En ocasión al Día Internacional de la Mujer que se conmemora el 8 de marzo, la fotógrafa estadounidense Jenny Ashley inauguró la individual “Mujeres ocultas. The Lampshade Project” en el Vestíbulo de El Cubo del Centro Cultural Tijuana (CECUT), a través de la cual critica las desigualdades de género y la objetivación del sexo femenino.
Pertenecientes a la serie “Hidden Women: The Lampshade Project”, en cada una de sus 22 fotografías construidas (de mediano formato, impresas a color), Jenny Ashley (Los Ángeles, 1975) recrea una escena donde incluye a una mujer con una lámpara que le cubre la cabeza, con vestuario, objetos y escenografía acordes a la época.
En su exhibición figuran obras como “The Well-Decorated Laundromat” (2017), “Incognito” (2017), “Well Lit” (2017), “Hot Mod” (2018), “The Colorful Raconteur” (2019) y “Girl Tender” (2019), de la citada colección fotográfica que inició en 2017:
“Ashley comenzó a trabajar en su serie fotográfica ‘The Lampshade Project’ en 2017 para destacar las desigualdades de género y la objetivación de las mujeres. Los conceptos para esta serie primero echaron raíces en la Universidad Estatal Politécnica de California, donde estudió Literatura Inglesa y Arte de Estudio con un enfoque académico en la teoría feminista, estudios de género y voces de resistencia”, se lee en el texto de sala de la exhibición.
En la presentación del texto de sala también se explica el discurso que busca transmitir la fotógrafa al colocar una lámpara en la cabeza a las modelos:
“En cada fotografía, la cara de la modelo está oscurecida por una pantalla de lámpara. Al esconder el rostro y la voz femenina de cada una, la mujer es despojada. Las imágenes le preguntan a quien observa si la mujer de la fotografía es un maniquí, un objeto que representa a una mujer o una mujer real y, por lo tanto, desdibuja las líneas entre identidad y objetivación. La pantalla de la lámpara se convierte en una máscara en la que una mujer se esconde, negando su verdadero yo y convirtiéndose en lo que algunos hombres buscan en una esposa: subordinación, docilidad y obediencia”, complementa.
En cuanto al vestuario y escenografías de época, se advierte: “Ashley elige usar ropa vintage para explorar la idea del juego de roles. La ropa no es una expresión de la verdadera identidad de la mujer, sino más bien cómo la cultura espera que aparezca como un objeto muy recatado o sexualizado. La mujer se vuelve casi invisible en el ámbito doméstico, ya que es vista como una noción fanática de un sex appeal sin esencia alguna de identidad. Además, esta serie se centra en la mujer como un grupo universalmente marginado que se valora como una fuente de decoración u ornamentación en lugar de una identidad soberana y componente esencial y contribuyente a la sociedad y la cultura. Las fotografías se convierten en un símbolo para aquellas mujeres que han sido infravaloradas, despedidas e ignoradas, pasadas y presentes”.
Durante la inauguración a la que acudió un centenar de espectadores de ambos lados de la frontera, Jenny Ashley confesó que su proyecto también tiene su origen en su experiencia personal:
“Esa perspectiva, que una mujer es un trofeo o un objeto hermoso y sexy para exhibir, o que es una posesión, eso es exactamente lo que estoy resistiendo y criticando en esta serie. La verdadera identidad de una mujer puede perderse u ocultarse o por las expectativas opresivas y patriarcales puestas en ella para ser una ‘buena mujer’ que es ‘vista y no escuchada’, se reduce a una persona sin identidad plena, que no se les permite expresar sus opiniones, no se le permite tomar sus propias decisiones, no se le permite tener autonomía, sino que está controlada, silenciada y atrapada, y ése no es un buen lugar para estar.
“Lo sé porque viví esa vida durante veinte años, muy silenciosamente, sin que mucha gente supiera cuán controlada estaba, cuán impotente me sentía y cuán oscura era mi vida debajo del exterior aparentemente perfecto. Yo era la mujer escondida debajo de la pantalla de la lámpara y estoy muy agradecida de haber escapado. Entonces, soñar y crear esta serie ha sido una forma terapéutica para mí de encontrar mi voz. Creo que el arte puede salvarnos. Y creo que es una herramienta poderosa para luchar y resistir un sistema opresivo”, concluyó Jenny Ashley.
“Mujeres ocultas” de Jenny Ashley puede visitarse de martes a domingo de 10:00 am a 6:00 pm en el Vestíbulo de El Cubo del CECUT, entrada libre.