En medio de una de las contingencias sanitarias más letales, el Gobierno de Baja California, encabezado por Jaime Bonilla, se confrontó con autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social, señalándolo de ser “el talón de Aquiles” del sistema de salud de la entidad al no proveer de equipo de protección a sus médicos “que están cayendo como moscas”. Después de su exabrupto, el mandatario avaló, a través de la Secretaría de Salud estatal, la restricción en la entrega de equipo de protección que se provee a doctores y enfermeras, atendiendo de esa manera el llamado de auxilio del personal médico
La crisis de los hospitales reconvertidos a la atención de pacientes con virus COVID-19 se desbordó en redes sociales, evidenciando no solo las carencias en cuanto a insumos y equipo básico de protección personal que enfrenta el personal médico, sino la falta de coordinación para atender la peor contingencia sanitaria en Baja California.
Desde el inicio de la epidemia en la entidad, directivos de los Hospitales Generales del Estado, así como médicos y enfermeras de las clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dieron cuenta de la falta de medidas de seguridad, capacitación y seguimiento de protocolos.
Pero fueron ignorados tanto por las autoridades del IMSS que en Baja California encabeza Desirée Sagarnaga Durante, como por el gobierno de Jaime Bonilla Valdez, quien, a través de la Secretaría de Salud, es responsable de coordinar y establecer protocolos para la atención de la pandemia en el Estado.
Pero fuera de la cantidad de pacientes afectados, camas y ventiladores ocupados que cada clínica del IMSS reporta a diario, el secretario de Salud en la entidad, Alonso Pérez Rico, desconocía las carencias del Instituto o la cantidad de personal contagiado de coronavirus, situación que apenas en la semana que concluye se abocó a revisar.
Tampoco había investigado la saturación de cadáveres en la Clínica 20 del IMSS registrado a mediados de la semana pasada, obligando a los camilleros a colocarlos en una sala de quirófano y en la zona de radioterapia, “porque en el cuarto frío ya no cabían”, ni la falta de capacitación al personal para evitar que nieguen el ingreso a los pacientes sospechosos de coronavirus, como sucedió esta semana en la Clínica 1 del IMSS.
Fue a raíz que el actor Eugenio Derbez compartiera el domingo 12 de abril en sus redes sociales el llamado de auxilio del personal médico de la Clínica 20 y que la delegada Desirée Sagarnaga le respondiera, acusándolo de difundir información falsa y que “en todas las unidades del Instituto se cuenta con los insumos de protección personal necesarios para la atención de esta contingencia”, que comenzaron a atender la delicada situación.
Al día siguiente del encuentro en Twitter entre Derbez y Sagarnaga, Jaime Bonilla admitió un brote de COVID-19 en personal del Seguro Social, derivado de la falta de equipo, “ahora estamos viendo que están cayendo como moscas porque no se les dio la protección a los médicos”, comentó y, sin asumir responsabilidad alguna, atribuyó al Seguro Social ser el “talón de Aquiles” del sistema de Salud de Baja California, ante la falta de atención y desprendimiento de la delegada.
MAQUILLAN STOCK EN ALMACENES
Ante el escándalo nacional, la Dirección General del IMSS envió al doctor José Manuel Lira, titular de la Unidad de Atención Médica, a supervisar los hospitales del IMSS de Baja California.
Previo al recorrido de supervisión realizado el martes 14 de abril, los almacenes de los nosocomios fueron abastecidos con Equipos de Protección Personal (EPP).
Sin embargo, ante la insuficiencia del material proveído por el gobierno y para evitar que los depósitos lucieran semivacíos, el stock se completó con material donado por ciudadanos que han atendido el llamado de auxilio de los trabajadores de la salud.
Ya con los almacenes llenos de kits de protección, a casi dos meses de iniciada la contingencia por coronavirus en esta entidad, las autoridades revisaron los nosocomios, se tomaron la foto y grabaron vídeo.
SIN PROTECCIÓN PARA NO ALARMAR A PACIENTES
Personal médico de las clínicas 1 y 20 del IMSS, con sede en Tijuana, compartieron a ZETA el trato recibido durante las fases de la pandemia del virus COVID-19, pidiendo la reserva de su identidad por miedo a represalias, toda vez que se les prohibió hablar con medios de comunicación.
Comentaron que durante la primera fase de la contingencia, “no nos dejaban ni siquiera usar cubre bocas para no alarmar a los pacientes”, compartió una enfermera de la Clínica 20 asignada al sistema de primer contacto con los pacientes con COVID-19.
