En el Hospital General de Tijuana, y seguramente en otros a cargo del Gobierno del Estado, médicos y enfermeras suelen solicitar a los familiares de los pacientes los medicamentos, material y otros insumos que se requieren para intervenciones y tratamientos. El desabasto en el Estado es real y lo padecen los enfermos y sus familias. Ahora los médicos del General de Tijuana, solicitan a los tutores de los enfermos llevar solución inyectable (cloruro de sodio), pues dicho producto que solía ser adquirido a empresas mexicanas, de las cuales se sabía origen y normas de producción, ahora se le compra a una empresa de El Salvador, de la cual no tienen información, pero que seguramente es afín a las necesidades de la Cuarta Transformación. Por el bien de los pacientes, los galenos del HGT se rehúsan a utilizar esa solución de dudoso origen.