En el pasado, causó gran preocupación la gripe animal (¿se acuerdan de las “vacas locas”?), tomándose medidas drásticas para evitar la propagación y sacrificando a grupos afectados.
El primer caso conocido de infección del hombre por la influenza aviar surgió en Hong Kong en 1997.
El H1N1 (antes llamado “gripe porcina”) es un virus que produce enfermedades humanas. Se detectó en 2009 en Estados Unidos, causando alerta internacional porque las víctimas aumentaron exponencialmente. En el mundo se tomaron medidas para contenerlo.
A pesar de acciones de gran dimensión, como cancelar eventos masivos y la reeducación en higiene personal, se fueron desatendiendo reglas básicas y descuidando limpieza (en cuanto a saludos, toser y estornudar).
En semanas recientes, medios de comunicación y redes sociales, han inundado los espacios con información del coronavirus.
Según el portal Redacción Médica, (https://www.redaccionmedica.com/la-revista/noticias/coronavirus-historia-virus-familiar-conocido-en-el-3-300-a-c–9292), “el coronavirus, que científicamente se conoce como Orthocoronavirinae, no es nuevo. Sus ancestros se remontan al siglo IX a.C.”.
“Fue en la década de los 90’s cuando se identificaron los primeros familiares del coronavirus. En el año 3,300 a.C. existió el Betacoronavirus; en el 3,000 a.C. el Deltacoronavirus; en el 2,800 a.C. el Gammacoronavirus; y en el 2.400 a.C. el Alphacoronavirus”.
“En el siglo XVIII, el coronavirus bovino estaba ligado al humano y entre 1890 y 1899 se produjo el nacimiento del que afecta a las personas”.
“El familiar más cercano apareció a mediados del siglo pasado. Se trata del OC43 y se encuentra relacionado con murciélagos”.
“En humanos fue detectado en los años 60 y desde entonces han sido identificados seis nuevos miembros de esta familia, siendo el más reciente el 2019-nCoV o coronavirus”.
“La crisis estalló en China en diciembre, siendo Europa uno de los continentes más afectados por el virus, que causa una enfermedad denominada Covid-19. Desde entonces, se han conocido más de 130,000 contagios en todo el mundo y más de 3,000 muertes”.
Al haberse propagado el virus intercontinentalmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado una pandemia; por razón geográfica, no por emergencia mundial, lo que ha sido malinterpretado.
Según la dimensión del problema, cada país ha tomado las medidas que considera oportunas; lamentablemente, mucha gente entró en pánico irracional, canalizando su ansiedad enfermiza en el consumismo y transmisión de noticias, memes, imágenes y cuanta cosa caiga en sus manos, imaginación y oídos; causando -en forma absurda- grandes compras de algunos artículos (muchos que no son de primera necesidad) y contagiando colectivamente un temor alucinante, forzando el racionamiento de ventas.
Más allá del daño a la salud física, la difusión y efectos están dañando la salud mental de los que se han dejado afectar por rumores y contagios mediáticos, lo que a la postre traerá diversas repercusiones económicas negativas, así como otras que aún no se podrían precisar (como las del retraso escolar).
Por lo pronto, el virus triunfó sobre la razón de las personas que están actuando irracionalmente, incluso forzando a que se tomen precipitadamente medidas oficiales que se implementarían cuando fuera oportuno.
La alerta poco a poco está paralizando al mundo: cerraron fronteras Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, España, Honduras y Perú; mientras que Bolivia, Brasil, Costa Rica, Cuba, Estados Unidos, Guatemala, Panamá, Paraguay, Venezuela y la Unión Europea impiden ingreso de extranjeros de los países afectados. En México y en varios países, suspendieron clases y actos multitudinarios.
La tendencia es evitar reuniones de más de diez personas y promover el confinamiento familiar y personal.
El coronavirus no debe ser menospreciado, pero tampoco exagerado. Cualquiera que sea su dimensión, lo importante consistirá en que el escándalo deje buenas lecciones, de las cuales mínimo nos queden buenos hábitos de higiene y evitar la pésima costumbre de esparcir rumores, noticias falsas y exageraciones.
Todo es cuestión de evitar el triunfo del coronavirus.
Alberto Sandoval es comisionado del ITAIPBC y fundador de Alianza Civil, A.C.
Correo: AlbertoSandoval@AlianzaCivil.Org Internet: www.AlianzaCivil.Org Facebook: Alberto Sandoval. Twitter: @AlSandoval