Al inicio de la segunda fase, se le permitió utilizar los trajes que desechaba el personal de quirófanos. Fue hasta el martes 14 de abril que ella recibió su primer kit de protección completo, por el que firma de recibido, teniendo que devolver los lentes para su reúso.
En la Clínica 20 no solo ha incrementado el número de pacientes afectados por el patógeno, también el personal infectado, sumando 24 que han dado positivo a coronavirus, entre personal médico y directivos.
Número que pudiera elevarse en próximos días, ya que “por día hacemos un promedio de doce riesgos de trabajo de puros empleados IMSS, que al ser sospechosos, se les otorgan 14 días de incapacidad.
El miedo y la frustración invaden al personal cada vez que se confirma el contagio de un compañero. Se abrazan, lloran, consuelan entre sí o se unen en oración como una forma de liberar sus emociones, tomar fuerza y continuar con su labor de atender a los pacientes contagiados por coronavirus, incluidos algunos de sus compañeros, “porque si no lo hacemos nosotros, nadie lo va a hacer”, subrayan.
ENTREGA DE EQUIPO PARA LA FOTO
La noche del 12 de abril, previo al recorrido de supervisión de las autoridades de la Dirección General del IMSS, en la Clínica 1, el personal que no labora en el piso asignado para pacientes COVID-19, recibió overoles, la mayoría del material donado que no se les había entregado.
“Este domingo me dieron uno y me querían tomar fotografías recibiéndolo, a lo cual me negué por completo”, expuso una enfermera.
Otra asistente médica de ese hospital dijo haber recibido esa fecha dos overoles, pero un solo cubre bocas; el resto del equipo de protección, como botas y gorro, debe comprarlo de su bolsillo.
“He estado once horas sin tomar agua, sin comer ni ir al baño, si sales del área no puedes volver a entrar porque no te quieren dar otra mascarilla”, indicó otra enfermera.
DIRECTIVOS AUSENTES POR INCAPACIDAD
Médicos de la Clínica 20 del IMSS reportaron la ausencia de directivos, jefes de piso y de enfermería, previo al inicio del periodo de Semana Santa, todos incapacitados por haber dado positivo a coronavirus o por ser sospechosos al haber tenido contacto con los contagiados.
La ausencia de los titulares de las áreas agudizó la descoordinación al interior de este nosocomio, situación que hizo crisis el 12 abril, cuando se agotaron los diez ventiladores disponibles para los pacientes con COVID-19.
Para colmo, ante la falta de los titulares de las áreas, el personal a cargo limitó aún más la entrega de equipo de protección. De los 36 que obtuvieron incapacidad, solo cinco dieron positivo a coronavirus, entre ellos el director César Figueroa, quien se recupera del contagio en su casa. Un trabajador se encuentra hospitalizado. Cinco empleados más se mantienen como sospechosos y el resto del personal fue aislado a sus hogares por haber tenido contacto con personal contagiado.
TRABAJADORES ADVIRTIERON CRISIS
El 24 de marzo, los trabajadores firmaron un manifiesto solicitando a las autoridades del IMSS la aplicación de medidas preventivas ante la pandemia COVID-19.
El escrito fue dirigido al Cuerpo de Gobierno de ese nosocomio, el cual está integrado por el director César Alberto Figueroa Torres, el subdirector Juan Pablo Robles Noriega, los coordinadores clínicos de todos los turnos, así como del Departamento de Epidemiología y Laboratorio para que fuera enterado a la Delegación Regional del IMSS, a cargo de Desirée Sagarnaga Durante.
En el manifiesto, el personal demandó a las autoridades aprender de las experiencias de los países afectados antes que México, para evitar caer en los mismos errores.
También se dio cuenta que la falta de información real, concientización, insumos e infraestructura, constituían las principales problemáticas, lo que colocaba a los trabajadores de la salud y a nuestra población “en un estado vulnerable”.
Por ello exigieron mayor coordinación, orientación, material de apoyo para un mejor manejo de la pandemia, demanda que acompañaron de una propuesta de posibles soluciones, entre las que enumeraron: designar una ruta de ingreso y egreso de los pacientes sospechosos de COVID-19, establecer manual de procedimientos de toma de muestra y ruta de ingreso de pacientes a urgencias que delimite el área de los familiares de pacientes hospitalizados.
