Las primeras palabras que dio Guillermo Ruiz Hernández como fiscal general del Estado, aquel 1 de noviembre de 2019, lo perseguirán durante el tiempo que dure su encargo, que va de dos a cinco años, según lo ha comentado. Aquel día manifestó que su prioridad sería dignificar el trabajo de policías y ministerios públicos de la institución, pero desde que llegó solo se le ha visto en eventos y comidas, y poco observando a los mandos más bajos de la procuración de justicia. Como prueba de ello, elementos de la Guardia Estatal y de la Agencia Estatal de Investigación, han reclamado que les han “jineteado” un recurso que ronda entre los 500 y mil pesos quincenales de su catorcena a cada uno, sueldo que se sabe no es precisamente la mejor paga y, por lo menos en el área de investigación, su salario no ha tenido aumentos desde hace aproximadamente diez años. Desde la administración de Francisco Vega de Lamadrid, se instauró una división en la compensación económica, por lo que un día se les pagaba una parte y a los días les llegaba la otra. Sin embargo, esto no se vio reflejado en el último pago, por lo que les preocupa que se “desaparezca” como ocurrió con las ayudantías del mes de febrero, las cuales nunca se pagaron. Esta semana, la Fiscalía General del Estado giró una nueva instrucción a los fiscales y policías, a quienes les indicaron que cualquier comisión fuera de la ciudad en la que se requieran viáticos, serán pagados una catorcena después de la comisión y deberán comprobar con factura el gasto realizado. Esto resultó risible para los uniformados y abogados, toda vez que cuando acuden a otro municipio les otorgan una mínima cantidad para alimentación, por lo que deben comer en negocios informales de bajo costo, donde no emiten comprobantes. Para empeorar la situación, la institución a cargo de Ruiz Hernández les dijo que de otorgarles 150 pesos de comida y solo gastan 130, tendrán que devolver los 20 pesos faltantes. A como van las cosas, no duden que el fiscal empiece a cobrar el papel higiénico o el que utilizan para los expedientes judiciales. Ah, pero eso sí, “Titi” Ruiz despacha desde un lujoso edificio rentado en Tijuana.
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