La mañana de este viernes 3 de enero iniciaron las obras de demolición de las casas dañadas por los derrumbes en la colonia Sánchez Taboada, de Tijuana, con el fin de evitar que personas ingresen a las estructuras y pongan en riesgo su integridad.
Los trabajos para derribar las viviendas iniciaron con tres inmuebles ubicados sobre la calle Casiopea. Mientras los vecinos atestiguaban la demolición, aseguraron que si desde los primeros derrumbes en 2015, las autoridades hubieran atendido la situación, ésta no hubiera llegado a este punto.
Algunos residentes se rehúsan a firmar el acuerdo con el Gobierno del Estado, en el cual el Ejecutivo se compromete a entregar a cada familia 3 mil 500 pesos al mes para la renta de otro inmueble durante un año -tiempo en el que deberá concluir la construcción de nuevas viviendas, según lo prometido por la administración de Jaime Bonilla-, ya que consideran que en dicho contrato no se menciona lo qué va a ocurrir después de los doce meses.
Ante la incertidumbre, hay residentes que aún no firman la autorización para que el gobierno destruya los inmuebles dañados.
Zulema Vázquez, delegada de la Secretaría de Infraestructura Desarrollo Urbano y Territorial (Sidurt) de Baja California, confirmó que son más de 400 las viviendas las que se pretenden demoler, después de que Protección Civil del Estado declarara la zona como de desastre, el pasado diciembre.
Por lo que, se empezará por siete casas durante este fin de semana, y conforme los vecinos vayan accediendo a firmar los acuerdos, avanzarán en las acciones. El proyecto es que se cambie el uso de suelo de la zona, para que ya no se construya de nuevo y se convierta en un área verde, aseguró Vázquez.
Al inicio de los trabajos de demolición acudieron autoridades de Protección Civil municipal y estatal, Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT), CFE y el delegado de Sánchez Taboada, Óscar Valenzuela, así como elementos de la Guardia Nacional, policía municipal y bomberos.
Ante la zozobra y cierta resistencia que manifestaron algunas personas que se dijeron cuidadores de una vivienda, el delegado intervino para convencerlos de salirse del inmueble dañado.