También demandaron una regadera de emergencia, área de lavado adjunto a las zonas COVID-19 y el establecimiento de un procedimiento supervisado de desinfección del personal y del material. El personal de laboratorio se hizo cargo de entregar el manifiesto, del cual no se ha tenido respuesta.
Consideraron que al no haberse establecido mecanismos de prevención, surgió el brote de coronavirus en el personal médico, lo que puso en riesgo a los pacientes que acuden al nosocomio, el cual continúa siendo de uso mixto, es decir, recibe lo mismo pacientes infectados de coronavirus como de otros padecimientos.
Los especialistas de laboratorio señalaron que en las autoridades del IMSS “hay culpa en el contagio del personal porque no se están llevando a cabo los protocolos adecuados, no hay vigilancia, supervisión; en eso no ocupamos dinero, tenemos los recursos humanos, nada más que falta organización, liderazgo. La emergencia la subsanamos haciendo nuestro mejor esfuerzo, con lo que tenemos, aquí nadie vino y nos dijo ‘tienen que hacer esto’, nosotros por iniciativa propia, por sentido común y lógica, hacemos las cosas”.
De igual forma, opinaron: “Aquí debería haber regaderas para que el personal se bañe antes de irse, pero no las hay, no tenemos ni lavados en puntos importantes, ni insumos básicos como gel antibacterial en puntos estratégicos”.
Para concluir, el personal de laboratorio observó que tampoco se da un manejo adecuado de los pacientes sospechosos, “a quienes se les debe tomar como positivo mientras no se demuestre lo contrario, antes de enviarlos a cuarentena, al menos se les debía de proveer de cubre bocas, lavado de manos y guantes, para que no disemine el virus”.
NIEGAN ACCESO A PACIENTES EN CLÍNICA 1
Con 95 camas disponibles, la Clínica 1 del IMSS llegó a su límite de cupo la noche del martes 14 de abril, negándose el personal del nosocomio a recibir a sospechosos de COVID-19 que debieron ser trasladados al hospital en ambulancia. Unos 14 pacientes optaron por quedarse afuera del hospital, en espera de que se abriera un espacio para ellos.
Acostadas en la puerta de acceso de la clínica unos, parados o sentados otros, las personas con síntomas de coronavirus tuvieron que esperar durante horas hasta lograr que se les brindara el acceso al nosocomio, de acuerdo al testimonio de diversos servicios de emergencia y de ciudadanos.
Al respecto, las autoridades del Instituto aseguraron que ningún hospital del IMSS ha sido rebasado, mientras que el director de la Clínica 1, Arturo Álvarez Tostado, aseguró que negar el acceso a los pacientes fue una decisión personal de una doctora, sin ser esa la política de trato hacia los derechohabientes.
SURTEN VENTILADORES A CUENTAGOTAS
En la Clínica 20 del IMSS, el domingo 12 de abril se agotaron los diez ventiladores que tenía disponible para atender a los pacientes con coronavirus.
“Ahorita lo crítico, lo que nos urge son ventiladores, médicos y enfermeras”, asentó el secretario de Salud estatal, Alonso Pérez Rico, quien anunció que parte del déficit de personal se subsanó con la contratación de 80 personas del área médica, 38 doctores y 42 enfermeras.
De 307 ventiladores, en BC solo había 71 disponibles, por lo que se adquirieron 30 unidades más, cantidad a la que esta semana se sumarían 20, de acuerdo a la promesa de donación del sector privado.
El funcionario advirtió que será a partir de la última semana de abril y las dos primeras de mayo, cuando el desbasto de ventiladores podría hacer crisis, periodo durante el cual prevé se estarían ocupando 770 camas de unidad de cuidados intensivos, con sus respectivos ventiladores.
Al jueves16 de abril, Baja California sumaba 538 casos positivos, de los cuales 65 pacientes han fallecido, manteniéndose en segundo lugar de mortalidad por coronavirus a nivel nacional.
MASCARILLAS SERÁN REUTILIZADAS: PÉREZ RICO
Ante la limitada cantidad de material de protección de uso médico, la Secretaría de Salud del Estado obligará al reúso de las mascarillas N95.
“Una de las estrategias que estamos buscando, se los tengo que admitir, es re-esterilizar las N95, nada más que no podemos garantizar su funcionalidad, entonces, como no podemos garantizar su funcionalidad ahorita, seguimos usando y dispensando”, adelantó.
Pero una vez que se garantice su esterilización adecuada, se estarán reutilizando como una medida de optimización de recursos.
