Conzultoría Matrimonial y Familiar
Tener relaciones sexuales es altamente beneficioso para la salud mental y física. Las relaciones íntimas tienen un impacto en el cuerpo que va mucho más allá del placer del momento.
Un ya célebre estudio de la Universidad de Wilkes en Pennsylvania, Estados Unidos, reveló hace tiempo que una vida sexual activa podría ayudar al cuerpo a protegerse de determinadas enfermedades, así como también aliviar otras. Según esa investigación, pionera en la materia, tener sexo al menos dos veces a la semana es suficiente para obtener numerosos beneficios para la salud mental y física.
Con el tiempo, numerosos grupos científicos y un servidor, nos enfocamos en comprender a fondo ese efecto del sexo en la salud, encontrando una gran cantidad de consecuencias positivas en la salud: previene ciertas enfermedades y aminora los efectos de algunas afecciones; entre algunas, los dolores musculares, ya que una de las conclusiones más famosas de los estudios es que el sexo es un excelente analgésico natural, gracias a la liberación de oxitocina y al aumento de las endorfinas que se produce durante ese momento.
Eso explica por qué luego de una relación sexual el cuerpo está más relajado y contento. ¿O no? Ciertos dolores, como las jaquecas, los musculares o los calambres, desaparecen.
Asimismo, ayuda a prevenir la depresión. Las relaciones sexuales actúan también como un antidepresivo, ya que cada orgasmo no sólo es un potente relajante físico, sino también emocional. Con la enorme producción de la hormona serotonina, que se produce en el cerebro durante el sexo, se reduce notablemente la tensión nerviosa. Según un estudio de la Universidad de Nueva York, practicar el sexo oral puede fungir como un excelente antidepresivo para las mujeres que lo realicen, ya que el semen contiene serotonina, melatonina y tirotropina (tres elementos claves para combatir la depresión).
También ayuda en otras enfermedades que después escribiré, porque lo importante ahora es establecer que el sexo es un potente aliado para evitar -o medio evitar- el contagio por coronavirus. Así parece demostrarlo la ciencia, como un reciente estudio del Instituto Kinsey de Investigación en sexo, género y reproducción y una investigación de la Universidad de Essen, Alemania, donde apuntan que los orgasmos refuerzan las defensas contra infecciones, bacterias y virus.
Todo esto es posible también gracias a que la masturbación y el clímax generan en nuestro organismo un cúmulo hormonas que, entre sus funciones, participan en el combate contra infecciones y enfermedades.
Cuando sentimos excitación sexual o llegamos al orgasmo -según muestra la ciencia-, nuestro organismo aumenta la cantidad de glóbulos blancos presentes en la sangre; estos son los responsables últimos de combatir las infecciones por virus y bacterias en nuestro organismo. En el mismo acto -y junto con la oxitocina- se liberan grandes cantidades de dopamina, una hormona que estimula y fortalece el sistema inmunológico para prevenir infecciones y contagios de enfermedades víricas (como el coronavirus).
Colateralmente, durante el orgasmo se liberan hormonas de la felicidad, cuyo poder de relajación actúa también como mitigador del dolor y de molestias asociadas a la enfermedad. La dopamina y la oxitocina, conjuntamente, reducen los niveles de cortisol, que es el responsable del estrés, los episodios de ansiedad, miedo o angustia, algo que también se ha recomendado controlar después del caos y preocupación vividos al presenciar las compras de pánico.
La masturbación y cualquier otro elemento que permita alcanzar el orgasmo, se han mostrado, también, como un potente neutralizador de los efectos negativos de otros malos hábitos, como la ausencia de ejercicio o el abuso de sustancias nocivas (como el alcohol o el tabaco).
No es la primera vez que la ciencia viene a dotar de gran importancia al placer sexual. Así, según diversos estudios, mantener relaciones sexuales con regularidad retrasa el envejecimiento y fortalece las defensas. Para los que tienen pareja -y pueden-, hay que hacer el amor; para aquellos solos y solas, hay que recurrir a la masturbación, que definitivamente les ayuda. Mujeres: mastúrbense, no se limiten; es sano y no es pecado. Quítense los prejuicios y sean felices.
Como siempre, gracias a mi dos que tres lectores por sus comentarios y consultas al correo: bautista46@hotmail.com
El licenciado Roberto Bautista reside en Tijuana, B.C.