Ante la ausencia de planeación económica para Baja California y la disminución de recursos federales, la región acentuó en 2019 su estancamiento económico, señaló el economista Roberto Valero.
Datos del Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal, que es un Producto Interno Bruto (PIB) adelantado, muestran que la actividad económica pasó de una desaceleración a una caída en términos reales para el tercer trimestre del año pasado.
Esto implica que la economía local se encuentra en recesión técnica, al sumar dos trimestres consecutivos negativos. En el primer trimestre de 2019, la economía creció 3.17% respecto al mismo periodo previo; en el segundo trimestre del año pasado decreció -1.05 y en el tercero, -0.05%, precisó.
Para determinar la recesión técnica, se debe confrontar el comportamiento del PIB con otros indicadores básicos, como el alza en la tasa de desempleo, la cual si bien se mantiene baja, está influida por el avance en la informalidad y el cierre de empresas.
“La pérdida de empleos formales se reflejó en los datos de octubre, cuando se perdieron algo más de 3 mil. Asimismo, en el tercer trimestre se dieron de baja 2 mil 419 empresas en el IMSS”, expuso el también presidente del Centro de Estudios Económicos de Baja California.
En ese sentido, apuntó que el cierre de empresas en la entidad es el mayor en diez años.
En entrevista con ZETA, el especialista mostró preocupación por que la industria de la construcción sumó cinco trimestres con variación porcentual anual negativa, mientras que el valor de la producción de la obra pública se hundió a su menor nivel en 14 años.
Agregó que la política de austeridad del Gobierno Federal había afectado con recortes el gasto federalizado; situación argumentada por la actual administración estatal para impulsar un alza de impuestos en el Congreso; no obstante, luego de una revisión al presupuesto, la Secretaría de Hacienda otorgó aumentos en términos reales al gasto federalizado por entidad federativa para 2020.
“BC recibirá más de 2 mil 300 millones de pesos que lo entregado en 2019, lo que significa un aumento real del 1%, el tercero más alto entre los estados de la frontera norte, con lo que se esfumó el pretexto para incrementar impuestos, ya que además, el dinero de libre disposición, las participaciones federales, aumentarán en algo más de mil millones de pesos”, afirmó Valero.
Para concluir, observó un riesgo de estanflación (cuando no hay consumo y suben los precios, mientras que la economía presenta caídas), de ahí que el Estado “debe dar marcha atrás” a los impuestos e implementar medidas que reduzcan su gasto corriente y generen crecimiento económico y desarrollo.