Respecto a los kits de protección proporcionado al personal médico y que ha sido complementado con donaciones, Pérez Rico aceptó: “Son donaciones lo que están recibiendo los trabajadores, sí, las donaciones, lo que compramos nosotros, los que compró el Gobierno Federal, los que se compró de China, los que traemos de Estados Unidos importado, lo que nos quedó de la H1N… todo, todo suma y lo juntamos, y se lo damos al trabajador”.
Finalmente, subrayó que solo un traje es entregado por jornada de trabajo, y aunque reconoció lo incómodo que es para los trabajadores no poder ni ir al baño, no se les puede proveer de más equipo, ya que las próximas semanas se requerirán más insumos de los que hay en existencia, “tenemos que prepararnos para lo peor”, sentenció.
Cuatro médicos y tres enfermeras del Sector Salud de Baja California han sido confirmados como positivos a COVID-19, sumando un caso más registrado en el Issstecali.
“Tenemos que ver dónde se infectaron, si se infectaron en sus casas o en el hospital, o fuera de su casa y fueron al hospital”, finalizó Pérez Rico, quien dice desconocer la cantidad de trabajadores del IMSS contagiados de coronavirus.
Hospital Ángeles apoyará a hospitales públicos con 200 camas
El Hospital Ángeles de Tijuana se encuentra en la lista de instituciones privadas de salud que firmaron un convenio con el Gobierno de México para atender a derechohabientes de las instituciones públicas de salud mientras pasa la pandemia del coronavirus.
En conferencia de prensa matutina el lunes 13 de abril, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, firmó el acuerdo intitulado Todos Juntos contra el COVID-19, el cual tendrá vigencia del 23 de abril al 23 de mayo, e incluye 146 hospitales distribuidos en 27 estados del país, poniendo a disposición 3 mil 115 camas. Esto significa el 50% de su oferta, y proporcionarán servicios a pacientes de parto, enfermedades del apéndice, hernias complicadas, úlceras o endoscopías.
El acuerdo fue firmado por la Asociación Nacional de Hospitales Privados y el Consorcio Mexicano de Hospitales, que incluye al Centro Médico ABC Campus Observatorio; Hospitales Ángeles; Grupo Dalinde San Ángel Inn; Hospital de Beneficencia Española; Hospitales Christus Muguerza; Hospitales MA; Hospital San Javier; Hospitales Star Médica; Hospital Médica Sur; Grupo Torre Médica; Clínica del Noroeste, Hospital Cemain; Hospital D’María y Hospital Ginequito.
De esa lista, el Hospital Ángeles es el único con presencia en Tijuana y, consultados sus administradores, confirmaron su participación. Tienen 200 camas disponibles, aunque serán instituciones de salud pública las responsables de asignarlas.
En Tijuana, las Clínicas 1 y 20 del IMSS, así como el Hospital General, están atendiendo a personas infectadas con COVID-19. Serán sus autoridades administrativas las que entreguen un documento para que sean recibidos y atendidos en la clínica particular. Luis Gerardo Andrade Ramos
Un plato caliente de comida para los médicos
Como agradecimiento por el trabajo que están haciendo, desde el 13 de abril, la organización World Central Kitchen, fundada en 2010 por el chef José Andrés, está enviando alimentos a médicos, enfermeras, camilleros y personal del Hospital General, Clínica 20 y Clínica 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Teresa Picos, coordinadora del proyecto, detalló que envían cien comidas e igual cantidad de cenas por día a cada hospital, y lo harán por tiempo indefinido.
Las personas que están preparando los alimentos, son voluntarios, entre ellos exitosos chefs de la localidad, aprendices, incluso migrantes que han decidido regresar el favor trabajando.
Según Picos, ya no requieren mano de obra, pero si la gente está interesada en apoyar, reciben donaciones de cubiertos de plástico, servilletas y platos desechables.
“La intención es llevar (a personal médico) una comida de calidad, cuidarlos, entregarles un platillo que además de estar rico, la presentación sea buena; ellos se lo merecen y lo vamos a estar haciendo hasta que sea necesario”, dijo la coordinadora.
Las instalaciones de World Central Kitchen empezaron a funcionar en Tijuana en octubre de 2018 para atender a la caravana migrante, las oficinas se ubican en una antigua sucursal de Bol Corona, en Avenida Melchor Ocampo de Zona Centro, a un costado de Mexitlán.
