Fondos Tijuana, el programa con el que el gobierno municipal otorga microcréditos con dinero proveniente de los recursos captados en la venta de pases de cruce ágil, fue concebido para fortalecer el desarrollo económico del municipio, pero a la fecha ha sido manejado como un esquema asistencialista que carece de reglas de medición que permitan evaluar los casos de éxito de los créditos otorgados.
Peor aún, ante la falta de controles reales, el 83% de los recursos otorgados en los últimos dos años, 2018-2019 (39.3 millones de pesos), la autoridad municipal lo etiquetó a fondo perdido, previendo recuperar solo el 17% restante, es decir, 6.7 millones de pesos de los que los acreditados solo han pagado 3.3 millones.
En aras de evitar que la cartera vencida de los acreditados por Fondos Tijuana se torne incobrable, el XXIII Ayuntamiento de Tijuana, al darse cuenta del problema recibido, reformó los lineamientos para la asignación de estos apoyos fondeados a través de la venta de pases de cruce ágil.
De inicio, los acreditados tendrán que presentar avales, además de que la autoridad municipal contratará los servicios de un despacho especializado en cobranza, con el objetivo de garantizar el retorno de los préstamos.
En el caso de los organismos empresariales, clústeres y asociaciones, solo podrán recibir los tradicionales subsidios del fideicomiso, previa firma de pagarés que solo serán liberados cuando se constate la ejecución del proyecto para el que fue asignado el apoyo, y se compruebe que los gastos se efectuaron apegados a la normatividad.
No obstante a estos candados, en el programa de apoyos 2020, planeado por el nuevo ayuntamiento, también se determinó que el 40% de los 15 millones de pesos autorizados en el primer trimestre, se proyectaron como no recuperables. “El subsidio tiene el objeto de detonar el desarrollo de la ciudad, el objeto no es recuperar el dinero”, asentó Arturo Pérez Behr, secretario de Desarrollo Económico de Tijuana.
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