VENGANZA NÚMERO 1
Hoy mi hija cumple 18 años y estoy muy contento porque es el último pago de pensión alimenticia que le doy, así que la llamé para que viniera a mi casa y cuando llegó le dije:
Quiero que lleves este cheque a casa de tu mamá y que le digas que ¡ES EL ÚLTIMO MALDITO CHEQUE QUE VA RECIBIR DE MÍ EN TODO LO QUE LE QUEDA DE VIDA! Y quiero que me digas la expresión que pone en su rostro.
Así que mi hija fue a entregar el cheque. Yo estaba ansioso por saber lo que la ella tenía que decir y qué cara pondría. Cuando mi hijita entró, le pregunté inmediatamente qué fue lo que respondió su madre:
“Me dijo que justo estaba esperando este día para decirte ¡que no eres mi papá!”.
VENGANZA NÚMERO 2
Un hombre que siempre molestaba a su mujer, pasó un día por la casa de unos amigos para que lo acompañaran al aeropuerto a dejar a su esposa que viajaba a París. A la salida de inmigración, frente a todo el mundo, él le desea buen viaje y en tono burlón le grita:
“Amor, ¡no te olvides de traerme una hermosa francesita!”.
Ella bajó la cabeza y se embarcó muy molesta.
La mujer pasó quince días en Francia. El marido otra vez pidió a sus amigos que lo acompañasen al aeropuerto a recibirla. Al verle llegar, lo primero que le grita a toda voz es:
— Amor, ¿me trajiste mi francesita?
“Hice todo lo posible, ahora solo tenemos que rezar ¡para que nazca niña!”.
VENGANZA NÚMERO 3
En su lecho de muerte, un marido llama a su mujer. Con voz ronca y ya débil, le dice:
— Llegó mi hora, pero antes quiero hacerte una confesión.
“No, no, tranquilo; no debes hacer ningún esfuerzo”.
— Pero, mujer, es preciso… es preciso morir en paz. Te quiero confesar algo.
“Está bien, está bien. Habla…”.
— He sido un infiel, un irrespetuoso, ¡no respeté ni a la vecina!
“¡Lo sabía, lo sabía! Solo me hacía falta oírlo de tu propia boca, ¡por eso te di un mega purgante, desgraciado!”.
VENGANZA NÚMERO 4
Una pareja de esposos pasaba por el panteón.
— Cuando te mueras, vieja, voy a poner en tu lápida “Hasta que la vi callada”.
“Y yo, viejo, cuando te mueras pondré en tu lápida: ‘Hasta que sé dónde está’”.
Autor: Un hombre abnegado… seguramente.
Comparación
En qué se parecen Chabelo y “El Peje”:
1. Los dos se apellidan López.
2. Los dos tienen un programa de entretenimiento a las 7:00 am.
3. Los dos fingen la voz en el programa: uno chillona y el otro pausada.
4. Los dos organizan rifas o catafixias.
5. Los dos tienen público de escaso nivel educativo: el de uno son niños y el otro de los que no aprendieron mucho en la escuela o de plano no fueron.
6. Los dos llevan el programa a base de puras ocurrencias.
7. Los dos entretienen: uno a los niños y el otro a los chairos.
8. Los dos programas sirven para mantener el nivel de popularidad de los conductores.
9. Los dos tienen un público cautivo pidiendo que los presentes aplaudan.
10. Los dos buscan patrocinadores para regalar lo que no es de ellos y pararse el cuello.
Autor: El Chavo del 8.
Pecado
Un día mi vecino me vio acostado en una hamaca y me dijo:
“Oye, la pobreza es pecado”.
Yo ni siquiera levanté la mirada y le respondí:
“¡La envidia también!”.
Autor: Un devoto… ajá.
Vaya pregunta
— ¿Te desmayaste?
“No, imbécil, solo me estoy reiniciando”.
Autor: Un lector enojado.
Delincuencia
— La delincuencia está cada vez peor.
“¿Sí, compadre? ¿Te robaron algo?”.
— Sí, ¡las ganas de trabajar!
Autor: Un fan de las conferencias mañaneras.
Cumplidos
La Policía de Gedling, en Inglaterra, detuvo a un conductor y al revisarle los papeles decidió quitarle el automóvil porque su póliza de seguro era insuficiente.
El problema es que el automovilista trabaja para una empresa de entrega de alimentos y tenía un pedido en camino. Los agentes del orden no perdonaron la falta pero sí cumplieron su labor ¡EN ZERIO! entregando la orden de Big Mac con papas que se le había solicitado al joven.
Por lo menos el destinatario no pasó hambre.
