En febrero de 2020, el valor real de la producción de las empresas constructoras cayó 15.6 por ciento respecto al mismo mes del año anterior. Igualmente, las horas trabajadas retrocedieron 10.6% y el personal ocupado en el sector en México bajó 10 por ciento.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC), dada a conocer este 24 de abril por el INEGI, en febrero pasado, el valor de las empresas constructoras se contrajo 0.7 por ciento respecto al mes previo. Con ello, se mantuvo la tendencia a la baja desde enero de 2019.
En el segundo mes del año, el personal ocupado descendió 1.1 por ciento respecto a enero 2020, y las remuneraciones medias reales disminuyeron 3.2 por ciento. En contraste, las horas trabajadas tuvieron un incremento de 0.5 por ciento en el mismo lapso.
Para Víctor Manuel Escobar Sánchez, presidente estatal de la Asociación Mexicana de Ingenieros Constructores de Baja California (AMICBC) la debacle en el sector se profundizará a partir de abril, por la contingencia sanitaria derivada de la epidemia de SARS CoV2 (COVID-19)
En el periodo de la emergencia se ha suspendido la operación de 70 por ciento de las obras privadas en el estado, lo que ha contribuido a que incremente el desempleo en el sector. “Nosotros estimamos que al inicio de junio en Baja California 40% de la planta productiva se perderá”, apuntó en entrevista con ZETA.
Coincidió con la Cámara Mexicana de la Construcción (CMIC) en el sentido de que hasta 500 mil personas a nivel nacional podrían perder su trabajo o dejar de recibir su remuneración, toda vez que más del 90 por ciento de empresas del sector son pequeñas y medianas.
La carga de contribuciones fiscales, sueldos, rentas e insumos “no lo podrá soportar más del 40 por ciento de las empresas en el estado”. Esos negocios tendrán que cerrar si la contingencia sanitaria continúa hasta el 1 de junio, porque “no hay posibilidades de seguir pagando empleados y todo sin un apoyo del gobierno federal”, anticipó.
Por ello, consideró necesario que las PyMES se eleven a rango constitucional, “lo cual nos daría un potencial de crecimiento y de apoyos financieros que permitirían que las MiPyMES pasaran a ser factores más eficientes en el crecimiento del país”.
En su opinión, las acciones anunciadas por el gobierno federal “no vienen a ayudar en nada” a las pequeñas y medianas empresas. Los apoyos están dirigidos a personas que ya estaban en un padrón de programas sociales, con un tinte electoral; por lo que el recurso no llegará a quienes generan empleo. Aunado a que el monto máximo, de 25 mil pesos, es insuficiente.
Las pequeñas y medianas empresas requieren créditos blandos, sin burocracia, para poder acceder al recurso de manera rápida, y salir adelante, abundó el líder empresarial; quien se pronunció a favor de que el sector de la construcción sea considerado como actividad esencial, con el fin de que se reactive lo más pronto posible, puesto que ya traía un retroceso desde hace un año.
En cuanto a la depreciación del peso respecto al dólar, Escobar Sánchez señaló que si se mantiene en los niveles que ha estado la moneda mexicana se verán afectados los productos básicos de la construcción, como el acero y el cemento, encareciendo los costos.