en rosa, en pedazos. Lolis”, “Lupita, como una reina”, “Esmeralda, la vida loca”, “Asesino en serie”; además, se incluye una entrevista a Perla del Socorro Ibarra, procuradora general de Justicia del Estado en Baja California, titulada “Reclamo social, la visión de la procuradora”.
En todo caso, más allá de los perfiles de las féminas asesinadas, Sergio Haro Cordero también incluyó el contexto social, económico, político y cultural en que sucedieron los crímenes, sello distintivo de su legado periodístico por más de tres décadas como una suerte de reclamo de justicia en medio del páramo norteño.
“El dejar un libro como que ahora se presenta es una herencia invaluable. Las 16 mujeres asesinadas en cobardía y que él meticulosamente investiga, rastrea, testimonia, señala y denuncia valientemente y con coraje, es una demostración de justeza y reclamo”, advierte en edición el escritor Tomás Di Bella.
LA VOZ DE SERGIO
Sergio Haro Cordero (1957-2017) dejó concluido su libro; incluso estableció el orden de las historias, escribió la presentación, conclusión, agradecimientos y una contextualización sociopolítica titulada “Chicali”.
“Lamentablemente ya no sólo se puede hablar de casos como el de Ciudad Juárez o el Estado de México. El tema de la violencia hacia las mujeres ha permeado literalmente a todo el país, y Baja California no podía ser la excepción”, señaló Haro.
“En Baja California las cifras son escandalosas y de acuerdo con datos oficiales, tan sólo en el año 2008 al 2015, en la Procuraduría General de Justicia del Estado se tienen registrados 586 asesinatos de mujeres, sobre todo, en el caso de Tijuana y Rosarito, donde en ese mismo lapso suman 425 las mujeres masacradas.
“En esos mismos ocho años (2008-2015), en Mexicali se suscitaron 103 crímenes contra mujeres, la mayoría ligados oficialmente como motivos ‘pasionales’ y en un buen número de los casos, sin que se haya detenido algún responsable. Pero en el caso de Mexicali -aunque la cifra es menor que a la de Tijuana-, llama la atención la saña, la crueldad de estos crímenes y, sobre todo, cómo una buena parte han sido dirigidos hacia mujeres dedicadas al sexoservicio”, complementó el también autor.
“Más aún, una parte de estos asesinatos de mujeres dedicadas a la prostitución no sólo son privadas de la vida -que es el término oficial y más utilizado-, sino que antes las torturaron hasta el cansancio, y posteriormente, como objetos de desecho las arrojaron en algunos de los canales de la periferia oeste de Mexicali, y ésa no es la peor parte. A otras tantas, además de torturarlas y asesinarlas, las cercenaron en pedazos, les mutilaron las piernas,
brazos, cabeza, las acomodaron en bolsas de plástico -de ésas usadas para la basura- y las arrojaron junto a otros desperdicios, que finalmente fueron a parar hasta el basurero municipal, donde los pepenadores recibieron el macabro bulto”.
Finalmente, el finado editor de ZETA advirtió sobre su libro ahora póstumo: “No se trata de esclarecer los crímenes y aprehender a los culpables -ésa es y debe ser tarea de las autoridades-, pero sí de aportar un contexto en el que se han sucedido este tipo de atrocidades y donde los casos de esta veintena de mujeres asesinadas son una especie de botón de muestra, de mujeres que vivieron una vida nada rosa, y que de la rosa sólo conocieron las espinas”.
Así Sergio Haro concluyó: “En suma, se trata de un submundo nada rosa”.