La organización no gubernamental también provee alimentos a doce albergues de la ciudad que atienden a migrantes, mujeres y niños. Luis Gerardo Andrade Ramos
En Tijuana disminuye afluencia, pero la gente sigue en las calles
“Pues no es tan fácil (quedarse en casa) porque tenemos que trabajar, uno trata de cuidarse y tomar sus precauciones, pero pues no hay de otra”, dijo Omar Hurtado, taxista libre que esperaba pasaje en la Zona Centro el miércoles 15 de abril.
En Zona Río se pudo observar a gran cantidad de personas, principalmente haciendo filas en los bancos porque necesitaban hacer transacciones debido a que era quincena. Mientras los agentes de Tránsito recorrían las vialidades para invitar a las personas que regresaran a sus casas y solo salir en caso necesario.
La fila más larga era para ingresar al almacén Costco de Zona Río, la hilera llegaba hasta Paseo de los Héroes. “Hay muchas personas afuera, pero la mayoría vienen a comprar algo o a hacer un mandado, pero también se ven menos vehículos que de costumbre, ojalá que la gente haga caso de quedarse en casa”, expresó el oficial de Tránsito.
En el crucero conocido como “5 y 10” se pudo notar una menor afluencia de gente a pie, pero fue evidente la continua afluencia de taxis, calafias, camiones y vehículos particulares por Bulevar Gustavo Díaz Ordaz.
En Playas de Tijuana, algunos de los comerciantes de la zona costera se declararon preocupados por el golpe económico que está produciendo la pandemia del COVID-19, ya que temen perder sus negocios en las siguientes semanas. Luis Gerardo Andrade Ramos
Fallecieron cinco choferes de transporte público por COVID-19
La alarma entre el gremio transportista de Tijuana se activó al confirmarse que cinco choferes fallecieron a consecuencia del virus COVID-19, por lo que en próximos días estarán solicitando formalmente el apoyo del Gobierno del Estado para tomar muestras a los posibles casos sospechosos y aislar a los que sean necesarios.
Baltazar Gómez, secretario general de la Confederación de Trabajadores de México en Tijuana, informó que la situación de la mayoría de los trabajadores del volante es precaria, al no contar con seguridad social ni con la posibilidad económica para atenderse en el sector privado; de ahí que requieren de manera urgente el apoyo del mandatario Jaime Bonilla Valdez y asegurarse de que no incrementen los casos de choferes infectados por este virus que ya ha cobrado la vida de 65 personas en Baja California.
“Es un tema muy delicado, porque los choferes de transporte público se encuentran en riesgo y pueden poner en riesgo a mucha gente, todavía hay una afluencia importante de pasajeros que se transportan día a día”, comentó el líder sindical.
Acerca de la medida preventiva sugerida a los transportistas de solo llevar pasaje al 50% de la capacidad, Gómez admitió que en las primeras semanas se mostraban renuentes a seguirlas, pero cuando se supo de los fallecimientos, buscaron la manera de implementarlas. Incluso han pensado en solicitar a las autoridades algún recurso que obligue a los usuarios a portar cubre bocas, de lo contrario les negarían el acceso a las unidades como medida preventiva.
El gremio en general redujo las unidades en circulación, y, desde el 13 de abril, solo opera el 20% del padrón de 22 mil taxis y camiones suburbanos. Acorde con Baltazar Gómez, todos tienen la indicación de respetar las tarifas oficiales y cuidar el número de pasajeros que suben, aunque se encuentran en constante supervisión para que así se cumpla.
Por su parte, el titular de la Secretaría de Movilidad Urbana Sustentable del Ayuntamiento de Tijuana, Román Aboytes, comentó que están enterados del deceso de choferes con COVID-19, por lo que brindarán todo el apoyo que requiera el gremio para asegurar medidas de salubridad.
ZETA ha recibido constantes quejas de irregularidades cometidas por transportistas, que con el pretexto de la pandemia han incrementado sus tarifas, no respetan el cupo máximo de usuarios o no aplican las suficientes medidas de seguridad. Lourdes Loza Romero
Fallece escolta de Bonilla por coronavirus; 18 estudiantes de la UABC contagiados
Entre los funcionarios del Gobierno del Estado que han resultado infectados, Rigoberto Rodríguez, jefe de escoltas del equipo de seguridad del gobernador Jaime Bonilla, falleció la noche del 13 de abril.
Aunque el secretario de Salud, Alonso Pérez Rico, aseguró que el gobernador no tuvo contacto con el ex policía en los últimos veinte días, el martes 14 de abril se le aplicó una prueba de coronavirus, resultando negativa.
