Los laboratorios clandestinos donde se está produciendo en México el fentanilo mezclado con goma de opio, la droga más mortal que circula hoy en el mercado de Estados Unidos, están ubicados al aire libre, en fincas cercanas a pueblos, en Sinaloa, “donde la vida aparenta estar en calma”, señaló la periodista Peniley Ramírez, en un reportaje publicado este domingo 23 de febrero, en el portal de internet de la cadena Univisión.
Cada laboratorio ilegal en dicha región produce en promedio cada semana una s 20 mil dosis de fentanilo para el mercado estadounidense, según le explicó uno de sus encargados a la reportera, a quien también le mostró el proceso que siguen los “cocineros” para preparar la droga, empacarla y enviarla a Estados Unidos.
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Los laboratorios clandestinos son custodiados por los mismos “cocineros”, quienes portan armas largas y pistolas, mismas que dejan siempre cerca de donde están operando, por si surge, aseguran, “alguna emergencia”.
El “cocinero” y sus ayudantes dicen “con tono de orgullo” que nadie que se acerque aquí, sea del gobierno o meras visitas, “escapará al escrutinio de una amplia red de vigilantes que cubre todo el estado de Sinaloa”.
“El laboratorio clandestino es en realidad la esquina de una finca con hierba seca, un espacio abierto adaptado con una lona de nylon negro como techo, bajo unos árboles”, indicó el reportaje.
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“Pero ahora, dice, prefiere dedicarse a preparar fentanilo, una sustancia muy tóxica en su proceso de elaboración, que le reporta ganancias de 2,000 dólares en promedio a la semana”, abundó Ramírez.
El jefe y sus ayudantes son jóvenes que no pasan de los 20 años de edad, que antes se dedicaron a plantar marihuana. “Los tres se visten meticulosamente con trajes especiales para protegerse, se ponen máscaras antigases”.
Utilizan para su mezcla químicos estadounidenses: acetona, acetato y cloro. “Pero el ingrediente estrella de su mezcla, dice, es un pequeño paquete sin marca, envuelto en plástico de algo que llama ‘precursor de fentanilo’, una sustancia base con la que prepara la droga en polvo, que luego será mezclada, añade, con otras, y puede fumarse, venderse en ampolletas o sintetizarse para hacer pastillas”.
“‘Los químicos vienen de China y de Alemania’, dice, ‘pero nosotros somos 100% pureza, es alemán’, afirma convencido”. Le preguntamos cómo consiguen ingresarlo a México. ‘Con las señoras que caminan por en medio de los aviones, las que sirven los refrescos’, responde tranquilamente. Más tarde explica que ya en Sinaloa están produciendo los precursores y que cada vez tiene que acudir menos a que las ‘camareras, o como se llamen esas señoras’ los importen ilegalmente al país”, indicó el reportaje..
“Con el paquete de este ingrediente básico comienzan a mezclar, primero con una base de goma de opio, luego con los otros químicos, a los que aquí conocen como ‘las aguas’. Durante casi una hora, revuelven en una olla al aire libre, sobre una flama alimentada con gas. Luego lo vierten en una sábana y lo exprimen ‘para que suelte todo el cochinero’”, abundó Ramírez.
“Han pasado poco menos de dos horas cuando terminan el proceso y lo ponen a secar, toda la noche. Después, explica el cocinero, aún deberán licuarlo. Al día siguiente comienza la última parte del proceso. Lo empacan con plástico, lo envuelven con cinta canela y lo ocultan en un compartimento secreto de un auto”, indicó el reportaje de Univisión.
“Después, en Culiacán, un distribuidor que envía un producto similar a Boston, Chicago y Nueva York muestra que para que pase por la frontera aún le falta ‘el camuflaje’. Consiste en poner una capa de detergente, café y aceite de automóvil, para ocultar los olores”, cuando cruce la frontera, narró Ramírez.
“La bonanza del fentanilo permite que cada semana los distribuidores envíen en avionetas a la frontera cientos de kilogramos de polvo o pastillas. El distribuidor asegura que por cada envío puede ganar en promedio entre 150,000 y 180,000 dólares, pero el negocio aún entraña muchos riesgos”, se señaló en el reportaje.
El “cocineró le aseguró a la periodista que no forma parte del Cártel de Sinaloa, que es “independiente, que él solo estudió la primaria y aprendió el oficio de cocinero siendo primero un ayudante. “En 2015, un colombiano llegó a Sinaloa a enseñarles cómo preparar el fentanilo”, indicó Ramírez.
“Algunos de los cocineros más expertos en heroína, dice, pagaron 50,000 dólares por la ‘receta’. Luego les mostraron a sus ayudantes. Ahora, un lustro más tarde, él afirma que hay ‘cientos de cocineros de fentanilo’ en la zona controlada por el cártel [de Sinaloa]. Y que, con las modificaciones a la fórmula que han probado en los últimos meses, que incluyen mezclar el fentanilo con la goma de opio, cada vez tienen más pedidos de los revendedores en Estados Unidos”.
“Aquí lo agarro [en Sinaloa] en 80 centavos, 70 centavos la pastilla. Yo la consigo y la vendo allá [en Estados Unidos] como en tres dólares. Haz de cuenta: si yo invierto una cantidad de 1,000 dólares, te puedo sacar 3,000 dólares así, de un día para otro, en dos días”, le dijo un distribuidor de la droga a la reportera.
GN ASEGURA FENTANILO DENTRO DE JUGUETES EN AEROPUERTO DE CULIACÁN
Este mismo domingo, integrantes de la Guardia Nacional aseguraron, con el apoyo de binomios caninos, alrededor de 780 pastillas de aparente fentanilo ocultas en juguetes artesanales y dos bolsas de plástico con probable crystal y cocaína, en el Aeropuerto Internacional de Culiacán, Sinaloa.
Lo anterior ocurrió cuando integrantes de la GN realizaban trabajos de inspección y verificación en el área de plataforma, donde ejemplares caninos especializados en la detección de narcóticos, armas de fuego y papel moneda, marcaron positivo al revisar dos cajas de cartón de un remolque con carga.
Al abrir una de las cajas de cartón, cuyo destino era un domicilio ubicado en Nueva Jersey, EE.UU., los efectivos federales hallaron un sombrero de paja y juguetes artesanales con base de madera, las cuales ocultaban comprimidos de color verde, turquesa y azul, con las
características propias del fentanilo.
En la otra caja, que tenía como destino un domicilio en el estado de Durango, hallaron diversos artículos, como playeras, gorras y una caja de de un teléfono celular que tenía en su interior dos bolsas de plástico transparente, con aparente cocaína y crystal.
Lo incautado fue puesto a disposición ante el Agente del Ministerio Público Federal, quien realizará las indagatorias correspondientes, según lo señaló en un comunicado la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) del Gobierno Federal.
