Treinta y siete días duró en el cargo la primera Fiscal Anticorrupción de Baja California, Olga Elizabeth Ojeda Mayoral, quien presentó su renuncia este martes 28 de enero ante el Congreso del Estado.
La información ya fue confirmada por diputados de la XXIII Legislatura, quienes sostuvieron comunicación con la ex funcionaria, quien tenía uno de los cargos más importantes en esta nueva etapa de gobierno, pero que dejó por falta de apoyo.
Previamente, en una entrevista a un medio local, el gobernador Jaime Bonilla Valdez, aseguró que Ojeda Mayoral le presentaría la renuncia en el transcurso del día. Y es que no se mostraba en disposición de trabajar “con lo que tiene”.
Sin embargo, el cargo de Fiscal Anticorrupción -que a la fecha no cuenta con personalidad jurídica- depende su responsabilidad al Congreso del Estado, y no al mandatario estatal.
Cabe recordar que Ojeda Mayoral, quien asumió al cargo apenas el 20 de diciembre, no contaba con prácticamente nada para operar, pues le faltaba personal, presupuesto propio, oficinas; en fin, solo tenía un asesor jurídico.
De hecho, la ex Fiscal despachó sus últimos días en un pequeño escritorio en las oficinas del Instituto de la Juventud, en el municipio de Tijuana, ante la carencia de recursos para obtener un inmueble.
Cabe recordar que Guillermo Ruiz Hernández, Fiscal General del Estado, se negó -en días anteriores- a otorgarle inmuebles, recurso y personal para operar, argumentando que ambos son entes autónomos. Tampoco se le asignó personal de seguridad, como la funcionaria lo solicitaba, argumentando que los temas que abordaría representan situaciones de riesgo.
Tras recibirse la renuncia, el Congreso del Estado solicitará una nueva terna al Poder Ejecutivo para que este envíe tres prospectos a ocupar el puesto; la mayoría calificada de los legisladores determinará el nombre del nuevo Fiscal Anticorrupción
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