Del gabinete estatal, seis funcionarios han sido sospechosos de contagio, de los cuales dos han dado positivo: el oficial mayor Salomón Faz Apodaca y Rigoberto Rodríguez. Cuatro más dieron negativo: el secretario de Hacienda, Adalberto González Higuera; la secretaria de Infraestructura de Desarrollo Urbano y Reorientación Territorial, Karen Postlethwaite Montijo; y Mario Escobedo Carignan, quien titula la Secretaría de Economía Sustentable y Turismo.
Respecto a los 18 estudiantes de la Universidad Autónoma de Baja California que dieron positivo a COVID-19, Pérez Rico no conoce sus identidades, “necesito que me pasen el listado, no podemos trabajar en base a especulaciones o San Facebook”.
Reiteró que los estudiantes internos fueron retirados, no así los pasantes, quienes fueron reincorporados en áreas no asignadas para pacientes con coronavirus, “tenemos que proteger a nuestros pasantes, obviamente no vamos a mandar a nadie a atender pacientes COVID o a administrar pacientes COVID si no les damos con qué protegerse”, declaró.
Dispositivos móviles para despedir a víctimas de coronavirus
Familiares de las 65 personas fallecidas por coronavirus en Baja California no han podido despedirse de sus seres queridos, por lo que a Secretaría de Salud prevé colocar dispositivos móviles en las áreas COVID-19 de los hospitales, para que puedan verlos por última vez.
“Estamos viendo la forma de implementar un tipo de telecomunicación para que la familia se despida, vamos a llevar el aparato electrónico como una tablet y que ellos vean al familiar y el paciente los vea”, anunció Alonso Pérez Rico desde la Secretaría de Salud estatal.
Una de las principales inconformidades de los familiares es el hecho que no se les permite el acceso al hospital y, en casos graves, no se les da acceso a despedirse del ser querido, “aunque algunos dicen que compran su traje para poder entrar, no se trata de que lo compren, es un momento muy emocional, se va a quitar el traje, va a empezar a hiperventilar, se va aquedar la máscara y se va a infectar; no se trata de no dejarlo ver, sino de proteger al familiar”, insistió el funcionario.
Funerales y misas a puerta cerrada
Los cuerpos de los pacientes fallecidos por coronavirus son cremados, sus familiares pueden realizar los servicios funerarios tradicionales, siempre y cuando atiendan las medidas implementadas desde el 23 de marzo, entre las que las funerarias limitaron el acceso a diez personas por servicio.
Para compartir ese momento con un mayor número de personas a distancia, algunas funerarias como Gayosso, Del Carmen y González, ofrecen el servicio de forma virtual para que amigos y familiares puedan conectarse desde sus dispositivos móviles y otros aparatos, y adquirir flores en línea para ser enviadas directamente a la sala de velación.
Aunque la Iglesia Católica anunció la suspensión de los actos religiosos e inició con el desarrollo de misas a puerta cerrada, en algunas parroquias de Tijuana los feligreses continúan asistiendo, sin que el acceso les sea limitado.
En el acto de exposición del Santísimo, las puertas de las iglesias mantienen el libre acceso, sin ningún tipo de filtro.
“Apoyen al personal de Salud”: doctor Clemente Zúñiga
“Apoyen al personal de Salud, hablo desde el médico, enfermería, hasta el personal de limpieza, nosotros estamos haciendo todo lo posible por atender a las personas que más lo necesitan”, manifestó en exclusiva a ZETA el doctor Clemente Zúñiga Gil, encargado del Servicio de Geriatría del Hospital General, quien resultó positivo a COVID-19.
En entrevista escrita, por la dificultad que le cuesta hablar, el médico en recuperación aseguró estar mucho mejor, prácticamente asintomático, “esperando se me realicen las pruebas que me permitan reintegrarme al trabajo clínico”.
El galeno se dio cuenta de la posibilidad de estar infectado cuando comenzó a experimentar los síntomas típicos del coronavirus: tos, malestar general y fiebre.
Como paciente e integrante del personal médico, Zúñiga Gil pidió a la población mantener la calma, sobre todo a ser solidarios, contribuyendo a contener la pandemia siguiendo las medidas de prevención, sobre todo no saliendo de casa.
“Al ser una pandemia de las proporciones que estamos viendo, creo que es imposible tener todos los recursos necesarios para enfrentarla como lo hemos hecho hasta ahora, tendremos que innovar en muchos sentidos para poder dar frente a este reto sanitario”, concluyó. Con información de Luis Gerardo Andrade Ramos