Es interesante ver, cuando hay chance, al Sr. Lopez Obrador en sus conferencias mañaneras -nunca antes visto, por cierto- decirle a todo México y al mundo que entramos hacia la 4T. Que no más pobreza, no más inseguridad, no más corrupción, etc, etc.
Aunque la intención es buena, no pasa de ser en discurso o en papel, porque por más que se trate el tema o temas, o por más firmas que se estampen en compromisos firmados entre tal o cual dependencia, no pasa de ahí… puesto que no pasa de ahí. Ya que en la realidad, uno se da cuenta de todo lo contrario.
¿Y por qué digo esto? Recién he hecho un viaje al terruño, donde se tiene que atravesar parte de B.C., todo Sonora y parte de Sinaloa; uno se encuentra con que los que más asaltan son los señores con uniforme y patrulla, con la tan quemada frase de “viene usted muy recio”, porque ni a “veloz” se les ocurre decir.
Para eso, te persiguen por todo el poblado y solo te detienen en despoblado. Y mejor si está obscuro. Te amenazan, insultan e intimidan, para así terminar con un “¡Ai’ pa’ las cocas!” y asunto arreglado.
Y cuando arrivas a un semáforo y que toque hacer el alto rojo -de día, por supuesto-, te abordan contingentes de vendedores, traperos y limpiavidrios que, por más que les dice uno que no, te charpean el parabrisas a fuerzas. Quisiera uno llevar un costal de dinero para poder ayudarles a todos, pero imposible.
Y para terminar, ya por las localidades de uno, parece como si fuera por consigna de que cada 3 o 5 kilómetros se topa uno con dos o más oficiales de tránsito con la misma cantaleta: “¡Vienes recio!”.
Lo que llama la atención aquí es que detienen solo a foráneos; llámese placas americanas o nacionales, pero foráneas. Nunca me tocó ver que detuvieran locales, séase vehículos con placas o cartones avalados por alguna asociación civil de las que protegen patrimonios de los desprotegidos. En fin, por un lado se juega con un discurso de que no hay tal o cual anomalía; por otro, el hambre por conseguir tal o cual extra es una realidad.
Así que la intención de la 4T es formidable. Lo malo es que a lo que se vive y se ve en la realidad, tardaremos más de siete siglos en lograrla.
Por su atención, gracias.
Los mejores deseos para todos en este recién estrenado 2020.
Atentamente,
Jesús Perea.
San Diego, CA