Tal parece que la primera baja en el equipo de Marina del Pilar Ávila, se materializará en el transcurso de los siguientes días. El empresario Rubén Fernández, quien se desempeñaba como director del Comercio Ambulante, oficializará su renuncia, al no coincidir con diversos actos que sugieren “corrupción” al interior de la institución.
El ex priista, que volcó su atención a la Cuarta Transformación y apoyó fuertemente la campaña de Ávila Olmeda, se bajó del barco por conflictos internos con su superior inmediato, Nezahualcóyotl Jáuregui; el secretario del Ayuntamiento pretende meter sus manos en todos los sectores, lo que ya ha ocasionado algunos conflictos con personas que no responden a sus intereses.
Jáuregui, íntimo amigo de Marina del Pilar, ni siquiera permitía a Fernández operar a los inspectores, quienes tenían instrucciones de reportarse con el secretario -y no con su jefe directo- para cualquier tema.
El empresario, dueño de Fruterías Fernández, prácticamente desconocía cualquier acción realizada por sus subordinados, además de recibir constantes ataques y grilla interna, pues es bien sabido que el secretario tenía en sus planes a otras personas para ocupar dicho cargo, donde se manejan grandes cantidades en efectivo. La mafia de los “sobrerruedas” es un rubro en el que nadie ha podido -ni querido- meter orden, porque a todos les conviene que continúe de esta manera.
Francisco López Vázquez, allegado de Jáuregui, podría ser el perfil a ocupar dicho cargo, un individuo que ya tuvo rencillas cuando trabajó en la Dirección de Alcoholes.
No es el primer conflicto que se genera dentro de la administración municipal marinista, pues hace apenas unos días, tres mujeres -entre ellas la directora del DIF Municipal, Silvia Beltrán- protagonizaron una pelea dentro de las instalaciones, donde hasta jaloneos hubo. La situación llegó a tal grado que se pidió el apoyo de la Cruz Roja y Policía Municipal para tranquilizarlas.
Centro Histórico
Hablando de la administración municipal, ya se realizó uno de los primeros actos de rehabilitación del Centro Histórico de Mexicali, al “limpiar” el emblemático Parque del Mariachi.
Y decimos “limpiar” porque solo se pintaron las banquetas de color verde y, con apoyo de la Policía Municipal, se trasladó a poco más de 300 personas en situación de calle al Centro de Rehabilitación Amor al Adicto Difícil y Reincidente, donde permanecerán durante varios meses.
Habrá que ver si este acto no genera alguna molestia por parte de los internos, ya que fueron trasladados sin su consentimiento o el de algún familiar, por lo que la Comisión Estatal de los Derechos Humanos podría intervenir en esta situación.
Cabe recordar que este 2020 el Ayuntamiento de Mexicali destinará 25 millones de pesos -a través de un fideicomiso- para la rehabilitación del Centro Histórico. Curiosamente, el esposo de la alcaldesa, el ex diputado Carlos Torres Torres, uno de los operadores en el Congreso del Estado para reformar el Octavo Transitorio Constitucional que dio origen a la “Ley Bonilla”, es el encargado de dirigir los trabajos para mejorar la imagen del primer cuadro de la ciudad.
