La captura de Lozoya es trascendente porque podría abrir la puerta para desmantelar toda una trama de corrupción que, eventualmente, podría llegar hasta el ex Presidente Enrique Peña Nieto.
Ciudad de México, 15 de febrero (SinEmbargo).– La captura de Emilio Lozoya Austin, ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), plantea a Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, el dilema de ir por grandes figuras en México, dice Bloomberg.
“Por un lado, el arresto de un solo jefe de la compañía petrolera estatal de la nación acusado de fraude representa una victoria tangible para López Obrador en su cruzada contra la corrupción, un tema de importancia primordial para los mexicanos. Pero si el caso continúa expandiéndose, podría involucrar a figuras nuevas y poderosas y tal vez poner en riesgo la estabilidad política nacional”, indican Cyntia Barrera Diaz, Justin Villamil y Amy Stillman en el texto AMLO walks a fine line after a big win in Mexican graft war.
Lozoya, de 45 años, fue detenido el 12 de febrero cuando salía de una lujosa urbanización de la zona turística de la Costa del Sol (provincia de Málaga), en el sur de España, y un día después declaró por videoconferencia ante un juez de la Audiencia Nacional española.
El ex director fue pieza clave de la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto, señalan en Bloomberg. Sin embargo, López Obrador se ha posicionado en contra de investigar al ex mandatario priista.
Analistas dijeron a Bloomberg que López Obrador “hará todo lo posible para contener la sonda para que no divida a México de una manera similar a la experiencia de Brasil con el escándalo de soborno en expansión llamado Carwash”.
“Carwash, conocido en Brasil como Lava Jato, atrapó a decenas de ejecutivos corporativos y políticos, incluido el ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva. La crisis política que siguió ayudó a desencadenar una de las recesiones más profundas del país”, explica la compañía estadounidense.
“A diferencia de las investigaciones de Lava Jato en Brasil, López Obrador seguirá teniendo el control de las investigaciones, y la señal que ha enviado hasta ahora es que es poco probable que permita que las investigaciones crezcan y se extiendan fuera de control”, señaló a Bloomberg un analista de Eurasia Group.
“El desafío será que si su gobierno se enfrenta a pruebas abrumadoras que merecen una investigación, si no se abre, estarán bajo una presión extrema y la pregunta de por qué no lo perseguirían”, agregó Maureen Meyer, experta en México de la Oficina de Washington para América Latina.
¿QUIÉN ES EMILIO LOZOYA?
Lozoya es un economista de 45 años, licenciado en Derecho, con maestría en Harvard, experiencia en finanzas internacionales y amigo del expresidente Enrique Peña Nieto, con el que trabajó en 2012 para lograr la victoria electoral del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó durante casi todo el siglo XX y, tras dos sexenios fuera de la presidencia, en 2012 ganó las elecciones prometiendo ser un partido alejado de las viejas prácticas y corrupciones del pasado.
Con la victoria de Peña Nieto, Lozoya se convirtió en director de Petróleos Mexicanos (Pemex), la energética estatal fuertemente endeudada y con la producción disminuida después de años en que los gobiernos se financiaron con sus ganancias en lugar de reinvertir en ella.
Lozoya prometió modernizarla y durante su administración tuvo lugar una de las reformas estructurales más importantes de Peña Nieto, la energética, que supuso la apertura del sector al capital privado y que Pemex pudiera asociarse con empresas para algunas actividades. Para unos fue un gran logro, para otros una puerta abierta a nuevas corruptelas.
¿DE QUÉ SE ACUSA A LOZOYA?
Los cargos descritos en la orden de captura con fines de extradición que se concretó con su detención el miércoles en España son por operaciones con recursos de procedencia ilícita a través de distintos esquemas que incluyen contratos ilícitos a su favor por parte de Pemex.
México ha dicho que estos cargos están vinculados a la trama de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, a la compra de una planta de fertilizantes por parte de Pemex a precio inflado y a temas de defraudación fiscal. Sin embargo, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, dijo que hay más investigaciones abiertas sobre triangulación de recursos fraudulentos y otros contratos irregulares. En algunas de las operaciones presuntamente fraudulentas está involucrada la familia de Lozoya, y su madre ya se encuentra en proceso y bajo arresto domiciliario.
¿CUÁNDO SE EMPEZÓ A INVESTIGAR A LOZOYA?
Cuando estalló el escándalo de Odebrecht, en 2016, México se convirtió en uno de los pocos países que miró para otro lado, aunque directivos de la constructora habían confesado el pago de 10.5 millones de dólares a funcionarios de Pemex entre 2010 y 2014.
Un año después se divulgaron videos de supuestos testimonios judiciales en los que ex ejecutivos de Odebrecht explicaban con detalle cómo Lozoya los ayudó a conseguir contratos y cómo le pagaron por sus gestiones.
Fue entonces cuando la fiscalía mexicana dijo que estaba investigando, pero las pesquisas no avanzaron y su principal promotor, Santiago Nieto, fue despedido abruptamente de la fiscalía de delitos electorales en 2017 cuando indagaba posibles conexiones entre presuntos sobornos recibidos por Lozoya y la campaña electoral de Peña Nieto.
En mayo de 2019, ya con la actual administración, el nuevo fiscal Alejandro Gertz Manero anunció que el caso Odebrecht iba a comenzar a judicializarse porque se iban a reactivar las pesquisas estancadas y había datos nuevos, lo que a la postre impulsaría la captura internacional del ex jefe de Pemex.