En ocasiones es más urgente surtir una receta médica que surtir una despensa.
El reparto de bienes del Estado para disminuir la pobreza del pueblo de México, es un acto populista, nos parece, pero no es democracia.
El pueblo ya se acostumbró a no trabajar; mejor se arrastra y se vuelve servil, aunque coma por lo que le dan los funcionarios. Es actuación, la mantenida ante muchos hombres y mujeres fuertes y sanos; parece que ellos nunca se enferman.
En la actualidad, el pueblo en general sufre por enfermedad. En Tijuana, según los medios, no hay medicamentos en el Seguro Social; los enfermos no tienen posibilidad alguna de conseguirlos.
Yo deseo sugerir a quien corresponda, que surtan los medicamentos que hace falta. Y agregaría la frase que dice: “No es pastor el que a sus ovejas mata”.
Termino diciendo lo que antes alguien ya dijo: “Una mente sana se encuentra en un cuerpo sano”.
Atentamente,
Vicente Martínez.
Tijuana, B.C.
